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«Daredevil: Tribunal Supremo» (2017), de Charles Soule

Una regla no escrita de los superhéroes es que, cada cierto tiempo, deben retornar a sus orígenes. Esto impide que pierdan la pureza que los caracterizó cuando emprendieron su cruzada contra el crimen.

En el caso de Daredevil, ese vaivén entre el pasado y el presente le ha permitido consolidarse en el imaginario de los lectores de una forma cada vez más nítida.

El guionista Charles Soule cumple con todos esos requisitos innegociables que hacen único a este personaje. Ya saben: se viste como un diablo, nadie puede toserle en la oscuridad y su nobleza moral no decae en ningún momento. Pero Soule, además de escritor, fue abogado, y eso le permite hilvanar aventuras en las que la acción y el riesgo se combinan a la perfección con intrigas políticas y peripecias en los juzgados.

En el tebeo que hoy les recomiendo (junio-agosto de 2017), la parte legal es decisiva, y alcanza un rango épico. A su manera, Soule parece revivir los mejores momentos de esas ficciones televisivas o cinematográficas protagonizadas por fiscales y abogados, en las que el ritmo de las alegaciones nos deja absortos.

Con Wilson Fisk urdiendo una trama tan inteligente como maléfica, Murdock debe arriesgarse más que nunca frente al juez, y para ello, ha de encontrar aliados. Esto es algo que, de paso, le permite reconciliarse con viejos colegas.

Soule entiende que la clave del personaje es su capacidad de reacción. En realidad, Daredevil no piensa a largo plazo, sino que reacciona de forma sucesiva, resolviendo una crisis tras otra. Ello, como es lógico, también le lleva a cometer errores, pero eso le humaniza, incluso cuando lo que se le viene encima es un peligro sobrenatural e incomprensible. En todo caso, las leyes son los cimientos éticos en los que el héroe basa sus actuaciones, en el juzgado y también en las calles.

Ya les dije que Soule es abogado. No es el único punto que el guionista comparte con Murdock. Cuando lean las páginas que llevan al personaje hasta Oriente, recuerden que Charles Soule consiguió un Grado en Estudios de Asia Oriental en la Universidad de Pensilvania, antes de matricularse en Columbia, donde se licenció en Derecho. Habrá quien piense que esta formación no sirve de mucho a la hora de escribir un guión, pero tras la lectura de este cómic de Daredevil, estoy seguro de lo contrario. Añádanle a todo esto que trabajó como letrado en un bufete neoyorquino y que además vive en Brooklyn, y comprenderán que esa afinidad no parece casual.

Dejo para el final el apartado gráfico. Del dibujo se ocupan Goran SudzukaAlec Morgan y Ron Garney, cuya diferencia de estilos no resulta chocante. En realidad, el equipo alcanza un nivel mucho más que notable, e idóneo para el fin narrativo que persigue Soule.

Sinopsis

Matt Murdock lleva su lucha a la más alta instancia: ¡El Tribunal Supremo! Ahora, el abogado ciego tendrá que defender su nueva ley, mientras que Daredevil trata de defender su vida.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Marvel Comics, Panini Cómics. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.

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