Guzmán Urrero
Siempre me han llamado la atención ‒y siempre he envidiado‒ la capacidad creativa de esos autores que recorren distintas disciplinas, sin necesidad de especializarse en ninguna de ellas. Tal es el caso de la barcelonesa Jo Alexander, cuya experiencia en los medios de comunicación se alterna con la música y con la literatura.
Tras la edición de Criaturas extrañas y L’hivernacle, llega ahora a los lectores una nueva obra de Alexander, Palas y Héctor, en la que apela a sentimientos y anhelos universales a partir de una circunstancia muy compleja en todos los órdenes: el incesto. Es esta una exploración muy cuidadosa de los sentimientos humanos, y por otro lado, se trata de una obra sugerida por un referente muy singular, confesado por la propia autora: el largometraje Sólo los amantes sobreviven (Only Lovers Left Alive, 2013), escrito y dirigido por Jim Jarmusch, y protagonizada por una pareja de vampiros (Tilda Swinton y Tom Hiddleston), inmersos en una compleja y oscura historia de amor.
Ese romance vampírico inventado por Jarmusch, ajeno al paso del tiempo o a la moral convencional, y además sometido a unas leyes físicas peculiares, tiene algo que ver con la historia que nos cuenta Alexander en Palas y Héctor, cuyos protagonistas son dos seres unidos por la genética, pero separados por la edad y por el malditismo propio de su relación. Dos hermanos que sienten el amor, sin duda, pero cuyo vínculo produce dolor, fascinación y rechazo a partes iguales.
Con toques obvios de tragedia griega, Palas y Héctor transmite la energía oscura del tabú. Un tabú a la medida de nuestro tiempo: incómodo, y desde luego, perfilado por la culpa y por las dudas.
Sea como fuere, incesto es una palabra bastante gruesa, y medir sus efectos requiere sutileza. Consciente de esa exigencia, Jo Alexander analiza a fondo y con elegancia a estos dos hermanos y amantes. A lo largo de esta novela, la autora mide en qué medida Palas y Héctor se sienten más o menos confortables en su propia piel, y en qué grado consiguen ser lo que quieren o lo que deberían ser. Está claro que ambos siguen el camino del corazón, pero como ya imagina el lector, eso siempre exige un precio.
Sinopsis
La vida adulta ha separado a la atractiva Palas de su joven medio hermano menor, Héctor, que vive en Londres. No obstante, un acontecimiento familiar volverá a reunirlos y los obligará a recordar juntos por qué parecen condenados a estar completamente separados o del todo unidos, pues para ellos no existe la posibilidad de mantener una prudente distancia. Jo Alexander da vida a dos personajes movidos por una pasión inconcebible y arrebatadora que parece desafiar, como en la tragedia clásica, a los implacables dioses. Pero ¿será posible vencer a las divinidades en el mundo moderno?
Jo Alexander (Barcelona, 1977) publicó a los veinte años su primera novela, Extrañas criaturas (1998), a la que siguió L’hivernacle (Quaderns Crema, 2009).
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