Suele decirse que la personalidad de las naciones se diluye con la globalización. Pero en el caso español, a este proceso hay que añadirle fenómenos muy particulares. Muchos compatriotas buscan su proyección en el exterior, otorgando escaso valor a lo nuestro. Otros ven inevitable que España se fragmente, e incluso entienden que la unidad es perjudicial para ellos. Incluso los hay que, por falta de andamiaje cultural, creen que la propia idea de España es algo caduco o falso. El caso es que, a fuerza de repetir estos prejuicios, se impone la confusión incluso entre aquellos ‒la mayoría‒ que deberían sentir la españolidad de forma natural.
Aunque esta patología es más grave en nuestro tiempo, surgió hace más de un siglo, y por esa razón, el desahogo y la propuesta de remedios no son algo nuevo. De ahí que, a lo largo del siglo XX, prospere una corriente bibliográfica que nos explica lo que es o debería ser España. Los ejemplos abundan.
«Para mantenerse en el plan del buen sentido ‒escribía Salvador de Madariaga en España. Ensayo de historia contemporánea (1931)‒, necesita el español una pasión elevada bastante fuerte para alzarle hasta un concepto vivido de la unidad muy por encima del nivel dispersivo a que le arrastra su ser separatista y dictatorial. Tal fue la fe que un día alcanzó en los siglos XVI y XVII, dando a España una fuerza y una unidad que no ha conocido desde entonces y quizá no vuelva a conocer jamás».
Esa inspiración histórica, marcada en este caso por la sensibilidad de Fernando García de Cortázar, es la que nutre Y cuando digo España, un magnífico ensayo en el que su autor propone un retrato nacional optimista y estimulante.
En esta obra, García de Cortázar despliega sus recursos de divulgador ‒que son muchos‒ para contradecir el discurso conflictivo, disgregador y tenebroso que ha ido imponiéndose en la prensa, en la política y en la ficción audiovisual. «Si hoy existen dos Españas ‒nos dice‒ no son las de derechas y de izquierdas, sino la de los políticos y líderes de opinión empeñados en mantener viva esa imagen y la de los ciudadanos que cumplen con su deber, trabajan y callan, y que jamás adquieren verdadera dimensión en la televisión y en los medios escritos».
Frente al abandono de la idea de nación, el autor plantea una receta que a mí me parece infalible: ilustración histórica, para entender de dónde venimos, y amor por esa comunidad de la cual formamos parte.
Con prosa amena y documentación desbordante, García de Cortázar vuelve a relatar la historia de España, pero en este caso, lo hace con una calidez contagiosa que nos invita a evaluar ese legado y a recobrar una parte esencial de nuestra identidad.
Su libro ilustra perfectamente todas las derivaciones de lo español. Para subrayar que existe un «nosotros», recurre a personajes admirables, se detiene en las cimas de nuestra cultura e incluso busca inspiración en el cine para resumir el siglo XX.
Y cuando digo España es una obra impecable, como todas las firmadas por este historiador. Eso, y la impecable edición del volumen, hace que sea una novedad muy fácil de recomendar.
Termino con una sugerencia dirigida a los padres y profesores: si los jóvenes estudiantes accedieran a esta lectura, podría ser un antídoto frente a la pesadumbre que nos invade.
Sinopsis
Fernando García de Cortázar nos devuelve el placer de conocer España a través de su gran legado, un interminable río de vidas mayúsculas, ideas, formas artísticas y fantasías literarias, paisajes y ciudades que da rostro a la mejor de nuestras historias.
El escritor bilbaíno nos ofrece aquí un apasionante compendio de su sabiduría sobre España: una obra brillante y original, dedicada a recordar, con tanto rigor como talento literario, lo que los españoles hemos sido y creado a lo largo de los siglos.
Pocas veces un libro reúne y ordena tanta información de manera tan amena y entusiasta. Y cuando digo España. Todo lo que hay que saber es la obra que cualquier español tiene que leer, la guía cultural que el extranjero interesado en nuestro país debe consultar.
Fernando García de Cortázar ha contado nuestro pasado como algo que nos apela y compromete, superando el discurso de la decadencia y el pesimismo. Es la voz que mejor ha sabido conectar la historia de España con sus coetáneos. Su extraordinaria obra, fruto de décadas de trabajo y depuración de estilo literario, incluye libros tan destacados como la Breve historia de España, un verdadero fenómeno social, ensayos sobre los mitos y los perdedores de nuestro pasado o la Historia de España desde el arte, merecedora del Premio Nacional de Historia. Además, García de Cortázar ha cartografiado nuestro pasado en el Atlas de Historia de España y cautivado a miles de lectores con dos ambiciosas novelas.
En 2018 publicó en Arzalia Ediciones su Viaje al corazón de España, una guía imprescindible para recorrer nuestra geografía y un complemento perfecto para este libro que presentamos aquí.
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