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La sofisticación musical de Gino Vannelli

Una vieja grabación del año 1978, recuperada en 2002 en el North Sea Jazz Festival, me sirve de disculpa a la hora de hablarles de un artista que, en otro tiempo, alcanzó un enorme reconocimiento. Me estoy refiriendo a Gino Vannelli, y la grabación con la que inicio estas líneas fue editada en 2011, gracias al sello Indigo.

Ese tema del 78 cierra el mencionado álbum, Gino Vannelli & The Metropole Orchestra at the North Sea Jazz Festival 2002, y su título, «Brother to Brother», es fácilmente reconocible por parte de todos los que han seguido la trayectoria de este formidable músico italo-canadiense.

Ahora, a lo mejor, no le damos mucho pábulo a Gino Vannelli, pero fue grande ‒muy grande‒ a finales de los años setenta y principios de la década siguiente. Esa popularidad se notó especialmente en Europa, sobre todo en países del centro y del sur del continente. Vannelli tuvo muchos seguidores en Italia, por supuesto en España, y también en Portugal. Aún me viene a la memoria una estancia veraniega en Huelva capital, escuchando aquella radio donde se colaban las emisoras portuguesas, y recuerdo cómo le dedicaban programas enteros a sus creaciones.

Este músico tan difícil de catalogar vivió una etapa de apogeo durante los setenta, cuando Herb Alpert y Jerry Moss, fundadores el sello A&M, decidieron confiar en él. Fue entonces cuando lanzó aquellos discos tan sinfónicos y llenos de talento: Crazy Life (1973), Powerful People (1974), Storm at Sunup (1975), The Gist of the Gemini (1976), A Pauper in Paradise (1977) o aquel flamante Brother to Brother (1978). Discos en los que Vannelli mostraba su creatividad en un territorio sonoro en el que se conciliaban de forma asombrosa el rock, el soul, el R&B, el jazz, el funk y el pop.

Brother to Brother es un disco perfecto de principio a fin, y todos sus temas entrarían en el top ten de las canciones de Gino Vannelli. Desde «Appaloosa» a «Feel Like Flying», pasando por «I Just Wanna Stop», «Love & Emotion», «The River Must Flow», «Wheels of Life» o esa maravilla que daba título a este álbum genial y sofisticado, «Brother to Brother».

Vannelli logró esta hazaña en un solo disco, y lo mejor del caso es que éste no es el único disco bueno que hizo. La suya es una energía creativa que fluye, sobre todo, a lo largo de los setenta, y que va deslizándose hacia el mainstream en la década siguiente. Pensemos, por ejemplo, en la comercialidad de Black Cars (Polydor, 1985).

El álbum con el que comenzaba estas líneas, grabado en directo con la Metropole Orchestra bajo la batuta de Dick Bakker, cuenta con orquestaciones de Gerbrand Westveen, Henk Huizinga y Simon Leclerc.

En todos sus temas, muestra las labores sinfónicas de Vannelli. Unas labores que ya conocíamos sin necesidad de que le acompañase una orquesta, porque él siempre dotó a sus registros de gran instrumentación. Sobre todo en ese fabuloso «Brother to Brother», que vino a ser el “What’s going on” particular de Gino Vannelli.

Este artículo amplía una transcripción de mi programa radiofónico «Orient Express», emitido por Radio Círculo © Gernot Dudda. Reservados todos los derechos.

Gernot Dudda

Gernot Dudda inició su trayectoria periodística en la revista "El Gran Musical", y posteriormente ha escrito en medios como "Sur Exprés", "Rockdelux", "Primera Línea", "La Luna", "Popular 1", "Boogie", "Un Año de Rock", "Zona de Obras", "Batonga!", "World 1 Music" y "Efe Eme".
Fue colaborador de "El Mundo", y entre 1991 y 1999, redactor musical de Canal +. Asimismo, ejerció como periodista y crítico musical en Radio Popular FM (1986-1992) y en Radio Círculo, la emisora del Círculo de Bellas Artes. A lo largo de doce años, dirigió y presentó el programa "Orient Express".