Érase una vez un reino llamado Internet, en cuyo territorio cambió el modo de aprender y de relacionarse. Conectando casi todo y a casi todos, Internet impactó en muchas áreas de forma positiva.
Sin embargo, aquella mutación no le sentó bien al periodismo. La disponibilidad ubicua de contenido tuvo un efecto inesperado: cambiaron las reglas de juego.
Ahora vamos conociendo las consecuencias. En muchos medios, es preferible caerle bien a Google (y a su algoritmo) que escribir con calidad. Opinar sin saber se ha convertido en una costumbre planetaria, y buena parte de la prensa ‒incluida la cultural‒ se ha contagiado con un virus que desbloquea las bajas pasiones.
El tuiteo agresivo, la distracción constante y los momentos Instagram definen esta nueva época. Sin embargo, en la era punto com no solo hay espacio para los atrapaclics. Cualia se presenta como una revista clásica, escrita por profesionales de la vieja escuela. En sus páginas, el lector no encontrará rumorología o fuego cruzado, sino lecturas apacibles, que no pueden resumirse en un tuit.
El diálogo entre las distintas áreas de la cultura, desde lo más popular a lo sofisticado. A eso nos dedicamos en Cualia.
Partiendo de diversos puntos de vista, aspiramos a contar cosas que nos importan. Cosas que casi nunca dependen de la actualidad ‒y mucho menos del debate político‒ y que además generan cierta reflexión.
Por eso mismo, Cualia es una revista digital hecha para lectores analógicos. Lectores como tú, dispuestos a recuperar una costumbre en desuso: la de leer un artículo largo con calma y sin interrupciones.
Guzmán Urrero
Fundador y editor de Cualia.
Copyright © Cualia.es. Reservados todos los derechos.