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Crítica: «Insidious: Capítulo 2» (James Wan, 2013)

A estas alturas, todos sabemos qué esperar de una película del prolífico y exitoso James Wan: atmósferas espeluznantes, muñecos y sucesión de sobresaltos sin apenas respiro entre uno y otro.

Algunos, como espectadores, necesitamos más tiempos muertos, más cocción lenta de la tensión para que nos resulte efectiva la manifestación paranormal de turno, pero es obvio -sobre todo en un patio de butacas repleto-, que sus films funcionan y gustan a la mayoría del público.

Con el estreno todavía reciente de Expediente WarrenWan estrena una secuela directa de Insidious, cargando todavía más las tintas y ofreciendo una interminable tanda de sustos prácticamente desde la primera escena.

El film retoma el argumento justo donde acabó el primer «capítulo», y alterna la acción con flashbacks del pasado del protagonista, uniendo poco a poco ambas líneas argumentales en lo que casi podría ser una historia de viajes en el tiempo.

En su afán por convertir la película en algo parecido a una visita al Pasaje del Terror, Wan no se preocupa demasiado de la solidez del guión, que se percibe disperso y descentrado.

Por otro lado, tanta aparición, pelea y persecución hacen que, de nuevo, James Wan fabrique algo muy parecido a una película de acción con fantasmas, lo cual resulta muy entretenido, pero, repito, no especialmente pavoroso para el amante del terror con suspense.

La saga Insidious, salvando las distancias, podría verse como la heredera espiritual de las películas de Freddy Krueger, en su combinación de ambientes creepy de la vieja escuela con aventuras paranormales para el público joven y palomitero. Y eso tampoco es desdeñable, sobre todo después de tanto psicópata desagradable y torture porn.

Sinopsis

Josh (Patrick Wilson) y Renai Lambert (Rose Byrne) se han mudado con sus hijos a la casa de Lorraine (Barbara Hershey), la madre de Josh, esperando olvidar el pasado y comenzar una nueva vida. Pero pronto la familia empieza a experimentar extrañas visiones y fenómenos amenazantes que les obligarán a desentrañar el oscuro secreto que les ha dejado peligrosamente conectados con el mundo espiritual.

Ya sea trabajando juntos o individualmente, el director James Wan, el guionista Leigh Whannell y el productor Jason Blum han sido responsables de algunos de los thrillers de terror más aterradores, influyentes y rentables de la pasada década.

En 2004, Wan y Whannell estrenaron la innovadora y tremendamente popular Saw, que generó toda una franquicia de gran éxito de taquilla en la que Whannell siguió ejerciendo como guionista (Saw II y Saw III) y productor ejecutivo. Wan ha pasado este verano por nuestra cartelera como director de la alabada historia de casa encantada Expediente Warren: The conjuring, mientras que Blum se ha encargado de ayudar a llevar a la gran pantalla éxitos espeluznantes como Paranormal Activity y Sinister. Juntos, el trío colaboró en el inquietante y original thriller psicológico de terror de 2011 Insidious, una cinta de mínimo presupuesto que se convirtió en el estreno cinematográfico más rentable de ese año.

Ahora, los tres cineastas han vuelto, junto con el reparto completo de Insidious, con Insidious Capítulo 2, que continúa la historia de la familia Lambert y su lucha a vida o muerte con espíritus malignos empeñados en arruinarles la vida.

«Estamos entusiasmados ante la posibilidad de continuar contando la historia que empezamos en la primera película», declara Wan, que dirige aquí su primera secuela. «Me encantan los personajes que creamos en la primera película, y es genial volver a trabajar con el mismo reparto y equipo. Es como volver a casa con una familia. Pero también impone mucho, porque el éxito de la película original nos cogió a todos por sorpresa».

Insidious se centra en los problemas de los Lambert, una familia de clase media que se ve obligada a mudarse de su casa encantada a un nuevo hogar, sólo para descubrir que los espíritus no rondaban su antigua casa, sino a su hijo mayor. Insidious Capítulo 2 retoma la historia de la familia, mientras intentan dejar atrás sus problemas recientes, pero descubren que los espíritus que los han estado atormentando no han acabado aún con ellos, ni mucho menos.

Wan y Whannell tomaron la insólita decisión de llamar a la película Insidious Capítulo 2 porque continúa justo donde acaba la anterior. «No hay muchas secuelas que hagan eso, pero nos encantaba la idea de crear dos historias seguidas», comenta Whannell. «Casi podrías verlas como una sola película, o como capítulos de una misma historia. Vemos a Josh asesinar a Elise, pero Renai no lo ve y no está segura de lo que está pasando. Así que, al principio de la segunda película, todo parece haber recuperado la normalidad, pero poco a poco te vas dando cuenta de que algo va terriblemente mal».

Blum comenta que su principal objetivo como productor era asegurarse de que el espíritu independiente que Wan y Whannell infundieron a la primera película no se diluyera, pese al hecho de que Insidious Capítulo 2 cuenta con un presupuesto ligeramente superior.

«La primera película tenía una sola visión impulsándola, la de James y Leigh, sin ningún tipo de interferencia ni compromisos creativos», comenta el productor. «Creo que esa es la razón por la que funcionó tan bien, así que queríamos que James y Leigh tampoco tuvieran que asumir ningún compromiso creativo con la secuela».

La pareja de cineastas, cuya asociación creativa se remonta a su época universitaria en Melbourne, Australia, comentan que su inspiración siempre ha procedido de intercambiar historias de fantasmas entre ellos. Incluso durante el rodaje, no paraban de intercambiar ideas y conceptos, que después incorporaban a la película.

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis ©  IM Global, Blumhouse Productions, FilmDistrict

Stage 6 Films. Cortesía de EOne Films. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).

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