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«Jan Europa» (1979-2013), de Edmond

Mucho antes de que su héroe llegase a los kioscos, Edmond ya lo había imaginado. La figura de Jan Europa se le ocurrió a mediados de los sesenta, coincidiendo con una época en la que el cine y el tebeo continentales apostaban por aventureros de alto voltaje.

Sin embargo, los lectores no descubrieron al personaje hasta 1979, gracias al sello Bruguera, que incluyó sus peripecias en revistas como Mortadelo. Tiempo después, a partir de 1984, Jan Europa disfrutó de su propia serie, en la que fueron apareciendo títulos tan sugerentes como «El hombre que regreso de la muerte», «Stonehenge», «Los Iniciados Negros», «Los Guardianes del Poder», «Operación Aristóteles», «Europa en peligro», «Gigantes enanos», «El medallón de Narada», «El secreto de Tihuanaco» y «¡Abracadabra!».

Por desgracia, Bruguera cerró sus puertas en 1987, y la trayectoria de Jan Europa se interrumpió de mala manera. Fue años más tarde, en 2009, cuando Ediciones Glénat emprendió la reedición exhaustiva de este cómic. Una magnífica obra, repleta de virtudes, que se disfruta más allá de lo meramente nostálgico.

«Empecé los guiones y dibujos de Jan Europa ‒escribía Edmond en su blog‒ hace un montón de años: ¡más o menos en 1966! Eran los últimos años de la dictadura y en el Ministerio de Información y Turismo de aquella época querían patrocinar una revista de cómics con protagonistas españoles. Yo llevaba tiempo también, pensando en crear una historieta que pasara en Barcelona. En los primeros esbozos Jan Europa era un estudiante de la Universidad de Barcelona que, a través de su afición a la arqueología vivía una serie de aventuras fantásticas. Los lectores más maduritos recordarán el famoso Mayo del 68. Unos meses después en Barcelona sucedió algo parecido, justo cuando yo presenté mi proyecto: una revuelta estudiantil que terminó con la expulsión de algunos estudiantes y profesores. Me devolvieron los guiones y los primeros dibujos sin que hiciera falta explicación alguna. Mi historia siguió el camino de los expulsados. Durante unos años, hubo algunos intentos de publicación en un par de periódicos, pero tardé quince en conseguir que, al fin, en Editorial Bruguera lo hicieran y apareció en las páginas de Mortadelo hasta que esta editorial cerró sus puertas. Jan Europa había madurado: era un pacifista y europeísta convencido, nacido en Cadaqués, cuna de Salvador Dalí, un día en que sin duda soplaba con fuerza la tramontana».

Quizá el lector actual no se haga idea del contexto editorial en el que prosperó la obra de Edmond. Si bien hoy recordamos las revistas de Bruguera casi exclusivamente por las historietas cómicas de Ibáñez, Vázquez, Escobar y compañía, lo cierto es que también incluían tebeos realistas. Este es el caso de los guionizados por Víctor Mora: El Sheriff King, de Francisco Díaz, Dani Futuro, de Carlos Giménez, o El Corsario de Hierro, de Ambrós.

Aquellos eran los cómics que, de niño, yo consideraba “para mayores”, es decir, más enfocados a la aventura y el misterio que al humor. De hecho, en aquellas páginas también había sitio para la extravagancia. Por ejemplo, en Mortadelo hizo aparición una absurda fotonovela de terror y ciencia-ficción acerca del pérfido alienígena Exterminius (Doomlord, 1982-1989), creado por John Wagner y Alan Grant. Leída hoy da risa, pero hizo pasar muy malos momentos en la década de los 80 a quienes ya peinamos canas.

Como lector infantil, me solía saltar esas historietas “para mayores”. No lo digo a modo de dato autobiográfico ‒esto es una nimiedad‒, sino para hacer notar que considero que Jan Europa es un gran cómic no por razones sentimentales. En realidad, es ahora, en la madurez, cuando valoro sus virtudes. Se trata de una obra dibujada con exquisitez, llena de ritmo y con unos personajes dotados de innegable vitalidad.

Más allá de su provechoso diálogo pacifista y europeísta, Jan Europa es un excelente cómic de aventuras en el que no se echa de menos la ultraviolencia, la sordidez o la ironía autoconsciente que hoy parecen necesarias para contentar al público.

Como ya quedó apuntado, nuestro aventurero nació en 1966, en plena era hippy. Es decir, en tiempos de revueltas estudiantiles y soñando con la utopía de un mundo libre y pacífico.

Décadas antes de que Dan Brown pusiera de moda las sociedades secretas o las conspiraciones, y con bastante más gracia, Jan Europa narraba la lucha de un héroe de longevidad y poderes regenerativos muy similares a los de Lobezno, que trabaja a las órdenes de unos sabios milenarios (Los Guardianes del Poder) para salvar al mundo de la amenaza de los Iniciados Negros, liderados por el malévolo Incógnito.

Las páginas de Jan Europa están llenas de acción, fantasía y humor, todo ello aderezado con frases ingeniosas, hilarantes secundarios cómicos y algo de romance, ya que Jan tiene su interés amoroso en una moderna y rebelde reportera, Ana Campbell, uno de esos bellezones con los que Edmond despertaba nuevas inquietudes en los niños de entonces.

Los escenarios de todas estas peripecias son variados, tanto fuera de nuestro país ‒Londres o Ámsterdam‒, como en España ‒Cataluña o Tenerife (con un Teide que sirve de hogar a titánicas lagartijas prehistóricas)‒, e incluso la Atlántida.

El arte con el que Edmond recrea estos parajes y dota de humanidad a sus personajes es el propio de un maestro, y convendría que lo tuvieran en cuenta los que están estudiando para convertirse en los dibujantes del mañana. Si este cómic es recomendable para cualquier lector, para un aspirante al oficio se podría decir que es imprescindible.

Dejo para el final la más reciente aparición del personaje, en el nº 20 de las Nuevas Hazañas Bélicas: «Jan Europa ¡Moreneta del destino!» (febrero de 2013), con guión de Hernán Migoya. Esta última aventura, ambientada en 1940, es un homenaje al buen hacer de Edmond, y por otro lado, nos sirve de disculpa para releer su obra.

Sinopsis

«Tipos de tupé y tipas con tremendo tipo». Así titula Hernán Migoya el epílogo al primer volumen (Glénat, 2009) que recopila las historias de Jan Europa, dibujadas por el veterano autor barcelonés Edmond allá en los setenta. Aunque ése es un buen resumen de algunos de los rasgos estilísticos de Edmond, quizás no nos define tanto su significado último, sus matices de guión.

¿Quién era Jan Europa?

Jan Europa nace y muere en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Muere, porque como soldado la explosión de un obús hace que casi lo den por difunto; y nace, porque esa misma explosión demuestra que está hecho de una pasta inmortal. A partir de esta premisa tan simple como intrigante, seguiremos los pasos de este héroe tan poco normal.

Jan Europa vivió en las páginas de distintos semanarios de Bruguera, comenzando por Mortadelo. Había comenzado su andadura como un guión escrito por el propio Edmond cuando estudiaba arqueología en la Universidad de Barcelona. Pero en aquellos tiempos de tardofranquismo, un personaje universitario tenía un grave problema, y éste era su potencial de convertirse en un motivo de incomodidad. Conclusión: carpetazo al tema.

Pero Edmond no cejó en su intento. Le gustaba la serie, y con ella podía crear un personaje que se alejara de los cánones del género de acción. Desde su mismo apellido, Europa –un homenaje a la idea, entonces aún menos apreciada que ahora, de un continente unido-, hasta su lugar de nacimiento, Cadaqués (un Cadaqués que nos remite a Dalí. Jan Europa, igual que Corto Maltés, nació en el Mediterráneo), nos muestran ya que los tiros no van a ir por los sitios habituales. Y es que de hecho, los tiros no van a ir a ningún lugar, porque Jan Europa es un héroe de acción atípico, que no emplea más que la violencia más imprescindible, y nunca, jamás mata a nadie (los únicos que mueren en la serie lo hacen por accidente). Jan no fuma ni bebe; lo de las mujeres ya es otra cosa.

Este intento de renovar un género llegaba en un momento en el que justamente aún parecía necesitar renovación, por lo que el reconocimiento del talento de Edmond llegó primero en el extranjero, gracias a ediciones de la serie en Francia, Yugoslavia, Australia, Brasil… A nuestro país no llega hasta 1979, cuando Edmond ya es reconocido como un todoterreno solvente. En esta edición de Glénat en formato de trilogía no sólo recuperamos todo el material de Jan Europa que apareciera en su día, sino que se vieron por primera vez las noventa páginas que quedaron inéditas al cortarse la historia.

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Glénat. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).