Vicente DíazEn primer lugar, cabría alertar a los responsables de los títulos españoles de las películas extranjeras que, al contrario que en los viejos tiempos y por distintos factores, los jóvenes de hoy en día hablan mejor el inglés que nuestro idioma. Teniendo en cuenta que la película parece destinada principalmente al público juvenil ‒no es precisamente un film de Haneke‒, tiene mucho más gancho el título original Cocaine Bear que Oso vicioso (y más sentido, ya que el animal del título es hembra).
Precisamente el título y el concepto, el de un plantígrado transformado en máquina homicida por haber consumido la cocaína perdida por unos narcotraficantes, ha servido para que la película haga un ruido tremendo en Internet, generando memes a mansalva, como ya sucediera hace más tiempo del que parece con Serpientes en el avión (2006). Aquella película nunca llegó a estar a la altura de las expectativas, resultando algo menos estrafalaria de lo que se esperaba después de tanta feria marketinesca, y obtuvo un resultado en taquilla algo tibio (demostrando algo que, casi 20 años después, muchos todavía no entienden: el mundo real y las redes sociales no son la misma cosa).
A la espera de ver cómo funciona comercialmente este oso farlopero ‒algo que tampoco nos incumbe a los que no somos productores ni distribuidores‒, lo cierto es que algo del efecto Serpientes en el avión sí que se percibe aquí, ya que la película nunca llega a ser la comedia negra brutal que se infería a través del título, la premisa y las sobreactuaciones de los tuiteros entusiastas.
Dejando claro que no estamos ante un festival de irreverencia y gore desatado, llega la aclaración de que Cocaine Bear es más bien una película «de monstruo» donde prima más la sonrisa que la carcajada, y en la que la sencillez con la que está rodada y lo esquemático de los personajes ayuda a que la experiencia no llegue a aburrir.
La acción transcurre principalmente en exteriores, en un precioso entorno montañés que la mayoría de nosotros «compramos» como los norteamericanos Apalaches, aunque en realidad el film esté rodado en su mayoría en el condado de Wickloe, en Irlanda, en unas localizaciones muy usadas en los rodajes hollywoodienses. Elizabeth Banks, después del fiasco de su aburridísima y chapucera revisión de Los ángeles de Charlie (2019), da un paso en la buena dirección en su empeño de afianzarse como realizadora, dejando atrás su faceta de actriz/sex symbol pizpireta. Aquí demuestra mucha más pericia detrás de la cámara, entre otras cosas sacándole un estimable provecho estético y narrativo a las mencionadas localizaciones.
Entre un reparto efectivo sin verdaderas «estrellas del momento», donde los rostros más populares serían la ex-Felicity Keri Russell , el ex-joven Han Solo Alden Ehrenreich y Ray Liotta en un papel póstumo no muy digno como despedida, quien ofrece la mejor interpretación en un papel secundario de guardabosques es la siempre maravillosa Margo Martindale, quien encarnara a la memorable Mags Bennett en Justified (cualquier excusa es buena para reivindicar esa serie).
Cocaine Bear contiene algunos momentos de gore lúdico llamativo (el más relevante involucra una ambulancia) e intenta con empeño tanto hacer gracia como crear personajes entrañables. Precisamente ese difícil equilibrio entre comedia gamberra y film «positivo» es el talón de Aquiles del film, ya que, al querer tirar con la misma fuerza de esos dos extremos, lo que consigue es un «ni chicha ni limoná» que no permite ningún tipo de impacto notable en el espectador. Al final, todo se reduce a un entretenimiento sobre un oso digital atacando a gente en el campo, tampoco tan alejado de los telefilms de monstruos de las tardes de los fines de semana, aunque mejor hecho y, al menos, con cierta intención creativa detrás.
Sinopsis
Oso vicioso está inspirada en la historia real del accidente de avión que en 1985 hizo que un traficante de drogas perdiese la cocaína que transportaba y que acabaría siendo ingerida por un oso negro. Este salvaje comedia reúne en un bosque de Georgia a un curioso grupo de policías, delincuentes, turistas y adolescentes que se encontrarán con un super depredador de 230 kilos que ha tragado una enorme cantidad de cocaína y que se haya en un frenesí destructivo en busca de más polvo… y mucha sangre.
La película está protagonizada por Keri Russell (la serie The Americans), O’Shea Jackson Jr (Straight Outta Compton), Christian Convery-Jennings (Sweet Tooth: El niño ciervo), Alden Ehrenreich (Han Solo: Una historia de Star Wars), Jesse Tyler Ferguson (la serie Modern Family), Brooklynn Prince (The Florida Project), Isiah Whitlock Jr. (BlacKkKlansman), Kristofer Hivju (la serie Juego de tronos), Hannah Hoekstra (Los Ángeles de Charlie, 2019) y Aaron Holliday (Sharp Objects), junto con la ganadora de un Emmy Margo Martindale (la serie The Americans), y Ray Liotta, premiado por los Emmy (Santos criminales).
Dirigida por Elizabeth Banks (Los ángeles de Charlie, Dando la nota – Aún más alto) a partir de un guion de Jimmy Warden (The Babysitter: Killer Queen), Oso vicioso está producida por los oscarizados Phil Lord y Christopher Miller (Spider-Man: Un nuevo universo, Los Mitchell contra las máquinas) para Lord Miller, por Elizabeth Banks (la franquicia Dando la nota) y Max Handelman (las entregas de Dando la nota) para Brownstone Productions, y por Brian Duffield (Espontánea) para Jurassic Party Productions y Aditya Sood (Marte: The Martian) para Lord Miller. La producción ejecutiva corre a cargo de Robin Mulcahy Fisichella, Alison Small y Nikki Baida.
Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.
Copyright de imágenes y sinopsis © Brownstone Productions, Lord Miller, Universal Pictures. Reservados todos los derechos.
Guzmán Urrero
