La vigencia de un cómic, como sucede con cualquier obra literaria, se determina por la opinión de sus últimos lectores. De poco servirá que conozcamos las virtudes de un tebeo si decidimos que ya no es oportuno elogiarlo.
En el caso de Mundo mutante, al analizar sus páginas con una mínima honestidad crítica, veremos que el magisterio de Richard Corben (1940-2020) sigue en lo más alto y brilla igual que hace cuarenta años.
Durante la lectura, advertimos que nada de lo que aparece en las viñetas sucede por casualidad. De hecho, es el fruto de una técnica depurada, de la que ya hablamos a propósito de otras creaciones de Corben, como Bloodstar (1976), Las mil y una noches (1978), Den: Viaje fantástico al mundo de Nuncanada (1968-1978) o Jeremy Brood (1982).
Aunque parezca que no hay nada nuevo bajo el sol, Corben alcanzó un estilo propio, original, personalísimo, en el que se alterna el descaro del underground con ese perfeccionismo delicado y colorista que caracterizó a ilustradores clásicos como Maxfield Parrish. En cuanto a los temas, está claro que la fantasía, la violencia y el erotismo le interesaron particularmente, pero eso no debería distraernos de su mayor baza: una excelente gramática visual.
Desde el punto de vista de los aficionados, hace mucho que el historietista estadounidense es un creador de culto, gracias en buena medida a títulos como este. No en vano, en Mundo mutante Corben exhibe todo su su talento, y además lo hace en compañía de un guionista que siempre supo entender sus intenciones, Jan Strnad.
Dimento, el bondadoso mutante que protagoniza esta aventura, es un personaje memorable a pesar de sus carencias. Sometido a un continuo escarnio, incapaz de procesar las trampas que le tiende el destino, recorre el páramo postnuclear en busca de comida y compañía. En un momento dado, descubrirá el significado del amor y el deseo. Pero el precio a pagar por ello va a ser el habitual en ese escenario feroz, donde la desconfianza es un acto reflejo. En todo caso, aunque Dimento sufre en cada viñeta ‒que sobreviva es casi un milagro‒, comprobaremos que Strnad le ofrece un consuelo más cálido de lo esperado.
Los lectores de cierta edad descubrimos Mundo mutante en la ya mítica revista 1984. En realidad, su publicación comenzó en la edición americana de esa cabecera (Warren, junio de 1978), pero nosotros leímos la versión que fue publicada en España por Josep Toutain (noviembre de 1978).
Es interesante situar esta obra en el contexto editorial que propició su lanzamiento. En sus primeras páginas de 1984, se explicaba así el origen de la revista: «Un profesional del cómic, Josep Toutain, y otro de la ciencia ficción, Luis Vigil, se reunieron una soleada mañana de invierno de 1975 en una torre de La Floresta para intentar dar forma a un proyecto de revista que produciría y explotaría internacionalmente la agencia-estudio Selecciones Ilustradas. (…) Yesterday, Today… Tomorrow. Este fue el título inglés escogido (Después cada país lo traduciría o adaptaría) Ayer, Hoy… ¡Mañana! podía haber sido el título en español. Se pretendía desarrollar historias del pasado, el presente y el futuro, claramente relacionadas con habitantes y fuerzas extraterrestres. Los libros y películas de Von Däniken estaban en su apogeo (Recuerdos del futuro y Regreso a las estrellas), influenciando poderosamente a los dos citados productores. Para su realización se contaba con valiosos elementos. Guionistas como Jan Strnad y Budd Lewis, además de Toutain y Vigil. Artistas como Esteban Maroto, Rich Corben, Sanjulián, Pepe González y un largo etcétera. (…) Toutain marchó a Nueva York y ofreció la idea al entonces considerado más progresista editor de cómics americano: Jim Warren. 1975 fue un año crítico en el mundo editorial, especialmente en los Estados Unidos. El continuo incremento del precio de las materias primas afectaba muy directamente al coste del papel. (…) Yesterday, Today… Tomorrow fue puesta en el congelador».
Este relato introductorio nos lleva a otro punto posterior: «Febrero de 1977: han pasado los peores momentos de la crisis. Jim Warren cita a Toutain en Londres. Bill DuBay, director artístico del editor americano, acude también. Se va a dar luz verde al proyecto con algunos cambios. La revista Métal Hurlant está triunfando en Europa y muy pronto se publicará en América la versión inglesa, Heavy Metal. Será una dura competencia. (…) Se elige un título más corto, con más impacto: 1984. (…) En abril de 1978 se publica en Estados Unidos el primer número de 1984. Cuenta con 84 páginas, 12 de ellas en color. Se prevé una periodicidad bimensual. Después de comprobar que la revista ha tenido una buena acogida por parte del público americano, decidimos la edición española, que será mensual. 60 páginas, 10 de ellas en color. La misma que tienes en las manos».
Los lectores de ese primer número de 1984 fueron sorprendidos, en la página 27, con el despliegue de violencia y sensualidad de Mundo mutante. Se trataba de un encargo de Toutain. De acuerdo con la línea editorial de 1984, Richard Corben nos brindó un relato salvaje de ciencia ficción, de corte apocalíptico (aunque como ya vimos, no exento de cierta ternura). Puestos a encontrar semejanzas, podemos relacionarlo con una historieta breve de Corben, «Herederos de la Tierra» («Heirs of Earth», 1973), impresa en blanco y negro por la revista contracultural Slow Death.
Mundo mutante está resuelto con técnicas mixtas ‒acrílicos, tinta, etc.‒ y cuenta con el sofisticado color, a partir de varios acetatos, que ya era una marca de fábrica para el dibujante.
El punto de partida del guión fue obra del propio Corben, pero a partir del segundo capítulo, la intervención de Jan Strnad apuntaló narrativamente el proyecto.
La edición restaurada de 2020, que en nuestro país hemos de agradecer a ECC, respeta los deseos de ambos autores. Por fin, Mundo mutante sale a la luz sin recortes ni textos manipulados (Una práctica habitual en Warren, dicho sea de paso).
Como apunta el gran colorista José Villarrubia en el epílogo de esta versión definitiva, nos hallamos ante un cómic «insuperable gráficamente. Cada página es original, sorprendente y de una calidad técnica abrumadora. De hecho, fue la primera historia larga que creó con un estilo consistente y a todo color. Toda la experimentación narrativa de sus historias cortas y Bloodstar y todos los experimentos cromáticos que empezaron en su periodo underground encontraron aquí una historia en la que se lució al máximo».
Sinopsis
En 1978, la revista 1984 comenzó a serializar Mundo mutante, historia con la que Jan Strnad y Richard Corben transportaron a los lectores a un mundo postapocalíptico para que acompañaran a Dimento: un mutante noble e inocente que trata de sobrevivir en un entorno tan peligroso como desolador, poblado por bestias salvajes, fanáticos religiosos, extrañas criaturas y científicos locos.
Considerada como una de las obras fundamentales en la bibliografía de Corben, Mundo mutante vuelve a estar disponible a través de una edición definitiva supervisada por los autores que incluye sus introducciones originales y un artículo exclusivo firmado por el reputado colorista José Villarrubia.
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