«Tex: Los cazadores de fósiles» (1997), de Antonio Segura y José Ortiz

Joan Navarro me pasó un par de ejemplares de la edición francesa de Tex, el personaje del Oeste Americano creado en Italia por Giovanni Luigi Bonelli y Aurelio Galleppini en 1948, aquí escrito y dibujado por españoles (menudo periplo de nacionalidades): Antonio Segura (1947-2012) y José Ortiz (1932-2013), respectivamente.

Me lo pasé pipa leyendo la primera saga, Los cazadores de fósiles. Es sólido y también es añejo.

Nada novedoso, más bien Historia en sus páginas: el protagonista resulta un poco tarugo pero sigue fumando; la trama es clásica (duelos, estampidas de bisontes, ataques de indios); y entre Segura y Ortiz suman más oficio que ningún otro tándem veterano de los contornos.

Para un lector joven no sé qué debe significar un tebeo así. Para mí es como ver una peli del Bud Boetticher (de hecho, Tex se pasea por las viñetas con el mismo pulcro anacronismo que Randolph Scott por sus series Bes): empiezo a leer con cierta predisposición al paternalismo, que se va al carajo en cuanto se comprueba el talento artístico que hay al frente. Segura era un guionista de cómics (parece perogrullada, pero no) sólido como una roca, y se nota que cuidó el percal; Ortiz tenía setenta y muchos años y seguía dibujando con más vigor que toda mi generación entera.

¿Qué hacer con Tex? ¿Por qué este material no funciona en España? ¿Por qué en Italia siguen con buena salud los cómics de evasión autóctonos y aquí no? ¿Nos estamos pasando a la hora de intentar “ennoblecer” e “institucionalizar” el medio al equipararlo con la literatura? ¿El lector español necesita pensar que está leyendo algo elevado culturalmente para que se arriesgue a ser visto leyendo un cómic? ¿El Premio Nacional de la Historieta se lo darán algún día a autores de cómic de género popular? ¿Por qué tengo que aguantar auténticos imbéciles diciéndome que el cómic AHORA es arte?

Miren lo que dice Alfonso Font, otra de las estrellas fichadas mar allende, sobre el tema, en esta entrevista para un fanblog sobre Tex:

“¿Cómo se explica que usted y otros autores españoles, como José Ortiz, triunfen en Italia mientras que prácticamente nadie en España conoce esa labor?

Alfonso Font: Probablemente porque económica, social y culturalmente somos una de las naciones más avanzadas de Europa, según dice usted.”

Uf.

Font dispara a matar. Lo malo es que tiene razón. O, como mínimo, razones.

¿Qué más se puede decir? A mí sólo se me ocurre una cosa.

¡VIVA ITALIA!

P.D. Incluyo este enlace a una estupenda entrevista con Antonio Segura. Casi se me cae la lagrimita leyendo cómo esta referencia ineludible en mi oficio se buscaba la vida para conseguir llevarse un gato al agua…

Sinopsis

Segura–Ortiz, «Il cacciatore di fossili», (MaxiTex, Mondadori, 1 de noviembre de 1997).

Especial de 350 páginas con una aventura inédita de Tex, la primera realizada por el tándem Antonio Segura y José Ortiz con el personaje. Dos paleontólogos rivales se disputan las laderas áridas de Wyoming en busca de fósiles de monstruos antediluvianos, mientras que un pistolero, otrora infalible, huye de los cazadores de recompensas y un viejo buscador de oro encuentra un esqueleto de dinosaurio. Al mismo tiempo, el feroz Cuatro Osos de la tribu de los Pies Negros, perseguido por Tex Willer y Carson, masacra a unos colonos, consumido por un odio inextinguible hacia los blancos. El destino hará que los actores de esta tragedia se entrecrucen varias veces… hasta el dramático desenlace.

Copyright del artículo © Hernán Migoya. Previamente publicado en Comicsario, un blog para la fenecida editorial Glénat España. Reservados todos los derechos.