La obsesión del rotulista, coleccionista y amante del cómic Ferran Delgado por la obra del mítico autor yanqui Jack Kirby le hizo tomar las riendas como coordinador de la edición española de Sky Masters of the Space Force (Glénat, 2008-2009), la serie de ciencia-ficción que “El Rey” dibujó como tira sindicada a fines de la década de los ’50 ‒contando durante una considerable parte de la producción con el mágico entintado de Wally Wood, mientras los guiones corrían a cuenta de Dick y Dave Wood‒, en plena carrera histórica entre potencias por la conquista del espacio.
Delgado depositó sobre sus hombros la ardua tarea de supervisar todas las tiras, localizando nuevas impresiones que permitieran una mejor reproducción y restaurándolas; también se encargó de todo el rotulado; del diseño de cada libro, incluida portada (coloreada por Javier Rodríguez) y logo; de la elaboración de la sección de Extras; y de miles de pequeños detalles más; así como de la restauración de las páginas dominicales, de argumento independiente, que ocuparon el tercer volumen de la saga y que [en 2018] aparecieron recopiladas por vez primera en color desde su publicación original. En resumen: gracias a Ferran Delgado, la edición Glénat de Sky Masters se convirtió en referencia ineludible incluso para los propios fans estadounidenses de Jack Kirby.
El proceso de realización lo lleva meses explicando Ferran Delgado en su propio blog. Esta entrevista fue publicada originalmente el 7 de mayo de 2008.
En tu opinión, ¿qué es lo que convierte a Jack Kirby en El Rey de los Cómics?
Stan Lee le dio el apodo de El Rey (King) a Jack Kirby en un Bullpen Bulletin aparecido en 1967. En aquella época Lee tenía la costumbre de dar apodos a sus colaboradores de forma que empezaran por la misma letra que su apellido. Empezó como una broma que al principio avergonzaba a Kirby, pero con el tiempo se ha podido comprobar que Lee no podía haber escogido otro apodo más adecuado.
Para mí, no ha habido ningún otro artista como Kirby en la historia del cómic. Fue extremadamente creativo, prolífico y creó un lenguaje narrativo propio que todavía sigue siendo un referente. Sus co-creaciones tienen una inmejorable salud gracias a las adaptaciones cinematográficas, su nivel de producción fue mareante en su apogeo y dejaba en evidencia a sus colegas, y nadie ha sido capaz de igualar el dinamismo que aplicó en sus cómics. Ha sido sencillamente único. Y eso no podemos olvidarlo nunca.
Eres de la generación del fanzine El Plot, de la quinta de Raimon Fonseca y Roque González. ¿Crees que pertecenes a la generación MÁS fanática de la Marvel? Porque yo no he vuelto a conocer gente más entusiasmada por los comics Marvel que esa generación.
Estoy de acuerdo contigo en que esa generación tuvo un nivel de apasionamiento dificil de encontrar hoy en día. No sé exactamente por qué, pero podría deberse a que nosotros crecimos leyendo cómics Vértice en una época en la que costaba horrores conseguir dinero. Hoy la gente habla de presupuestos de 50-100-150 € como si nada, mientras que en nuestra época apenas podíamos permitirnos uno o dos cómics a la semana, y muchos de nosotros teníamos que tirar de tiendas de segunda mano para estirar al máximo el dinero. Quizás por ese motivo los saboreábamos mejor.
También podría deberse a que el nivel de información sobre los cómics originales era nulo, así que por ejemplo, para averiguar la equivalencia de los cómics Vértice con los originales se necesitaban auténticas dotes detectivescas.
Socialmente era mucho más difícil ser aficionado a los cómics de superhéroes que ahora. ¡La de chicos que fueron traumatizados porque sus madres les rompieron sus cómics! Y ya ni te cuento las miradas de desprecio que recibías si abrías un cómic en público o en el instituto… Encontrarse con otros aficionados con los que compartir esa pasión también era un bien preciado en esa época.
¿Se podría decir que tu amor por Jack Kirby es equiparable al de Fonseca por John Byrne?
Creo que yo soy bastante más abierto que él en lo referente a nuestros gustos sobre cómics. Por eso, creo que su pasión por Byrne es inigualable.
¿Coordinaste los tomos recopilatorios de Alpha Flight? Es mi serie predilecta de la Marvel.
Es cierto, coordiné oficiosamente los tomos de Alpha Flight. De hecho, fue mi canto del cisne en Planeta, aunque ni siquiera figuré en los créditos de forma oficial como coordinador porque en esa época me encontraba en el limbo entre packagers, y fue un encargo que (Alejandro) Viturtia se sacó de la manga.
¿Cuál era tu miembro favorito?
No tengo un personaje favorito de Alpha Flight . Me atraía el dibujo de Byrne (aunque fuera muy vago con los fondos), el concepto general de la serie y las tramas, pero no tenía una predilección especial por alguno de los personajes. En todo caso un poco de aversión por el excesivo protagonismo de Puck.
Imagen superior: «Sky Masters of the Space Force», primer libro. Este volumen recoge las tiras diarias desde el número 1 (8 septiembre de 1958) al 384 (28 de noviembre de 1959). Autores: Dave Wood (guión), Dick Ayers (tinta), Jack Kirby (guión, dibujo), Wally Wood (tinta). Glénat España, 2008.
¿Qué hay que hacer para escribir un prólogo sobre la serie? (No, en realidad, coméntame un poco cómo crees que surgió tu amor por los superhéroes y, sobre todo, dónde crees que se explica, a nivel de tu propio recorrido vital, esa determinación a involucrarte tanto en la restauración de Sky Masters).
Me enganché a los superhéroes gracias a que mi hermano coleccionaba Spiderman mientras que yo me dedicaba al Don Miki, el Asterix y el Mortadelo. Fue el típico caso en el que te identificas con el personaje. Yo era tímido, empollón, con problemas económicos y el matón de la clase siempre se quedaba con la chica que me gustaba, a la que no me atrevía a entrar y que me trataba como el hermanito pequeño. Te suena, ¿no?
Supongo que después de tantos años leyendo cómics de superhéroes se me ha pegado un poco lo de meterme en luchas quijotescas. De ahí que me marcara como meta divulgar como fuera posible una obra inmerecidamente desconocida como el Sky Masters. Es posible que haber devorado el Jack Kirby Collector y enterarme de las injusticias que tuvo que sufrir alguien que dio tanto por el cómic también influyera en que pusiese mi granito de arena para reivindicar su figura.
Me hace mucha gracia tu coyuntura profesional: tienes un pie en los manga y otro en los cómics clásicos americanos, además de venir como fan del cómic de superhéroes. ¿Crees que es comparable el fenómeno de fans que provocaron los superhéroes en los 80 con el del manga que se dio en la generación posterior?
Creo que no es comparable, sobre todo, porque las diferencias del grado de comunicación de cada generación es abismal. Léase Internet. Por otro lado, el manga contó con el apoyo popular del anime, así que lo tuvo un poco más fácil. Sin embargo, ambos géneros tuvieron que superar grandes prejuicios. En el caso del manga, sacudirse el encasillamiento de violencia y sexo, y en el caso de los cómics de superhéroes, que eran infantiles y un instrumento de propaganda fascista.
¿Qué cosas positivas destacarías de una y otra corriente, qué os une y qué os separa? ¿Qué no te gusta de los manga y qué no te gusta de los superhéroes? ¿Qué te han hecho aprender ambos géneros como profesional y lector habitual de los cómics?
De cada género, prefiero quedarme con las virtudes, y no con los defectos. Afortunadamente, hoy en día hay tanta diversidad en cada campo que puedes prescindir fácilmente de lo que no te gusta. Gracias a que siempre he leído diferentes tipos de cómic (aunque me especializara en cómics de superhéroes, preferiblemente de Marvel), no me resultó especialmente traumático dejar de trabajar en cómics de superhéroes para meterme de lleno en el mundo del manga.
De hecho, me compré el primer manga que apareció en los USA, que fue Akira. Además, Miller no se cansó de comentar una y otra vez que Lone Wolf and Cub había sido una de sus grandes fuentes de inspiración, y que su tan alabada narrativa se había apoyado en el manga, así que yo no tenía demasiados prejuicios e incluso bastante curiosidad por el manga.
Ahora estoy encantado de haber hecho el salto, ya que el manga tiene una variedad de temáticas que no me podía ni imaginar hace una década. Además, por el hecho de rotularlos y, en consecuencia, dedicarle mucho más tiempo a mirar cada página, hace que los puedas apreciar mucho más que si te los leyeras. De hecho, he disfrutado incluso cómics como el Capitán Tsubasa (Oliver y Benji). Aunque el guión no me enganchara demasiado, tiene una narrativa tan dinámica que ya la quisieran para sí muchos de los autores hot de los USA.
Mención aparte se merece La Espada del Inmortal. Es sencillamente uno de los mejores cómics que jamás he leído en todos los aspectos. El dibujo y el entintado son sencillamente impresionantes. No puedo evitar quedarme embobado con ciertas páginas mientras lo rotulo, y a veces no puedo dejarlo donde tengo previsto de lo adictivo que es. ¡Qué lástima que fans de los superhéroes se pierdan una joya como ésta por prejuicios o desconocimiento! (aunque ha sido publicado por Dark Horse). A nivel de rotulación, en el manga tiene mucho más protagonismo que en el cómic USA (sobre todo en estos tiempos), dándole más enfasis a una narrativa que ya es muy dinámica de por sí.
Es conocida la fase de “desencanto” que con los años sufrimos todos los fans de John Byrne, excepto algún militante inasequible al desaliento. Con la perspectiva del tiempo transcurrido, ¿crees que Kirby también vivió alguna etapa de decadencia artística?
En mi opinión, a finales de los 60, antes de dejar Marvel, Kirby ya empezó a bajar el nivel de calidad de su dibujo, aunque no su ilimitada creatividad. También coincidió que en esa época Kirby estaba tremendamente desilusionado porque Marvel no le agradecía como se merecía todas sus creaciones pasadas, así que optó por reservar sus nuevos personajes y Universos a menos que recibiera lo que se había ganado a pulso, o lo que es lo mismo, reconocimiento y dinero, algo que en ese momento estaba monopolizado por Stan Lee. Su gran declive empezó durante su segunda etapa en Marvel, sobre todo por los problemas de visión que empezaba a sufrir en un ojo.
¿Qué posición ocuparía para ti Sky Masters en términos de evolución artística de Jack Kirby? ¿Nos encontramos ante el inicio de su máximo esplendor gráfico?
Para mí Kirby explotó en Sky Masters. Se juntaron sus 25 años de experiencia en la industria con una motivación extrema, ya que era un sueño hecho realidad poder trabajar en un medio considerado por él como el Olimpo de los dibujantes de cómic. Es cierto que para mí su cenit fue a mediados de los 60, pero el concepto de trabajo era distinto. En Marvel dibujaba y argumentaba más de tres cómics al mes, sin tener en cuenta las portadas que hacía para otras colecciones o los bocetos que les hacía a otros artistas. Se trataba de trabajo a destajo, mientras que con Sky Masters se volcó casi en exclusiva, ya que en esa época su volumen de trabajo era bastante menor. Sí, estoy de acuerdo contigo en que fue el inicio de su etapa dorada.
Gracias a Sergio Aragonés, tuve el inmerecido honor de conocer a Jack Kirby en 1992, en el ComiCon de San Diego, y compartir una comida basura con él. Estaba ya muy afectado por la edad, y parecía muy distante de todo. ¿Crees que siempre tuvo la sensación de que no se le había reconocido a nivel de industria o público todo lo que se merecía?
Kirby falleció en 1994, así que no me extraña que lo vieras afectado, ya que arrastraba problemas de salud desde hacía muchos años. Me temo que ya desde mediados de los 60, cuando los cómics Marvel empezaron a hacerse realmente populares en los USA, Kirby tuvo la sensación de que no recibía lo que se merecía. Por eso dejó de crear nuevos personajes en la recta final de su etapa en los 4F.
Además, la comparación con la trayectoria de Stan Lee era insultante. Cuando Marvel cambiaba de propietarios, éstos recompensaban a Lee con contratos millonarios vitalicios mientras que ninguneaban a Kirby. Por no mencionar que para todo el mundo Lee era el creador exclusivo del Universo Marvel.
Hubo casos especialmente sangrantes, como fue el caso de la devolución de originales por parte de Marvel. Éstos pretendían que firmara un contrato diferente al del resto de autores por miedo a que Kirby reclamara la autoría de los personajes co-creados por él. Al final, después de que el tema tuviera repercusión mediática, Marvel accedió a devolvérselos, pero antes, los originales de los cómics más comprometidos como eran los primeros números de cada colección, ya habían sido robados de los archivos. Se rumorea que con el beneplácito del editor en jefe de la época, Jim Shooter. Como puedes suponer, toda esta situación le debió crear una sensación de impotencia, frustración, rabia e ingratitud difíciles de imaginar, que no ayudaron en absoluto a su ya frágil salud.
No puedo evitar preguntarme lo que Kirby podría haber hecho si la industria le hubiera dado lo que se merecía en vez de ponerle zancadillas. ¡De lo que nos han privado esos ingratos! Afortunadamente, gracias al fenómeno que supuso el arranque de la ComiCon de San Diego a principios de los 70, Kirby se pudo dar unos buenos baños de masas y, al menos, recibir la admiración y el cariño de sus fans.
El entintado de Wally Wood para Sky Masters es sencillamente soberbio. ¿Cuál crees que es su aportación desde un punto de vista artístico al brillante resultado visual de la serie?
Sólo hay que ver las comparativas incluidas en el libro entre las tiras entintadas parcialmente y las entintadas del todo (que también puedes encontrar en mi blog) para darse cuenta de la importancia del trabajo de Wood en el resultado final. Su habilidad para dar volumen mediante la aplicación de sombras es insuperable.
¿Por qué crees que abandonó Sky Masters?
Supongo que abandonó la serie como consecuencia de los problemas legales que tuvo Kirby con el editor de DC que le ayudó a conseguir el trabajo, aunque nadie lo sabe con certeza.
Imagen superior: «Sky Masters of the Space Force», segundo libro. Este volumen recoge las tiras diarias desde el número 385 (30 de noviembre de 1959) al 774 (25 de febrero de 1961). Autores: Dave Wood (guión), Dick Ayers (tinta), Dick Wood (guión), Jack Kirby (guión, dibujo), Roz Kirby. El color de la cubierta es obra de Javier Rodriguez, el autor de «Lolita HR». Glénat España, 2009.
Sky Masters es un álbum sorprendentemente realista en su planteamiento, sus aventuras ofrecen una pátina de “verosimilitud” que se aleja de otros títulos de aventuras espaciales. ¿Cuál crees que fue la motivación principal de Kirby a la hora de lanzarse a dibujar (y guionizar) este cómic?
Cualquier dibujante de comics en los 50 aspiraba a vender una lucrativa tira a un sindicato (y Kirby no era una excepción), ya que las tarifas por página en los cómics eran muy bajas. En aquella época, no sólo se trataba de entrar en el Olimpo de los más grandes dibujantes de cómic (y la recompensa económica que esto suponía), sino que la difusión de su obra sería infinitamente mayor que en unos cómics cada vez más marginales.
Kirby conocía el medio ya que había trabajado en él a principios de su carrera. A pesar de que le frustraban las limitaciones del medio, de vez en cuando volvía a la carga con nuevas propuestas. Precisamente cuando le ofrecieron el Sky Masters , ya tenía preparadas por propia iniciativa un par de muestras también ambientadas en el espacio, aunque con un enfoque diferente, más parecido a Flash Gordon.
Para ser de 1958, Sky Masters incluye episodios con resoluciones científicas asombrosamente modernas (nada que envidiarle al James Bond de la misma época), como la utilización de los satélites espaciales para rastrear visualmente toda un área de la Tierra. ¿Hasta qué punto Kirby se involucró y documentó en la serie para otorgarle esa capacidad de realismo e incluso de clarividencia de nuestro futuro tecnológico?
Kirby tuvo una estrecha relación con la NASA pese a que ésta fue fundada el mismo año que arrancó el Sky Masters, en 1958. Fue tan estrecha esa relación, que por lo visto Kirby tuvo acceso a material clasificado. De hecho, esa relación fue la que creó especulaciones acerca de qué es lo que inspiró a Kirby a hacer una historia llamada “The Face of Mars”, aparecida en el cómic The Race for the Moon, publicado por Harvey Comics a principios de 1958.
Por si alguien no está familiarizado con el tema, en 1976 la sonda Viking 1 tomó numerosas fotografías de la superficie de Marte. En ellas daba la sensación de que se podía distinguir algo parecido a una cara humanoide en la superficie. Aunque hoy en día se da por sentado que tan sólo se trataba de una ilusión óptica, en aquella época esa imagen sirvió para crear mucha polémica y montar un montón de teorías sin fundamento. ¿Coincidencia o Kirby vio algo en la NASA que no se quiso divulgar en su día?
¿Qué destacarías de este álbum desde un criterio puramente artístico, aparte del hecho de que sea cita ineludible para todo fan de Jack Kirby?
A nivel artístico para mí lo más destacado es la combinación explosiva entre Kirby y Wood. Es sencillamente impresionante. Ambos genios han colaborado en pocas ocasiones, pero en ninguna de ellas llegaron a este grado de excelencia.
¿Qué hace esta serie diferente de otras series espaciales más o menos pulp ? ¿Qué atractivo destacarías que no sea necesariamente el interés en rescatar un clásico de las tiras de prensa estadounidenses o una apelación a la nostalgia?
Como tú bien has dicho en una pregunta anterior, lo que la hace más interesante que sus contemporáneas es el grado de realismo que se consiguió gracias a una exhaustiva documentación, una trama adictiva bien desarrollada, y esa clarividencia que en muchos casos se hizo realidad.
Aunque parezca sorprendente, hubo poquísimos cómics que intentaran aprovecharse de las circunstancias especiales que fueron propiciadas por la carrera espacial y la Guerra Fría, y este cómic, sin duda, es el mejor de todos ellos.
Como rotulista avezado, ¿te produjo alguna especial satisfacción la rotulación de Sky Masters?
Sí, me encantó poderlo rotular utilizando la tipografía inspirada en el trabajo de Sam Rosen, ya que, según mi opinión, es el mejor rotulista de la Silver Age y un referente hoy en día. Normalmente soy muy respetuoso con el original, pero en este caso me pareció más adecuado cambiarla para unificar el libro, ya que las tiras tenían como mínimo dos tipografías completamente diferentes. Por no mencionar que el estilo de Rosen es mucho mejor que el de las tipografías originales.
¿Hubo alguna complicación adicional a la restauración de las tiras?
Como complicación destacaría haber tenido que añadirle los caracteres españoles a la fuente original, ya que era inglesa. Por lo demás, la rotulación no fue excesivamente difícil a nivel artístico, ya que decidí no adaptar gráficamente los carteles y otros elementos para ser lo más respetuoso posible con el material original.
¿No encuentras curioso el hecho de que haya sido finalmente Glénat quien haya rescatado junto a ti este clásico estadounidense?
No necesariamente, sobre todo si tienes en cuenta la admiración de Joan Navarro por las tiras clásicas estadounidenses, y que posee el original de una tira diaria del Sky Masters. Pero es cierto que no es el tipo de cómic al que se suele asociar Glénat. Espero que ese encasillamiento desaparezca con el tiempo, sobre todo gracias a obras como ésta.
Algo que me atañe directamente, por solidaridad profesional. ¿Por qué los nombres de los guionistas, Dick y Dave Wood, no están acreditados en portada? Aunque se comportaran como perros al final de la serie…
Básicamente por dos motivos. El más importante es que el principal reclamo de la tira son Kirby y Wood, y por eso hemos decidido darles todo el protagonismo en la portada. Supongo que es un caso similar al Dark Tower que actualmente está publicando Marvel, en el que el nombre de Stephen King tiene un protagonismo absoluto, mientras que el resto del equipo creativo está en un cuarto plano.
Pero tengo que admitir que hay una motivación oculta en ello (retorcido y rencoroso que es uno). Como he comentado antes, Kirby ha sufrido a lo largo de su carrera tremendas injusticias, y el Sky Masters no ha sido una excepción. Tuvo un acuerdo económico pésimo en el que los guionistas y él se dividían a partes iguales los ingresos, sólo que él tenía que hacerse cargo de los ingresos de Wood, del rotulista y de las pruebas de imprenta. Por si fuera poco, los perros (como tú bien dices) de los guionistas le dejaron tirado muchísimas veces, ya que tenía problemas para contactar con ellos. Así que ésta es mi forma de hacer un poco de justicia y poner a cada uno en su sitio. Pese a todo, los guionistas están perfectamente acreditados en el lomo y en la portadilla (por supuesto, con un tamaño menor).
¿Cuál es tu estado anímico actual, una vez que ya ha salido al mercado el primer volumen de Sky Masters [2008], después de tantos meses de trabajo devoto?
Ahora lo único que me apetece es saborear el resultado de ese esfuerzo y tener por fin unas buenas vacaciones para recargar pilas y volver a la carga con el segundo libro. Como el tercero va a ser el peor de todos con diferencia, intentaré conservar fuerzas durante el próximo año, aprovechando que el segundo ya está encauzado al tener definido el diseño del libro. Esto es una carrera de fondo, así que si esprintas constantemente, puedes quedarte sin fuerzas, por lo que es básico saberse regular.
¿Has obtenido ya alguna reacción por parte de lectores y profesionales?
Como el libro salió justo en el Salón de Barcelona, y estuve allí durante los cuatro días que duró, tuve ocasión de encontrarme con mucha gente de la blogosfera y otros aficionados que llevaban tiempo siguiendo con ansiedad los progresos del libro. Las reacción general fue la de felicitarme por la edición, así que regresé de Barcelona mucho más alto (¡falta me hacía!).
Hubo algunos detalles especialmente satisfactorios. Un ejemplo fue que algunos aficionados me pidieran que les dedicara unos cuantos ejemplares, o el comentario de buen rollito que hizo Viturtia sin estar yo presente: “¡Deberían estar prohibidas este tipo de ediciones!”.
Ver este tipo de reacciones en la gente hace que te sientas orgulloso de haber trabajado tan duro, de sentir que ha merecido la pena y de que ya no te acuerdes de momentos especialmente duros como cuando tuve que montar la cubierta tembloroso con gripe y fiebre (fruto del stress) porque, si no, no llegaba a tiempo para el Salón.
Otra de las satisfacciones que me he llevado ha sido ver que no he defraudado la confianza que depositaron en mí en la editorial a pesar del enorme retraso que llevaba el proyecto. Y eso tiene mérito, porque era la primera vez que hacía de editor, y estoy seguro de que en cualquier otra editorial, a esas alturas, me hubieran quitado la confianza y le hubieran pasado el proyecto a otro.
¿Desde Estados Unidos has recibido alguna opinión?
Las copias están empezando a llegar a los USA, y las reacciones son similares a las de aquí. Me quedo con el comentario de Rand Hoppe, el responsable del Kirby Museum, ya que comentó que probablemente era la edición mejor diseñada de una obra de Kirby.
También me honra no haber decepcionado a los que me han apoyado desde los USA, ya que han confiado en mí a pesar de la mala fama internacional que tienen algunas editoriales españolas.
De todas formas, con anterioridad les había enviado una copia del Voodoo Child para que se hicieran una idea de cómo edita Glénat, al igual que PDFs de las secciones de texto del Sky Masters, a medida que las iba terminando. Quise asegurarme de que no me dejaba nada sin acreditar correctamente.
Este libro es sobre todo un acto tuyo de amor. Después de Sky Masters, ¿te has propuesto ya una continuidad en tu labor de arqueólogo de los cómics? ¿Hay alguna otra espinita clavada en el mundo de los clásicos que te gustaría sacar de nuevo por ti mismo?
Vamos paso a paso. De momento, y no es poca cosa, mi máximo objetivo es terminar este proyecto tal y como lo he imaginado. Voy a tardar un par de años, y estoy seguro de que después del tercer libro acabaré fundido como para pensar en empezar un nuevo proyecto. Probablemente después me dedique a mover el material a nivel internacional, ya que mi meta básica con este material es divulgarlo todo lo que esté en mi mano.
Por un lado me honra, aunque por otro lado me hace gracia que me preguntes cuál será mi nuevo proyecto de arqueología, ya que me doy cuenta de que ésa puede ser la imagen que esté dando. Es posible que parezca como si ésta fuera una meta profesional que me había trazado hace tiempo, cuando el Sky Masters ha sido en realidad un feliz accidente.
Son tantas las coincidencias que se tienen que dar para que se repita algo parecido, que las probabilidades de que aparezca un material de este tipo son casi nulas. Ahora es algo que ni me planteo. Si algún día me topo con ello, veré si me encuentro en un momento de mi vida en el que me pueda permitir el lujo de volver a invertir todo este tiempo y energías.
Pero de momento voy a centrarme en los dos libros restantes, y en conseguir enriquecerlos todo lo posible con nuevo material. De momento, ya he conseguido otras siete guías de color de Kirby de dominicales, así que ya tengo diez en total. Como cada una de ellas tiene un par de viñetas que no aparecieron en el libro original, el apartado con material inédito de la sección de extras va creciendo, y espero que siga así mientras termino los libros. Esta edición se ha hecho de rogar, pero la parte positiva es que gracias a esto he encontrado mucho más material interesante que incluir.
También quiero aprovechar esta oportunidad que me has dado con esta entrevista para dar las gracias a todos los que han comprado el libro, y han conseguido así darle continuidad a la obra, ya que goza de muy buena salud.
Imagen superior: «Sky Masters of the Space Force», tercer libro. «En 2008 ‒dice el texto promocional‒ la desaparecida editorial Glénat presentó al lector español una de las obras más desconocidas de Jack Kirby y, al mismo tiempo, uno de sus trabajos más espectaculares. La combinación de los puntos fuertes de Kirby y Wally Wood, en un momento en que ambos estaban totalmente motivados y en la plenitud de sus carreras, llevaron el nivel del arte a cotas jamás vistas con anterioridad. La tira de prensa narra, con enfoque realista, las aventuras del comandante Sky Masters durante la exploración espacial a finales de los años 50. La obra se produjo en plena guerra fría, cuando la rivalidad entre EEUU y la URSS se convirtió en una frenética carrera espacial. Pero el ansiado sueño de Kirby de triunfar en el mundo de las tiras de prensa enseguida se convirtió en una pesadilla a causa de unas negociaciones conflictivas. Sus consecuencias tuvieron importantes repercusiones en su carrera y en el mundo del cómic USA. La editorial Glénat llegó a publicar los dos libros que recopilaban las tiras diarias pero el tercero, que presentaba el culmen de la obra, las dominicales, jamás llegó a salir… ¡hasta ahora! Sólo la perseverancia y el sacrificio de Ferran Delgado han permitido publicar en primicia mundial todas las planchas dominicales a color, remasterizadas con un nivel de calidad raramente visto en el panorama español. Este libro no sólo contiene las 54 planchas dominicales existentes, sino que por primera vez se reeditan todas las viñetas perdidas. Además, contiene una amplia selección de guías de color pintadas por el propio Kirby, originales, artículos e infinidad de extras» (Texto promocional). Nominado a los Premios Eisner 2019 al Mejor proyecto de recopilación histórica de tiras de prensa. Autores: Jack Kirby (guión, dibujo, tinta), Dave Wood (guión), Dick Wood (guión), Dick Ayers (tinta), Wally Wood (tinta). Amigo Cómics / Aleta, 2018.
Pues yo también voy a aprovechar esta oportunidad y, haciendo algo que no se debe hacer nunca, que es quitarle la última palabra al entrevistado, quiero agradecer a Ferran Delgado la ingente cantidad de energía focalizada en responder esta modesta entrevista y haberla convertido en otro apasionante recorrido por su proeza profesional. Gracias, Ferran, por tu honestidad y entrega.
Copyright del artículo © Hernán Migoya. Previamente publicado en la web de la fenecida editorial Glénat España. Reservados todos los derechos.