Durante el auge de las películas del MCU (Los Vengadores y aledaños), los films sobre personajes de Marvel ajenas a ese «universo» ejercieron de patitos feos, de hermanos menores y descarriados. La inclusión de Spider-Man, cedido por Sony a Disney (como en aquellos tiempos del Hollywood clásico, cuando los grandes estudios cedían en ocasiones a alguna estrella de su plantel), en el MCU, sumado a la inevitable decadencia/desgaste de dicho Universo Compartido, ha servido como empujón para que Sony exprima al Hombre Araña y su entorno, lanzando películas de presupuesto modesto sobre personajes de la esfera del arácnido.
En este conjunto de películas se cuentan Venom (2018), cosechadora de malas críticas, pero divertida (sobre todo, gracias al trabajo de Tom Hardy) y lo suficientemente rentable como para generar la secuela Venom: Habrá Matanza (2021), a las que se suman Morbius (2022), cuya baja calidad la convirtió en una factoría de memes y, ahora, esta Madame Web que se mantiene en el nivel de sus películas hermanas, tanto en sus carencias como en sus virtudes.
Tomando como base a Cassandra Web, la psíquica de edad provecta y capacidades físicas mermadas que solía ayudar a Spider-Man en los tebeos, los creadores de este film retocan aquí, allá y acullá para reinventar y contar una historia de origen, una precuela de un film que lo mismo nunca se llegue a hacer en el que se narrará una historia de ciertas superheroínas de las que no diremos más, por aquello de no caer en spoilers problemáticos, si bien el tráiler de Madame Web ya lo deja todo claro. Es más, dicho tráiler promete una película del género de superhéroes que, en realidad, Madame Web nunca llega a ser del todo.
Tras un prólogo cuya realización, montaje y efectos digitales son propios de una película directa a vídeo de la productora Asylum, la película se va asentando como lo que es, un modesto thriller de ciencia ficción cuyas bases recaen en títulos Terminator o Next, aquel film casi olvidado protagonizado por Nicolas Cage y Jessica Biel. Siendo justos, la historia sobre villanos que quieren acabar con niños o jóvenes que les destruirán en el futuro, según alguna profecía o premonición, es una de las más antiguas y repetidas ‒Jasón, Moisés, Herodes… ‒, si bien la influencia del clásico de Cameron es tan obvia como que tenemos a un villano poderoso e implacable persiguiendo a unas desvalidas adolescentes, y a una protagonista ayudándolas a escapar del mismo mientras busca la forma de acabar con él.
La acción, por lo general, es pobre en sus formas y carente de suspense efectivo, salvo algún momento aislado como el que transcurre en la estación neoyorquina de Grand Central. El punto fuerte en Madame Web no está tanto en el espectáculo, sino en el reparto, comenzando por una carismática y convincente (dentro de lo posible, dadas las circunstancias) Dakota Johnson, acompañada de un trío de jóvenes estrellas (si es que eso existe ya) entre las que destaca la muy trabajadora Sydney Sweeney, uno de los últimos exponentes de sex symbol a la vieja usanza que, además, resulta ser una actriz más que competente.
El villano, Tahar Rahim, protagonista de la laureada Un profeta (2009), hace lo que puede, aunque su trabajo se ve empañado al haber sido doblada su voz «de aquella manera», detalle solo apreciable si se ve la cinta en versión original.
Pese a sus problemas, y como sucede con las películas de Venom, Madame Web acaba siendo, dentro de su modestia, más entretenida que la mayoría de las películas de superhéroes «de primera fila» que se estrenan en estos tiempos de recesión del género.
Quizá sea este el camino para sanear un tipo de cine que ha acaparado demasiado la producción hollywoodiense durante una década larga: el regreso del superhéroe a la esfera del presupuesto moderado (80 millones de dólares, que es un dineral, pero no tanto comparado con los 270 millones de The Marvels) y las ambiciones sensatas.
Sinopsis
Mientras tanto en otro universo… Con un giro dentro del clásico género, Madame Web cuenta la excepcional historia del origen de una de las heroínas más enigmáticas de Marvel. Un thriller de suspense protagonizado por Dakota Johnson en el papel de Cassandra Webb, una paramédica en Manhattan que podría tener habilidades clarividentes. Obligada a enfrentarse a sucesos que se han revelado de su pasado, crea una relación con tres jóvenes destinadas a tener un futuro poderoso… si consiguen sobrevivir a un presente mortal.
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