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Crítica: ‘Hit Man. Asesino por casualidad’ (2023)

¿Existen todavía las estrellas de cine? No, tal cual solían ser, pero el cine –en especial, el de Hollywood– tampoco es ya lo que era. En otros tiempos, las estrellas llenaban salas, portadas de revistas –apenas existen las revistas, tampoco– y enloquecían a las masas. Ahora, como con casi todo, su reino están en las redes sociales. Una foto de Instagram o un vídeo memo en TikTok por parte de una de estas «celebrities» tendrá más repercusión que el estreno de una de sus películas. Existen fans de actores y actrices que no van al cine a ver sus películas. Muchos. Casi todos.

Todo esto viene a cuento de Glen Powell, mozalbete en el ecuador de su treintena que en la primera mitad de 2024 ha visto estrenadas tres películas –una de ellas junto a su contrapartida femenina, Sydney Sweeney–, quien se está postulando como nuevo sex symbol masculino y «estrella» de las pantallas, emergiendo del terreno de los secundarios al que parecía destinado, ya que su aspecto resulta ideal para antagonistas guapos y rubios, de dentadura perfecta de texano bien criado; quaterback de manual.

No es descabellado pensar que se le intenta lanzar como renovación generacional del ya eterno Brad Pitt, y de hecho el alter ego predilecto del protagonista de Hit Man recuerda bastante a esa estrella (una de las últimas merecedoras de ese apelativo).

En Hit Man trata el actor, sin pasarse, de trascender su imagen de «maromo» para colaborar en el guion junto a Richard Linklater, también director de esta película. Powell ya había actuado bajo sus órdenes en Todos queremos algo (2016) y Apolo 10 1/2: Una infancia espacial (2022).

Hit Man es un film de ficción inspirado en un personaje real, un «culo inquieto» llamado Gary Johnson quien, entre otras cosas, ejercía de profesor de psicología y sexualidad en una universidad pública mientras se ganaba un sobresueldo colaborando con la policía, haciéndose pasar por asesino a sueldo para cazar a los clientes antes de que la cosa fuera a peor. En el film, la acción se traslada del Houston del Gary real a Nueva Orleans, y se incluye una trama de romance y crimen totalmente inventada –en la propia película se informa de esto–.

Lo que queda es una simpática combinación de comedia romántica y noir clásico en el que Powell se luce caracterizándose como diversos asesinos a sueldo cliché, ya que el personaje utiliza sus conocimientos de psicología para realizar un estudio previo de sus objetivos y ofrecerles lo que ellos esperan, tendiéndoles así trampas perfectas. El film defiende la –discutible– idea de que la figura del asesino por contrato es una mera invención de la ficción popular del siglo XX.

El interés romántico/sexual de Gary es una mujer que lleva femme fatale escrito en la cara y por toda su sinuosa anatomía, interpretada por Adria Arjona, hija de la estrella de la música latinoamericana Ricardo Arjona (autor de hits tan rancios como perturbadores). La química entre ambos intérpretes es notable, y su relación tiene un enfoque más sexual que romántico, algo que resulta refrescante en el panorama cinematográfico actual, en especial en el estadounidense. De este modo, Hit Man se movería en un peculiar territorio donde conviven El profesor chiflado de Jerry LewisFuego en el cuerpo, de Lawrence Kasdan, con un toque de Hitchcock (la escena del teléfono móvil).

Estamos ante una película muy bien dirigida e interpretada con desparpajo, con mucho –quizá demasiado– diálogo sobre la identidad, la naturaleza de la interpretación y la lucha entre el Yo y el Ello, y unos cambios en la personalidad y la manera de actuar de los personajes bastante bruscos, pero en cierto modo justificados por el propio discurso de la película. Ante todo, un film de esos de «sonrisa», más que de «carcajada». Una película agradable, en general, que es lo que la especie humana está pidiendo a gritos en estos momentos.

Sinopsis

Gary Johnson (Glen Powell) es el tipo más buscado de Nueva Orleans. Un misterioso asesino a sueldo… que trabaja como infiltrado para la policía. Cuando rompe el protocolo para ayudar a una mujer desesperada (Adria Arjona) que intenta huir de un marido maltratador, acaba convirtiéndose en uno de sus falsos personajes y coqueteará con transformarse en un verdadero criminal.

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © AGC Studios, Barnstorm Productions, Detour Pictures, Cinetic Media, Aggregate Films, Diamond Films. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).