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El encuentro de David Bowie con la ciencia-ficción

En 2013, David Bowie entró a formar el parte del Salón de la Fama de la Ciencia Ficción y la Fantasía. Su nombre se unía así al de figuras como J.R.R. TolkienGeorges MélièsMary Shelley, o H.G. Wells. Transformado en Ziggy Stardust o por medio de canciones sobre viajes espaciales, Bowie soñaba con un mundo más allá de nuestra realidad, y rompía con los límites de la ciencia ficción, trasladándola a los escenarios de sus conciertos de rock.

Su canción «Space Oddity» (publicada como single el 11 de julio de 1969 e incluida como tema central en su segundo álbum de estudio) fue utilizada por la BBC ese mismo año para la cobertura del lanzamiento y alunizaje del Apolo 11.

Fue su primer gran éxito comercial. La historia del astronauta Major Tom hablaba sobre la sensación de flotar en el espacio, desconectado de toda comunicación con la Tierra, y ya indicaba el interés del artista por la situación del hombre dentro del cosmos.

Pero esa no fue su primera aproximación al género. Otros temas también exploran la fantasía y los mundos distópicos. «We are Hungry Men» (incluida en su álbum de debut, lanzado el 1 de junio de 1967 por Deram Records, un sello dependiente de Decca) habla sobre un científico que ha encontrado una solución a la superpoblación, y «Cygnet Committee» (otro tema de su segundo disco, publicado en 1969) cuenta la historia de una revolución cultural que termina con ‘máquinas del amor’ matando civiles en las calles.

Con su quinto álbum, The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (RCA, 16 de junio de 1972), Bowie se sumergió de lleno en la ciencia ficción y narró la historia de Ziggy, un extraterrestre que revelaba a los habitantes de la Tierra que solo quedaban cinco años para que el planeta desapareciera. A continuación, se convertía en un ‘mesías del rock’ para intentar salvarlo de la destrucción, aunque el alienígena caía fruto de su propio éxito.

Ziggy Stardust fue uno de los primeros alter ego de Bowie. Su caracterización sobre el escenario, una mezcla de ciencia ficción y teatro kabuki, reflejaba una total inmersión en el andrógino personaje, que se popularizó a través de temas como «Starman», «Moonage Daydream» o “Five Years”. En realidad, tanto el álbum como el personaje partían del interés del artista por novelas como Starman Jones (1953) y Forastero en tierra extraña (1961), de Robert A. Heinlein, por el cine de Stanley Kubrick, y por la obra de William S. Burroughs, en particular por su novela de 1971 The Wild Boys. Otra referencia insólita fue Norman Carl Odam, pionero del psychobilly en los sesenta, conocido artísticamente como Legendary Stardust Cowboy.

D.A. Pennebaker rodó un documental a partir del mismo álbum, en el que se recoge la actuación del cantante junto a su grupo, The Spiders from Mars (el guitarrista Mick Ronson, el bajista Trevor Boldery el batería Woody Woodmansey), en el Hammersmith Odeon de Londres el 3 de julio de 1973. Aquel concierto supuso su última personificación de Ziggy.

Su siguiente álbum, Aladdin Sane (RCA, 13 de abril de 1973) tuvo menos contenido de ciencia ficción que el anterior. Destaca el tema «Drive-In Saturday», situado en un futuro distópico en el que la población, menguante, es alentada a ver antiguas películas porno en un intento de enseñarles técnicas de reproducción.

Diamond Dogs (RCA, 24 de mayo de 1974), su octavo disco, también estaba fuertemente anclado en la fantasía científica. Presentaba un mundo posapocalíptico lleno de referencias a 1984 de Orwell. Con este álbum abandonó el género en sus letras durante el resto de la década, pero las referencias no desaparecieron nunca de la música y de los videoclips del artista.

Sin embargo, su relación con la ciencia ficción no se limita a su música. Bowie participó en varias películas llenas de fantasía y creó personajes icónicos que ya forman parte de la historia del cine.

El hombre que cayó a la tierra (The Man Who Fell to Earth, 1976), de Nicolas Roeg, se basaba en la novela homónima escrita por Walter Tevis en 1963. En esta cinta, Bowie, en su primer papel protagonista, encarnó a un alienígena que llega a la Tierra en busca de agua para su planeta nativo, que padece graves sequías. Bajo el nombre de Newton, emplea su conocimiento de tecnología avanzada para patentar inventos y hacerse rico. Sin embargo, no cuenta con la avaricia, la mezquindad y las tentaciones del planeta terrestre.

El músico llevó a cabo una interpretación oscura y compleja psicológicamente, y el público, que aún lo identificaba con Ziggy, lo reconoció fácilmente como un extraterrestre.

El ansia (The Hunger, 1983), el debut de Tony Scott como director, reunió en el mismo reparto a BowieCatherine Deneuve y Susan Sarandon. La película, una libre adaptación del libro escrito en 1981 por Whitley Strieber, volvió a sumergir a Bowie en el mundo de la fantasía. En esta cinta ‒mal acogida en su momento pero objeto de culto en la subcultura gótica‒, Bowie es el marido de una vampira sedienta de sangre que colecciona amantes.

Dentro del laberinto (Labyrinth, 1986), producida por George Lucas, fue dirigida por Jim Henson a partir de los diseños del dibujante Brian Froud. En esta fantasía musical, Bowie aparece en el papel de Jareth, el Rey de los Goblins, que secuestra al hermano de Sarah (Jennifer Connelly) y la pone a prueba con juegos mentales, acertijos difíciles y trampas a lo largo de un laberinto al final de cual podrá recuperar al bebé.

Con guiños a Alicia en el País de las Maravillas (1865), de Lewis Carroll, y El Mago de Oz (1900), de Lyman Frank Baum, y también a otras referencias menos conocidas como Donde viven los monstruos (1963) y Al otro lado (1981), de Maurice Sendak, la película cuenta con varias interpretaciones musicales de Bowie, que compuso cinco canciones para la banda sonora: «Underground», «Magic Dance», «Chilly Down», «As the World Falls Down» y «Within You».

La vinculación del artista con el universo que nos ocupa prosigue con canciones como «Hallo Spaceboy», incluida en su álbum de 1995 Outside. Fallecido en 2016, a los 69 años, tras varios meses luchando contra el cáncer, no solo la música, sino también la ciencia ficción y la fantasía tienen un sitio en su historia para este genio que bajó de las estrellas.

Copyright del artículo © Marta Sofía Ruiz, Sinc, CC.