Vicente DíazEl aluvión anual de películas navideñas en los últimos tiempos es tal que cuesta encontrar un clásico navideño, uno de esos filmes que toca ver en «tan señaladas fechas». ¿Cuál fue el último título que alcanzó ese lugar entre el público? ¿Love Actually (2003), quizá? Si usted se parece a un servidor, puede que tenga pequeñas golosinas, cachitos de turrón fílmico para picar entre clásico y clásico navideño, como pueden ser Krampus (2015) o ¡Shazam! (2019).
Los responsables de Noche de paz (confuso título español de Violent Night) parecen darse cuenta de todo esto, y ofrecen un entretenimiento ligero y gamberro sin intención de convertirse en la Gran Película Navideña. Con David Leitch a cargo de la producción, los aficionados a la acción saben que van a asistir a un festival de ultraviolencia propia de los dibujos animados y despliegue de stunts por un amplio equipo de especialistas de primera (al fin y al cabo, Leitch se dedicaba a eso).
El director noruego Tommy Wirkola (Zombis nazis) no está tan dotado para rodar acción como David Leitch, ni mucho menos como su frecuente socio Chad Stahelski, así que, sin ser ni de lejos un desastre, lo que aquí tenemos son peleas y tiroteos algo deslucidos por desarrollarse con escasa iluminación y un exceso de cortes de montaje que, posiblemente, respondan a las necesidades de un presupuesto ajustado. Wirkola compensa todo esto con un despliegue de momentos sangrientos en los que Santa Claus (David Harbour) actúa más como el asesino de la saga Noche de paz, noche de muerte que como John McClane.
El film combina la acción bruta con la comedia negra y los buenos sentimientos navideños, elementos que rechinarían si no fuera por la ligereza general del producto. La historia es sencilla: un Papá Noel alcohólico y desmotivado (enésimo Bad Santa en lo que empieza a ser un subgénero) queda atrapado en la mansión de una millonaria sin corazón (Beverly D’Angelo en modo Bette Davis) y sus repulsivos familiares. Entre ellos, un no-tan-repulsivo vástago (Alex Hassell), quien quiere recuperar a su esposa (Alexis Louder), persona ajena a todo ese mundo de millonetis, y a su adorable hija (Leah Brady), rompiendo los lazos con la matriarca y sus hermanos. Como es de esperar, un grupo de criminales bien entrenados, liderados por «Scrooge» (John Legizamo), un malo alérgico a la Navidad, secuestran la mansión con la intención de hacerse con el contenido de la caja fuerte. Santa Claus, por cariño y sentido del deber respecto a la niña, decide luchar contra los malos.
En cierto momento, Santa saca de su saco un blu-ray de La jungla de cristal, mientras que la niña despliega una serie de trampas inspirada, según declara, por Solo en casa. Así de sincero es todo. Con mucho de La jungla de cristal y casi todavía más de su primera secuela, el espectador sabe a qué se va a enfrentar sin mayores sorpresas que el uso que Santa pueda ejercer de sus poderes mágicos (cuyo funcionamiento él mismo no conoce del todo) para masacrar a los criminales.
Pese a las muertes gore, generalmente ejecutadas con ornamentos navideños, las palabrotas y el gamberrismo adolescente de la película, el parte sentimental funciona bien gracias a la acertada interpretación de David Harbour y, qué demonios, el resto del reparto, sin importar que sus personajes o las tramas desplegadas sean puro cliché.
Como nota a los muy aficionados al cine de acción, cabe destacar el divertido y autoparódico papel secundario de Cam Gigandet, «estrella» en el pequeño éxito videoclubero Rompiendo las reglas (2008).
Sinopsis
El día de Nochebuena, un grupo de mercenarios se cuela en la propiedad de una familia adinerada secuestrando a todos los miembros. Pero no cuentan con que les hará frente el oponente menos esperado: Santa Claus (David Harbour, Viuda negra, la serie Stranger Things) que pasaba por ahí y está a punto de demostrar que de santo no tiene nada.
Dirigida por el realizador noruego Tommy Wirkola (Hansel & Gretel: Cazadores de brujas, la franquicia Zombis nazis), los productores de Noche de paz son Kelly McCormick, David Leitch y Guy Danella, de 87North. El guion original es de Pat Casey y Josh Miller, los guionistas de Sonic. La película.
De la productora 87North (Nadie, John Wick (Otro día para matar), Deadpool 2, Atómica, Fast & Furious: Hobbs & Shaw).
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Guzmán Urrero
