Esta canción del segundo álbum de la banda es una de las más complicadas que grabaron. «The March of the Black Queen» viene a ser una mezcla entre Alicia en el País de las Maravillas y una épica shakespeariana ambientada en Narnia.
El LP en cuestión, Queen II, fue publicado por EMI el 8 de marzo de 1974. El grupo lo grabó en dos estudios londinenses, los Trident y los Langham 1, con Roy Thomas Baker y Robin Geoffrey Cable a cargo de la producción, y Mike Stone como ingeniero de sonido.
Cuando el disco salió a la venta, la dinámica del grupo ya estaba bien establecida. «Al conocer a Freddie ‒decía Brian May en la entrevista que le hizo Ben Mitchell‒, me pareció un personaje sugestivo y extravagante que parecía tener mucha confianza. Pero pronto se hizo evidente que, tras esa apariencia, era muy tímido. (…) En realidad, no teníamos idea de si podía cantar o no. Cuando le vimos actuar con su antigua banda [Ibex], no creo que nos sintiéramos tan bien, porque iba al límite. Por supuesto, todo eso cambió muy rápidamente cuando Freddie entró al estudio y comenzó a escucharse y a encontrar su estilo. Fue muy hábil a la hora de sacar lo mejor de sí mismo. (…) Cuando ya estuvimos todos juntos, tuvimos una interacción bastante compleja. Por eso funcionó la banda. Me sentía muy cerca de Roger Taylor porque ya habíamos estado juntos en otro grupo, Smile. Él y yo somos casi como hermanos. (…) También me sentía próximo a Freddie, particularmente en lo que se refiere a la composición de los temas. Al principio, solo él y yo estábamos escribiendo el material de la banda. Aprendimos a interactuar de una manera muy productiva, sin pisarnos. Debo decir que fue una relación maravillosa».
«The March of the Black Queen» fue escrita por Mercury antes incluso de que se formara Queen. Sus cambios de ritmo, su estructura sin repeticiones y sus complejas armonías son un precedente de la más conocida “Bohemian Rhapsody”. Como puede imaginarse, requirió muchísimos ensayos y costó bastante tiempo grabarla, pero a cambio les aportó el conocimiento de bastantes técnicas que usarían en discos posteriores. Es, también, un ejemplo del tipo de oscuras letras que escribía Mercury: elaborados cuentos fantásticos con un significado oculto.
Con el tiempo, tanto este tema como el disco Queen II se han convertido en obras de culto. Sin embargo, en su momento, bastantes críticos se mostraron poco receptivos. En 1974 Ken Barnes opinaba lo siguiente en Rolling Stone: «Queen es una banda con un talento razonable, pero que ha elegido de forma imprudente sus modelos. En la llamada ‘Side Black’ [la cara B del LP, que incluye las canciones ‘Ogre Battle’, ‘The Fairy Feller’s Master-Stroke’, ‘Nevermore’, ‘The March of the Black Queen’, ‘Funny How Love Is’ y ‘Seven Seas of Rhye’], se aventuran en un mundo propio de los cuentos de hadas, líricamente confuso, sin el ingenio o la sofisticación de Genesis. También se han apropiado de los elementos más irritantes del estilo de Yes: voces histriónicas, complejidad compositiva abrupta e inútil y escasez de melodía. La ‘Side White’ [la cara A del LP, compuesta por los temas ‘Procession’, ‘Father to Son’, ‘White Queen (As It Began)’, ‘Some Day One Day’ y ‘The Loser in the End’] supone una gran mejora. Refleja en gran medida las mismas tendencias confusas, pero esta vez se salva por los acordes de quinta (power chords) oportunos y bien elegidos, y asimismo por algunas melodías bastante bonitas. Pero el álbum sigue siendo irregular, y por desgracia, poco original».
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