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«Good Riddance (Time of Your Life)» (1993), de Green Day

Escrita en 1993 cuando Amanda, la novia del solista de Green Day, Billie Joe Armstrong, se mudó a Ecuador, “Good Riddance” fue, como él mismo admitió, “la primera vez que intentamos hacer una balada. La primera vez que tocamos esa canción fue durante un bis en un concierto en Nueva Jersey. Me tuve que meter una cerveza tras el escenario para reunir el coraje necesario. Sabía que nos iban a lanzar tomates”.

El tema se propuso para el primer álbum de la banda, Dookie (1994). Sin embargo, tanto el grupo como la discográfica coincidieron en que, siendo una gran canción, su sonido acústico no encajaba con el estilo del LP, cargado de explosiones punk. Tampoco encajaba, en realidad, con buena parte del rock sobreproducido, tan popular en los 90 del pasado siglo. Así que la dejaron en barbecho hasta publicar el quinto álbum de estudio de Green Day, Nimrod (1997), producido por Rob Cavallo.

A Cavallo, por cierto, hay que agradecerle la decisión de incluir en esa versión de «Good Riddance» un acompañamiento de cuerdas. El autor de dicho arreglo fue David Campbell, y el violinista Conan McCallum lideró a los músicos que lo grabaron.

«Green Day ‒escribe Greg Kot en Rolling Stone‒ intentó crecer con su álbum anterior, Insomniac (1995), pero el grupo no parecía muy seguro de cómo hacerlo. Las letras se volvieron más desagradables y los personajes más depravados, mientras que la música se aferró obstinadamente a los ritmos enérgicos y las melodías concisas de la fórmula pop-punk. Con Nimrod, vuelve el humor juvenil de Armstrong. En ‘The Grouch’, se queja: ‘Me estoy volviendo como mi padre’, y en el ska ‘King for a Day’, imagina la vida como una drag queen. Sin embargo, los protagonistas de sus canciones, adolescentes y holgazanes, también pueden sonar casi reflexivos. Sobre todo a medida que se deslizan hacia un mundo adulto, no mucho más prometedor que el aturdimiento y la confusión que dejan atrás. Así, hay una meditación sobre las oportunidades perdidas en ‘Walking Alone’ y en ‘Haushinka’, y un beso de despedida en ‘Good Riddance (Time of Your Life)’. (…) La música también adquiere una perspectiva más amplia, con toques de estudio neo-psicodélicos, guitarra acústica, violines y vientos (…) ‘Good Riddance’ es un himno folk sorprendentemente dulce, animado por la sección de cuerda. Esta música queda muy lejos de los tiempos de aprendizaje de Green Day en los clubes de punk de Gilman Street, en Berkeley, California».

Armstrong trató de tomarse su ruptura sentimental con Amanda de forma racional y fría, pero no pudo evitar mostrar su enfado en el título de la canción, que se puede traducir como “¡Vete con viento fresco!”. La letra habla sobre la conveniencia de no cuestionar lo que nos pasa en la vida, no darle demasiadas vueltas a las cosas y seguir adelante.

Copyright del artículo © Manuel Rodríguez Yagüe. Reservados todos los derechos.

Manuel Rodríguez Yagüe

Como divulgador, Manuel Rodríguez Yagüe ha seguido una amplia trayectoria en distintas publicaciones digitales, relacionadas con temas tan diversos como los viajes ("De viajes, tesoros y aventuras"), el cómic ("Un universo de viñetas"), la ciencia-ficción ("Un universo de ciencia ficción") y las ciencias y humanidades ("Saber si ocupa lugar"). Colabora en el podcast "Los Retronautas".