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«Monsters Unleashed!» (2017), de Cullen Bunn y David Baldeón

Con guión de Cullen Bunn y un estupendo trabajo gráfico del cántabro David BaldeónMonsters Unleashed (abril de 2017) parte de una premisa que siempre funciona: un chaval a cargo de monstruos gigantes, enfrentados con criaturas de similar poderío.

El chico es Kid Kaiju, con su mágica libreta de dibujo siempre a mano, y sus descomunales aliados son los robóticos Aegis y Mekara, el dragón Slizzik, el insectoide Scragg y el energético Hi-Vo. Cuenta en este caso con otra cómplice, la cazavampiros Elsa Bloodstone ‒hija de Ulises Bloodstone, otro héroe dedicado a la misma labor, creado Len WeinMarv Wolfman y John Warner en 1975‒. Como era de esperar, Elsa añade un punto de fantasía gótica a este relato desbocado, en el que lo importante es mostrar a los gargantúas en acción, retándose o provocando destrozos en su entorno.

La gracia del asunto es que Kid Kaiju puede invocar a las quimeras a través de ese cuaderno, y como no hablamos de una habilidad cualquiera, se comprende que Control de Daños y S.H.I.E.L.D. controlen la situación a través de Gloria Clark. Lógicamente, Kid (cuyo auténtico nombre es Kei Kawade) sigue viviendo en familia, junto a sus padres Minouru y Deanna Kawade, pero su existencia dista mucho de ser la habitual en un muchacho de su edad.

Hablando del cine de monstruos japonés (kaiju-eiga) ‒genero que probablemente frecuentan los creadores de este tebeo‒, uno debe asumir que la variedad de criaturas siempre es un punto a favor. En este sentido, la diversidad zoológica y mecánica de los leviatanes imaginados o reimaginados por Bunn y Baldeón es algo que seguramente agradecerán los lectores.

Y ya que menciono a estos últimos, parece claro que a la hora de valorar un producto de estas características, siempre hay que hacerse la siguiente pregunta: ¿cumple esta obra con los fines que persigue? Entiendo que Monsters Unleashed es, por encima de todo, un tebeo juvenil, cuyo impacto depende del vigor con el que Kid Kaiju y compañía combaten contra sus adversarios: unas bestias interestelares que también parecen salidas de un tebeo o de un film japonés.

Los recovecos del guión son, desde este punto de vista, algo relativamente secundario, y las virtudes del producto residen, por supuesto, en el dinamismo y la espectacularidad de las páginas.

David Baldeón comprende a las mil maravillas la fórmula, y ofrece todo un recital de fuegos artificiales. Esto es algo que encantará a los lectores más jóvenes, sobre todo a aquellos que se han acostumbrado a la estética del manga y el anime destinados a los chavales (incluyendo en esa categoría derivaciones occidentales, al estilo de la serie animada Ben 10, creada en 2005 por Duncan RouleauJoe CaseyJoe Kelly y Steven T. Seagle).

Detalle para nostálgicos: la cabecera original de Monsters Unleashed identificó en otro tiempo a una serie de once tebeos en blanco y negro, publicados por Magazine Management, una filial de Marvel, entre 1973 y 1975. Su contenido era muy similar al de otras publicaciones con la misma filosofía, como Dracula Lives!, Tales of the Zombie y Vampire Tales.

Sinopsis

¡Libera una vez más a todos los muertos! Descubre el destino de Kid Kaiju después de que consiguiera salvar al planeta entero del ataque de las peores criaturas que haya conocido la Tierra. Ahora, él y sus monstruos forman equipo con Elsa Bloodstone.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Marvel Comics, Panini Comics. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.