Hernán Migoya
En 2007 me hicieron llegar Lovexpress, como un Love Boat de papel transportando ¡una cuarentena! de historias de amor escritas por el guionista Santi Navarro.
El libro resulta un atiborrado catálogo de jóvenes dibujantes de cómic de Barcelona y aledaños (los aledaños incluyen todo el resto de España, hay que aclarar). Navarro, obsesivo y narcisista (como casi todo artista que se precie), quiso legar un proyecto que reflejara su estado anímico durante un trance que le tuvo entre la vida y la muerte.
Sorprenden dos cosas de Lovexpress: primero, el concepto híper platónico y adolescente que transmite del amor, ya que el común de las historias versa en torno a inflamados sentimientos imposibles de comunicar (Sin comunicación no hay amor, subraya el subtítulo), ya sea por circunstancias adversas connaturales a nuestra sociedad o por las características de sus protagonistas: la obtención de dicho amor acabará supuestamente con todos los males personales, aunque por fortuna lo, más que obvio, casi evangélico del mensaje queda aliñado con numerosas fugas de humor negro; segundo, la increíble cantidad de buenos dibujantes que anda suelta por ahí, a tenor de las más de 200 páginas de Lovexpress. Resulta un libro estupendo para consultar estilos y nombres nuevos.
Con portada de un gran trío (Roger Ibáñez, Paco Cavero y Daniel Acuña), mencionaré algunas de las historias que me gustaron: Humo, de Oriol Hernández, por su estilo gráfico y el planteamiento del guión; 10 minutos, de Jordi Lafebre, por su delicado trazo; Breakfast, de Diego Olmos, por su efectividad y porque sus narradores le sacan un sorprendente partido a unos clichés peliculeros; y La mudanza, de Santi Arcas, porque es un cómic breve perfecto.
Pero también están Man, Olga Carmona, Sergio Córdoba, Rebollo, Rubén del Rincón, Pasqual Ferry y muchos más autores que yo no conocía, más textos de Josep Mª Polls y Enrique S. Abulí, entre otros.
Lovexpress fue editado por el propio Santi Navarro, a través de su sello Nobanda, y por la Escola Joso.
Copyright del artículo © Hernán Migoya. Previamente publicado en Comicsario, un blog para la fenecida editorial Glénat España. Reservados todos los derechos.
Vicente Díaz
