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Crítica: «Way Down» (Jaume Balagueró, 2021)

Si Way Down no tuviera una apariencia tan internacional, no habría necesidad de remarcar que es un largometraje español. Y por otro lado, si los críticos no fuéramos tan tiquismiquis con el cine de género, tampoco haría falta subrayar el mérito que tiene rodar una producción como esta.

Ya saben: ese melodrama tan retraído que triunfa en festivales a base de planos fijos (con su oportuno mensaje) siempre será mucho más alabado que una película como esta, ambiciosa en términos comerciales y de factura muy compleja.

Me adelantaré a esos reproches. En efecto, Way Down no es el colmo de la originalidad, y a poco que uno sea aficionado a las películas de robos, entenderá que no reinventa la rueda.

Pues bien… ¿Y qué más da?

Aquí Jaume Balagueró se luce con una puesta en escena trepidante y cinética, al servicio de un buen reparto que tiene claro cuál es el objetivo: empaquetar como es debido una aventura de alto voltaje en torno a un robo imposible.

La trama sitúa en una difícil tesitura ‒asaltar la cámara acorazada del Banco de España durante el Mundial que la selección española ganó en 2010‒ a un equipo variopinto, en el que se alían un estudiante de ingeniería superdotado, Thom (Freddie Highmore); un veterano cazatesoros, Walter (Liam Cunningham); el típico hombre de acción, James (Sam Riley); un pirata informático, Klaus (Axel Stein); una sofisticada ladrona, Lorraine (Astrid Bergès-Frisbey); y un inteligente «conseguidor», Simón (Luis Tosar).

Frente a ellos, se emplea a fondo el jefe de seguridad de la entidad bancaria, Gustavo (José Coronado), experimentado en la lucha antiterrorista, intuitivo, suspicaz y con un mal genio permanente. En un papel más breve, disfrutamos de la actuación del gran Emilio Gutiérrez Caba como el gobernador del Banco de España.

Uno se sienta frente a la pantalla sabiendo lo que debe esperar y lo que no. Entrar en este juego de la búsqueda del tesoro supone dejarse llevar, y sobre todo, disfrutar de una película entretenida, ligera, simpática y resuelta con mucha profesionalidad. No estamos ante un film áspero o de cocción lenta, sino ante un pasatiempo que explota un escenario muy atractivo y vertebra de forma precisa lo que quiere contar.

Sin otra ambición que la de divertir al espectador, Balagueró dota de mucha energía a un relato reconocible, pero no por ello falto de interés y de suspense. Lo que cuenta en este caso, como ya verán, es la pura y simple diversión. No hace falta más.

Invocar a un género tan desgastado como el cine de robos, saliendo bien parado del empeño, ya demuestra que este realizador tiene la suficiente clase como para hacer fácil lo difícil.

Sinopsis

El Banco de España es completamente distinto a cualquier otra entidad financiera. Un banco absolutamente inexpugnable. Un banco que nadie ha podido robar, del que no hay planos, no hay datos, ni hay nadie vivo que sepa qué ingeniería faraónica se utilizó hace más de cien años para construir su cámara acorazada. Un auténtico misterio…

Pero ni las leyes de Estado, ni las leyes de la física asustan a Thom Johnson (Freddie Highmore), el brillante y joven ingeniero reclutado para averiguar cómo quebrar el secreto para acceder a su interior.

El objetivo es un pequeño tesoro que va a estar depositado en el banco solo diez días. Diez días para descubrir el secreto de la caja, diez días para urdir un plan, diez días para preparar el asalto, diez días para aprovecharse de un plan de fuga irrepetible, cuando la esperada final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica reúna a cientos de miles de aficionados a las puertas del mismísimo Banco de España… Diez días para alcanzar la gloria… o para acabar en prisión.

Según afirma Ghislain Barrois, consejero delegado de Telecinco Cinema, «Way Down es un verdadero proyecto paneuropeo, tanto a nivel creativo como a nivel empresarial, en el que llevamos más de seis años trabajando mano a mano con nuestros compañeros de aventura, Francisco Sánchez (Ciudadano Ciskul) y Eneko Lizarraga (Think Studio). Además, el reparto refleja las diferentes nacionalidades retratadas en la película, los españoles del banco por un lado, y los ladrones con grupo variado encabezado por un joven genio inglés que interpreta Freddie Highmore. La coproducción es el fruto de la colaboración entre dos grandes grupos audiovisuales, cada uno líder en su mercado como son TF1 y Mediaset España, que juntan sus fuerzas para acometer un proyecto tan ambicioso como este, que hemos decidido encargar a uno de los más grandes maestros del cine de fantástico y de terror, como es Jaume Balagueró«.

Reconocido con numerosas nominaciones y premios en todo el mundo, Jaume Balagueró, por su parte, asegura que «siempre he querido embarcarme en una historia de golpes, bancos e infiltraciones. Puro género. Pero este proyecto ofrecía mucho más. Un banco inexpugnable. Una historia de piratas. Un tesoro legendario perdido. Y una gran final de fútbol. Todo junto y bien agitado. Imposible decir que no».

Sobre la participación de Highmore como protagonista, el director, que ha estado al frente de tres de los cuatro filmes de la saga REC, además de Mientras duermes, Frágiles, Darkness o Los sin nombre, afirma que «con Freddie sintonicé desde la primera vez que hablamos. Compartimos desde el primer momento la misma visión sobre su personaje. Como suele decirse, hablábamos el mismo idioma. Y además en todos los sentidos porque Freddie habla un español impecable».

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Telecinco Cinema, Think Studio, Mediaset España, Movistar+, Sony Pictures España. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.

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