Mi película del verano (en realidad, de mi invierno limeño). La cinta de tiburones más divertida desde Deep Blue Sea. Y no me lo pasaba tan bien en el cine desde Kong: la Isla Calavera.
Ben Wheatley se redime por haber abaratado a J.G. Ballard y a Daphne du Maurier —en su pedantorra Rascacielos y en su hueca Rebeca— y, mira, adaptando la segunda novelita de MEG sale más que airoso.
Ajado en el buen sentido (por Aja), la peli es visualmente preciosa, un juguete cromático: el paseo submarino te retrotrae a Verne y a E.R. Burroughs ¡y por el espíritu que la recorre a tu infancia! Pero no sólo hay aquí 20.000 leguas… y La tierra olvidada por el tiempo. Si te pones a mirar, descubres chorrocientos homenajes a Tiburón, Piraña, Moby Dick… un no parar.
Y lo más asombroso: es una peli sin sangre para poder exprimir el circuito apto de salas, pero hay crueldad a machamartillo y muertes a tutiplén (¡sin discursitos empalagosos!). El tratamiento narrativo es adulto, la producción está a la altura de su considerable ambición y la sensación de mundo fascinante prevalece. Le da mil vueltas a la primera entrega —que no pasaba de ser un telefilme inflado por presupuesto y radio de pantalla— y una lección a la última Misión imposible de cómo combinar el sentido lúdico y los malos diálogos sin necesidad de agotar la paciencia del público y del maquillador de Tom. Con este filme, Wheatley ocupa el lugar en el ocio hollywodiense que muchos desearíamos que siguiera ocupando Stephen Sommers…
¡Y oye, debe de estar enamorado del villano Sergio Peris-Mencheta, porque le consagra más primeros planos que a Statham… y casi que a los escualos!
Entre la muñeca revolucionaria más rentable del capitalismo tradicional, ese director que no admite risas en clase para que nadie lo cuestione y las nuevas aventuras de los viejos de siempre, me quedo con este festival depredador.
Por una vez, me hubiera gustado tener una criatura de diez años para llevarle a ver esta película.
Quia: ¡me hubiera gustado tener A MÍ diez años y que ME LLEVARAN a verla!
Sinopsis
Subidón de adrenalina donde te sumergirás en profundidades insondables pobladas de megalodones gigantescos y muchas más sorpresas. Vivirás una inmersión en aguas desconocidas con Jason Statham y el ícono de acción global Wu Jing que encabezan un audaz equipo de investigación en una misión que va a explorar las profundidades más abismales del mar. Pero su viaje se convierte en caos cuando un malévolo operativo minero amenaza su misión y los obliga a librar una batalla de alto riesgo por la supervivencia. Enfrentados a colosales megalodones y a implacables saqueadores medioambientales, nuestros héroes deben correr más rápido, ser más astutos y nadar a mayor velocidad que sus despiadados depredadores en una trepidante carrera contra el tiempo.
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