Cualquier buen guionista sabe que una de las fórmulas más efectivas a la hora de plantear una aventura consiste en situar al personaje principal como un pez fuera del agua.
Si nos ceñimos al mundo de los superhéroes, este esquema nos permite citar ejemplos memorables. Por ejemplo, aquel encuentro entre Hulk y un bárbaro llamado «Kronak» (en realidad, un Conan apócrifo) en el número 201 de Incredible Hulk (julio de 1976), por cortesía de Len Wein y Sal Buscema.
Muy poco después, el propio Wein, junto al hermano mayor de Sal, el incombustible John Buscema, se propuso un ejercicio similar en el episodio «¡Una noche en la ciudad!» (Marvel Spotlight, octubre de 1976). En este caso, los Tres Guerreros ‒Fandral el Apuesto, Hogun el Severo y Volstagg el Voluminoso‒ abandonan temporalmente el entorno de Asgard para protagonizar una divertida peripecia urbana, ambientada en la actualidad (o mejor dicho, en los setenta).
Como bien sabe el lector, los Tres Guerreros son unos secundarios imprescindibles en las aventuras de Thor, y su popularidad ya quedó establecida desde la fecha de su creación (Journey into Mystery nº 119, agosto de 1965). En realidad, sus creadores, Stan Lee y Jack Kirby, usaban la vieja plantilla de los tres mosqueteros para ampliar así la población de dioses y héroes asgardianos.
El volumen que motiva estas líneas incluye «¡Una noche en la ciudad!» como una suerte de introducción al plato fuerte: la historia del Estandarte del Cuervo (1985), obra de Alan Zelenetz y Charles Vess. La relación del primero con el universo de Thor venía de atrás, pero se consolidó a comienzos de 1983, cuando al guionista le encomendaron escribir para la serie regular del dios del trueno. Su colaboración con Vess comenzó en Marvel Fanfare nº 13, donde ambos otorgaron un máximo protagonismo a los Tres Guerreros. A partir de ahí, ambos dieron una vuelta de tuerca a la mitología nórdica, y tramaron una serie de aventuras en las que Fandral, Hogun y Volstagg alternaban las pasiones más viscerales con una épica de corte legendario y con la acción propia de cualquier tebeo de superhéroes.
Aunque se ha repetido en muchas ocasiones que las principales influencias artísticas de Vess fueron El Príncipe Valiente, de Hal Foster, las ilustraciones de Arthur Rackham y los carteles Art Nouveau de Alphonse Mucha, creo que ese triple influjo se resume de un modo bastante claro en estas páginas.
En ellas, la creatividad de Vess luce con todo su fulgor. Y precisamente por eso, sus admiradores son los principales destinatarios de este volumen. Un tomo lujoso y elegante donde, como tendrán ocasión de comprobar, el originalísimo dibujante se convierte en el principal reclamo.
Sinopsis
Contiene Marvel Spotlight 30, Marvel Fanfare 13, Marvel Graphic Novel: The Raven Banner y Marvel Fanfare 20, 34-37 USA
La extraordinaria aportación de Alan Zelenetz y Charles Vess a los mitos asgardianos, reunidos en un único volumen, con el protagonismo destacado de Los Tres Guerreros. Este volumen incluye también la primera aventura en solitario de Fandral, Hogun y Volstagg.
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