En la tercera entrega de la serie de Thorgal, Los tres ancianos del país de Arán (Les Trois Vieillards du pays d’Aran, octubre de 1981), nos encontramos a Thorgal y Aaricia ya casados y viajando por un país indeterminado a la búsqueda de un lugar donde establecerse en paz.
Dado que su relación ya se había explicado en los álbumes anteriores (ampliándose luego en El hijo de las estrellas), su matrimonio era predecible, como también su autoexilio para evitar las fricciones con el padre y hermano de ella, vistas también al comienzo de la serie. No han llegado muy lejos cuando sale a su encuentro el enano deforme Jadawin, invitándoles a una fiesta en el misterioso país de Arán. Thorgal tiene reservas pero ante la ilusión de Aaricia, cede. Sospechas que no hacen sino aumentar cuando llegan a su destino no sólo porque los habitantes de la aldea en cuestión tienen expresión de dementes y piel grisácea sino porque nadie parece estar divirtiéndose de verdad. El festejo está organizado por unos igualmente misteriosos Bienhechores, que moran recluidos en una cercana torre levantada en mitad de un lago. El deseo de Aaricia de pasarlo bien desemboca en la consumación de una supuesta profecía que la designa a ella como reina del lugar.
Cuando Aaricia es secuestrada por los Bienhechores y llevada a la fortaleza, comienza el desesperado intento de Thorgal de recuperarla, lo que le llevará a enmascarado competir por ella en un torneo, enfrentándose a otros guerreros en una serie de pruebas. La aventura, llena de acción, obligará al héroe a cruzar portales que le conducirán a dimensiones paralelas y viajes en el tiempo, conociendo a la Guardiana de las Llaves, un personaje que volverá a aparecer en diversas ocasiones en la serie.
Dejando aparte la repetición de la fórmula de la dama en peligro a la que el héroe debe rescatar, Los tres ancianos del país de Arán es una historia bien escrita, con giros y sorpresas a lo largo de toda la trama. Los villanos no son muy complicados ni carismáticos: sádicos y egoístas, sólo les preocupa su propio poder y la obtención de la inmortalidad, un tópico del género fantástico. Sin embargo, Van Hamme los escribe con convicción y demuestra su talento para caracterizar rápidamente a los personajes con un par de pinceladas. La tensión y el suspense, siempre crecientes, están bien modulados y sabe centrarse y seleccionar únicamente las escenas relevantes para la historia obviando las que no. Algo parecido se puede decir de los diálogos: precisos y sin abusar de su uso, dejando que las imágenes de Rosinski hablen por sí solas.
Rosinski, por su parte, experimenta una apreciable mejora respecto a los álbumes anteriores, si bien todavía no domina las expresiones faciales, especialmente en lo que al protagonista se refiere. En cambio, sus villanos están dibujados a la perfección para resultar detestables: las multitudes de aldeanos enloquecidos son inquietantes, Jadawin es grotesco y los Bienhechores malignos con o sin sus máscaras. Aumenta el nivel de detalle en las viñetas y mejora el trabajo en las texturas y atmósferas así como la secuenciación de los momentos de acción y suspense, como lo demuestra el buen ritmo y la claridad de aquél en el que Thorgal se infiltra en la fortaleza.
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Thorgal: La maga traicionada (1980), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: La isla de los mares helados, de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: Los tres ancianos del país de Arán (1981) de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: La galera negra (1982), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: Más allá de las sombras (1983), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: La caída de Brek Zarith (1984), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: El hijo de las estrellas (1984), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: Alinoe (1985), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: El Ciclo del País Qa (1985-1988), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: Aaricia (1989), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: El señor de las montañas (1989), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: Loba (1990), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: La guardiana de las llaves (1991), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: La espada-sol (1992) y La fortaleza invisible (1993), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: La marca de los desterrados (1995) y La corona de Ogotai (1995), de Van Hamme y Rosinski
Thorgal: Gigantes (1996) y La jaula (1997), de Van Hamme y Rosinski
Copyright del artículo © Manuel Rodríguez Yagüe. Descubre otros artículos sobre cine, cómic y literatura de anticipación en nuestra sección Fantaciencia. Publicado previamente en Un universo de ciencia ficción, y editado en Cualia con permiso del autor. Reservados todos los derechos.