En 1970, la serie de televisión del Doctor Who ya se había aventurado en tramas que exploraban este concepto: maniquíes que cobran vida. Esas formas de vida artificial, los Autones (Auto Plastics), debutaron en el serial Spearhead from Space, emitido por la BBC desde el 3 al 24 de enero de dicho año.
Spearhead from Space forma parte de la séptima temporada de Doctor Who, y aquellos fueron los primeros capítulos de la serie emitidos en color. Además, sirvieron para presentar al Tercer Doctor, interpretado por Jon Pertwee.
Los Autones, dispuestos a colonizar la Tierra bajo la apariencia de maniquíes de escaparate, se parecen mucho a la visión que el grupo alemán Kraftwerk plasmó en el vídeo-clip de la canción «Showroom Dummies» (en alemán «Schaufensterpuppen»). Este sencillo era parte del álbum Trans-Europe Express, y fue grabado en 1976, en Düsseldorf, al igual que el resto del disco, pero salió a la venta el 14 de septiembre de 1977.
En realidad, la referencia a los maniquíes vivientes ya se sugiere en la portada de dicho LP: una imagen estática de los cuatro componentes del grupo, tomada por el fotógrafo Maurice Seymour. Otro fotomontaje posterior, obra en este caso de Jacques Stara y empleado en la edición británica del álbum, incidía aún más en este mismo concepto visual, que pasó a formar parte de la imaginería de la banda.
La idea de la canción se debe a los percusionistas Wolfgang Flür y Karl Bartos, cuya falta de expresividad en el escenario llamó la atención de un crítico británico, que comparó su apariencia con la de un par de maniquíes.
«Aunque no resulte tan obvio, Trans-Europe Express ‒escribe Randall Roberts‒ es el álbum pop más importante de los últimos 40 años. Fue el primer disco de pop electrónico de un alto nivel artístico, y marcó la pauta para la revolución que se avecinaba. No en vano, se convirtió en uno de los puntos de referencia del hip-hop, el pop y la música electrónica de baile. Grabado a mediados de 1976, cuando Steve Jobs y Steve Wozniak abrían las instalaciones de Apple Computers en Cupertino, Trans-Europe Express, al igual que sus predecesores, Radio-Activity (1975) y Autobahn (1974), dio lugar a una masiva agitación sonora. (…) Aquel sonido se creó en Düsseldorf, en un momento en que la cultura alemana, convaleciente tras la catástrofe de la guerra, ansiaba algo nuevo. Su mayor inspiración local fue el compositor de vanguardia Karlheinz Stockhausen, quien también influyó en otros experimentadores afines, como Can y Tangerine Dream«.
Entrevistado por John Doran en 2009, Karl Bartos recordó los orígenes de la banda: «Yo tenía 23 años en 1975 y estudiaba música en el Robert Schumann Konservatorium en Düsseldorf. Simplemente, [Ralf Hütter y Florian Schneider, que habían formado Kraftwerk en 1970] llamaron a mi profesor en ese momento. Necesitaban un percusionista de formación clásica. En ese momento, tenía muy próximos los exámenes y estaba tocando en la ópera casi todos los días. Fui al estudio y nos llevamos muy bien desde el primer día. En realidad, ellos desconocían que, al haber crecido en los 60, yo tenía un buen concepto de la música pop en general. Empecé tocando canciones de los Beatles y Chuck Berry. Es decir, rock ‘n’ roll. Cuando tenía 18 o 20 años fui al conservatorio a estudiar música, pero ya era capaz de entender el pop. (…) En ese momento, Düsseldorf estaba en la Zona de Ocupación Británica. Mi cuñado era un soldado inglés. Y este tipo, Peter, trajo a nuestra casa los primeros discos de rock ‘n’ roll: álbumes de los Beatles y los Rolling Stones. Parece sacado de una película, pero esto que te cuento es real. (…) Trans-Europe Express, en cierto modo, fue una repetición de Autobahn [al utilizar como inspiración la idea del transporte]. Por otro lado, al basarnos en la metáfora del tren, estábamos siguiendo el camino de alguien como Pierre Schaeffer, que hizo la primera pieza de música concreta usando solo los sonidos de los ferrocarriles. Eso también estaba en nuestra mente. Por lo demás, cuando editamos Autobahn y Radioactivity, ya habíamos aprovechado al límite nuestra herencia alemana, y, más bien, nos considerábamos músicos europeos. En Inglaterra o Estados Unidos nos situaban en el campo de la Alemania nazi, por supuesto. A propósito de esto último, hubo una página central el New Musical Express que no resultó nada divertida. Al reflejar el concepto de la Comunidad Europea en Trans-Europe Express, tuvimos la sensación de que podíamos tener éxito usando este nuevo símbolo».
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