Canio, de Payasos, fue uno de los primeros papeles debutados por Corelli, en julio de 1953 en las Termas de Caracalla, es decir a apenas dos años de iniciar su profesión, y aunque no lo cantara tanto como cabría esperar, sí lo ofreció en dos escenarios de especial importancia: Scala de Milán (1957) y Metropolitan de Nueva York (1964), mientras en medio (1960) lo grababa en estudio para la EMI.
Pero con anterioridad a todas estas interpretaciones, en 1954, a los 14 meses justos de aquel primer contacto con el papel, el tenor de Ancona filmaba la imperecedera ópera de Leoncavallo para la RAI milanesa, con una soprano de buen ver (y quizás mejor disfrutar), sólo correcta cantante, Mafalda Micheluzzi, y un Tonio de maléfico relieve, Tito Gobbi, un Gobbi que no escatimó para la ocasión, como haría en otras oportunidades, los agudos (inventados) del prólogo en al pari di voi e incominciate.
La banda sonora de aquella filmación televisiva es la que recuperó Bongiovanni en 2005. Dirigida por un profesional de confianza como Alfredo Simonetto, destaquemos en primer lugar la impagable presencia de Gobbi, puede que el mejor actor-cantante «moderno» de todos los tiempos, en una de sus creaciones más logradas que, a la manera de Callas, no deja una frase al azar, sin darle su contenido. Y junto a él, reencontramos la soberana caracterización de Corelli, una suma bastante rara para la época de canto bien hecho y expresividad, donde nunca la palabra está forzada en detrimento de la música, sin perder de vista, claro está, la descripción del personaje.
Pocas veces se asiste con tanta claridad al drama de un hombre que en unos instantes ve hundirse todo su mundo, el que había depositado en su bella pero desagradecida esposa. Puede que muchos echen de menos la parte visual de la realización (en blanco y negro obviamente), pero teniendo en cuenta que primero se grababa la música y luego se filmaba gesticulando en playback sobre ella, con la consiguiente incomodidad para el cantante poco acostumbrado a estos menesteres, se comprenderá que resulta más provechosa la audición a secas como lo propuso Bongiovanni, ya que el oyente podrá así dar rienda suelta a su imaginación. Un disfrutable retorno al pasado.
Disco recomendado: Ruggero Leoncavallo: «Pagliacci» / Franco Corelli, Tito Gobbi, Mafalda Micheluzzi. Dir.: Alfredo Simonetto (Milán, 1954) / Bongiovanni / Ref.: HOC 012 (1 CD)
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