Gernot DuddaMar Maior (Warner, 2012) es un disco impecable, de gran belleza, que además, en la fecha de su lanzamiento, supuso para Luar Na Lubre otra importante primicia. Me refiero, por supuesto, a la incorporación de una nueva vocalista, Paula Rey, que contribuyó con su talento a la prestigiosa trayectoria de esta longeva banda de folk.
Poco más se puede comentar acerca del recorrido de Luar Na Lubre dentro de nuestras fronteras o sobre su proyección internacional, marcada por colaboraciones con Waterboys, The Corrs, Mike Oldfield o Bob Geldof. A decir verdad, el disco que nos ocupa incidía en ese cruce de caminos ‒en este caso, entre Irlanda y la Península‒, tal y como quedó de manifiesto en la presentación de dicho trabajo en el Círculo de Bellas Artes, el 6 de junio de 2012. Una presentación que estuvo a cargo de la formación completa de Luar Na Lubre: Bieito Romero (gaitas y acordeón), la recién llegada Paula Rey (voz), Patxi Bermúdez (bodhran, tambor, djimbek), Xulio Varela (bouzouki, coros, percusión tradicional gallega), Xan Cerqueiro (flautas, teclados), Eduardo Coma (violín), Pedro Valero (guitarras) y Xavier Ferreiro (percusión).
(Nota al margen: coincidiendo con ese concierto, a punto estuve de entrevistar a Bieito Romero y a Paula Rey, pero un problema de agenda por mi parte impidió ese encuentro.)
La maravillosa música de Luar Na Lubre convierte Mar Maior en uno de los álbumes más complejos y estimulantes de toda su carrera. Se trata de un álbum inmenso, en el que además se agradece la presencia de un contexto mitológico de gran relevancia cultural.
En este caso, el disco incide en los vínculos celtas existentes entre Galicia e e Irlanda, buscando su inspiración en el Lebor Gabála Érenn (en irlandés moderno, Leabhar Gabhála Éireann), conocido entre los celtistas de nuestro país como El libro de las invasiones (existe tradución española, por parte de Ramón Sainero, editada por Akal).
El citado libro, escrito en gaélico por los monjes irlandeses del siglo XII, relata en clave legendaria la historia de Irlanda, y en sus páginas encontramos a los sobrenaturales Tuatha Dé Danann, y por supuesto, a los Míl Espáine (los Miles Hispaniae, soldados de Hispania o hijos de Míl).
«Bien saben gallegos e irlandeses ‒escribía Carme R. Alonso en la presentación del disco‒ a ambas orillas de la gran bahía del Mar Mayor que no es en sus tierras azotadas por el salitre donde el mundo acaba, sino donde comienza el gran océano. Para los finisterres atlánticos el mar jamás ha sido una frontera, sino un camino de ida y vuelta, de intensa efervescencia e intercambio cultural».
Este Mar Maior, que viene a ser el mar de los milesios, es identificado hoy con el caladero de Gran Sol, en el Atlántico Norte, bien conocido por los marineros gallegos que han faenado en él durante siglos. Precisamente así se titula el quinto tema del disco, «Gran Sol», que nos ubica en esa geografía que tantas leyendas acarrea, y a las que que se refieren composiciones como «Ith», «Leabhar Ghabhála» o «Milesians».
Aunque su formación previa se centró en la escuela coral gallega, Paula Rey [relevada en 2017 por Belem Tajes] brilla en este álbum con una cualidad onírica ‒pienso en tonadas como «Romance de novembro»‒ y deja claro un esfuerzo tremendo a la hora de descubrir su propia voz como instrumento. Eso también tiene su miga, y más en uno de los trabajos más complicados del grupo: un paso más en esa investigación de la lírica galaico-portuguesa y la literatura gaélica medieval que aún sigue realizando en la actualidad.
«Mar Maior» fue grabado en los estudios coruñeses Bruar, con producción de Bieito Romero (en la foto) y Xabier Ferreiro, y mezclas de Ferreiro y Jean Bernard Barrenquy. «Ateniéndonos a lo que nos dicen estos manuscritos primitivos, el clan de Breogán ‒escribe Ramón Sainero‒, llegado de la Escitia griega después de un largo periplo por el mar, se asienta en Galicia y su rey, llamado Breoghan, creará el asentamiento de Brigantia al lado del mar (Betanzos-A Coruña), construyendo una gran torre llamada desde entonces torre de Breogán; después, sus descendientes conquistarían Irlanda construyendo un nuevo reino hispano en la isla. Su capital estaría en Tara, en la zona norte de Irlanda, y allí reinarían sucesivos reyes descendientes de los habitantes de Brigantia. (…) Un dato histórico aceptado como real es la existencia en el norte de Irlanda, en el s. VI d. C., del reino de Brega, gobernado en aquellos años por los Uí Néill (O Néill), y que dicho reino fue dividido en dos partes, al norte quedó el reino de Cnogba (altualmente Knowth) y al sur, el reino de Lagore, aunque hubo algunos reyes, según nos indica Thurneysen, que reinaron sobre todo el territorio de Brega hasta la llegada de los ingleses en el s. XII. Uno de los primeros reyes considerados ya histórico fue Niall de los Cuatro Rehenes, que vivió alrededor del año 400 d. C. y los textos consideran que fue descendiente directo de los milesios hispanos del clan de Breogán. Podemos finalizar diciendo que sí existió un clan hispano, relacionado con el nombre de Breogán, aunque el nombre de dicho rey Breogán no aparezca como histórico después del año 400 d. C., un clan venido de la zona de Oriente Medio o Mar Negro, asentado en Galicia y fundador de un nuevo reino en Irlanda que perduró durante muchos siglos».
Este artículo amplía una transcripción de mi programa radiofónico «Orient Express», emitido por Radio Círculo © Gernot Dudda. Reservados todos los derechos.
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