Los venecianos amantes de la tradición neoclásica tanto como de la ópera bufa, Goldoni y Galuppi, se unieron repetidamente para construir artefactos escénicos de variado talante.
La colaboración empezó en serio en 1749 pero el número trece de la serie es esta Diablesa que apela a los enredos y bromas del teatro bufo. Confusión de identidades, una pareja de amantes plebeyos, otra de nobles tomados en solfa, un tesoro oculto, un viejo sórdido y un posadero napolitano listo, son el dispositivo infalible del embrollo y la solución desencadenada con el último acorde.
La Diablesa es una ópera de cámara, de trámite estructurado en torno a una trama de superficie que esconde una sonada sátira social: la falsedad íntima de la calidad aristocrática y el ascenso de la gente plebeya.
Todo apunta a que las situaciones de los individuos en la sociedad son disfraces comparables a los del teatro, que todo cuanto creemos verdad social es máscara y convención, salvo, quizá, el amor y el dinero.
Imagen superior: ilustración del libreto de «La Diablesa», realizada por Giuliano Zuliani (c. 1730–c. 1814) a partir de Pietro Antonio Novelli (1729–1804).
Galuppi resolvió el encargo del teatro San Samuel de Venecia en 1755. Se valió de recursos estrictos, propios del bufo y, en ocasiones, de la ópera seria tomada en clave irónica (aria de la Condesa). Su verba melódica, simple y eficaz, se amolda perfectamente al discurso goldoniano y, vaya si lo sabremos, pocos maestros ha tenido la carpintería teatral tan cumplidos como el creador de Mirandolina.
Dado que la producción operística de Galuppi no cuenta con una generosa discografía, conviene recibir el registro que recomendamos con alegres muestras de aprobación.
Disco recomendado: Baldassare Galuppi (1706-1785): «La Diavolessa» (Opera Buffa en 3 actos sobre libretto de Carlo Goldoni) / Kremena Dircheva. Matthias Vieweg. Tom Allen. Lautten Compagney Berlin. Dir: Wolfgang Katschner / CPO / Ref.: 999947-2 (2 CD)
Imagen superior: Kremena Dircheva y Matthias Vieweg en «La Diablesa».
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