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Todd Solondz: «El conformismo es un impulso natural en el ser humano»

Bienvenido a la Casa de Muñecas (1995) y Happiness (1998) pusieron a este tipo feúcho y delgado en el mapa del cine mundial. De ahí en adelante, Todd Solondz (Nueva Jersey, 1959) ha sabido consolidarse como un realizador capaz de diseccionar las contradicciones humanas con una inteligencia incisiva y perturbadora.

Aunque su siguiente tragicomedia, Cosas que nos se olvidan (2001) no fue bien tratada por la distribución, en 2006 llegó a España Palíndromos, otra propuesta nada complaciente y decididamente anticonvencional. Con posterioridad, sus admiradores han accedido a nuevas creaciones de Solondz, como La vida en tiempos de guerra (2009) y Dark Horse (2011). Desde 2009, alterna su faceta creativa con sus clases de dirección y guión en la Universidad de Nueva York.

Coincidiendo con el lanzamiento de Palíndromos (2004), una muestra de su poesía grotesca, desconcertante y nada piadosa, protagonizada por Ellen Barkin, Stephen Adly Guirgis y Jennifer Jason Leigh, charlamos con el realizador acerca de sus películas y su singular exploración de los rincones oscuros de la existencia.

Palíndromos es una película inusual. ¿Tuvo problemas para conseguir la financiación necesaria para rodarla?

Comencé a dirigir la película con mi propio dinero, pero afortunadamente una empresa, Celluloid Dreams, accedió a entrar en la producción y encargarse de ella, porque la verdad es que no disponía de suficientes medios para acabarla.

Sin embargo, no creo que sea una película extraña… A mi modo de ver, usted refleja lo que viene a ser el mundo real, pero hay mucha gente a la que sus personajes les parecen simplemente unos freaks.

Por lo que he podido saber, para los europeos los Estados Unidos son un lugar bastante freak, y supongo que no puedo estar en desacuerdo. Pero claro, como americano que soy, no lo veo de esa manera.

En este aspecto, las personas procedentes de familias evangélicas me han comentado lo realista que era la familia del personaje de Mamá Sunshine (Debra Monk), muy parecida a las suyas. Entiendo que es difícil discutir que una familia que obliga a su hija a abortar es menos freak. Para mí, los niños Sunshine son hermosos y desgarradores. Debe existir cierta sátira y humor en el guión, pero nunca a su costa. Entiendo que eso sí que sería obsceno.

Los Sunshine son fundamentalistas. ¿Ha tenido algún problema con asociaciones religiosas que se hayan sentido incómodas con su obra?

No, pero tal vez se deba a que no pertenezco a ninguna asociación religiosa. Lo bueno de hacer una película que no gana dinero es que a nadie le importa lo suficiente como para asesinarme.

La película transmite la idea de que la gente no puede cambiar. ¿No resulta conformista aceptar ese planteamiento?

Por supuesto que cambiamos, y al mismo tiempo, no cambiamos. Ambas cosas son ciertas. Durante toda la metamorfosis que experimenta Aviva –interpretada en la película por Emani Sledge, Valerie Shusterov, Hannah Freiman, Rachel Corr, Will Denton, Sharon Wilkins, Shayna Levine y Jennifer Jason Leigh–, ella continúa, a un nivel esencial, siendo la misma.

El conformismo es un impulso natural en el ser humano. Está conectado con el instinto de supervivencia. Estoy de acuerdo con bastantes de las cosas que dice a propósito de esta cuestión Mark (Matthew Faber), el hermano del personaje de Dawn Wiener, la protagonista de Bienvenido a la Casa de Muñecas, cuyo funeral se celebra al comienzo de Palíndromos. Obviamente, cuando hace su discurso fúnebre, Mark está un poco más triste que yo.

En líneas generales, es cierto que nuestras limitaciones nos definen, pero también hay posibilidades infinitas dentro de esos parámetros.

¿Qué opina sobre la relación que hoy se establece entre los adolescentes y las nuevas tecnologías?

Bueno, todas las generaciones están expuestas a las nuevas tecnologías, y por consiguiente, todo el mundo debe aprender a adaptarse o a enfrentarse a la marginación social e intelectual que puede derivarse de esas corrientes.

Está claro que también tiene ventajas.

Cierto. Por ejemplo, si eres joven y quieres ser un director de cine, nunca ha habido una época mejor para ello. Gracias a la tecnología, las barreras económicas se han derribado. Dispones de plataformas como YouTube y el montaje final profesional es accesible gracias a las nuevas herramientas de software. Por consiguiente, tan sólo te limita tu propia imaginación.

En sus películas, las relaciones interpersonales son vistas desde un ángulo inesperado. Para terminar, dígame… ¿es el amor algo bueno? ¿O en realidad es un problema?

Es ambas cosas. De lo contrario, no sería amor.

Sinopsis

Aviva Victor tiene doce años y quiere ser madre. Hace todo lo que puede para que esto ocurra, y casi lo consigue, pero se ve frustrada por sus sensatos padres. Así que decide escaparse, empeñada en quedarse embarazada de una manera o de otra. Pero en vez de eso se encuentra perdida en otro mundo, menos tangible quizá, pero lleno de toda clase de extrañas posibilidades. Como muchos otros, este es un viaje de ida y vuelta, y es difícil decir si al final volverá a ser la misma, o si puede ser otra cosa que lo que siempre ha sido.

Notas del director
«Es posible que la gente salga de ver mi película hablando de ella en términos de los temas que trata y ésta no es una película de ese tipo, eso no me interesa. Las dos caras del asunto son irreconciliables y lo acepto. En cualquier caso el tema es que se nos da un telón de fondo para contar la historia de una niña suspendida entre una familia que mata de una forma y otra familia que mata de otra. O una familia que no ofrece ninguna posibilidad de elegir y otra para la que todas las elecciones ya están tomadas. Como un palíndromo, el mundo gira sobre sí mismo sin ningún cambio: es como mirarse a los dos lados del espejo. Mi película, sin embargo, es en último término una historia de amor, como lo han sido todas mis películas: historias de amor prohibido, amor por uno mismo. Porque realmente no hay historia que merezca la pena ser contada que no sea de amor. Al final de El Mago de Oz, Dorothy, el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León aprenden que lo que siempre pensaron que les faltaba, lo tenían ahí. Aprenden, en un sentido, que no han cambiado en absoluto: siempre fueron valientes, compasivos, y estaban en su hogar. Nada cambia. ¿Pero es posible cambiar?. Los optimistas tienden a creer en esa posibilidad, con la implicación de que las cosas además cambiarán a mejor. La idea de que no podemos cambiar sugiere que no podemos mejorar, y nadie quiere creer esto, aunque algunos se pueden consolar con lo que también implica esta afirmación, no podemos empeorar. La pregunta es: ¿en que medida es posible el cambio y hasta que punto no lo es?. ¿Es nuestra naturaleza como un palíndromo de alguna forma, impermeable al cambio por mucho que, paradójicamente cambiemos? Algunos pueden encontrar la idea de que nunca cambiamos deprimente y determinista. Y aún así la incapacidad es en muchos aspectos liberalizadora, te libera entre otras cosas de la obligación de cambiar. Y aceptar esta incapacidad puede ser una manera de consolarse: nadie es inmune, todo el mundo debe ser quien es. Puede haber una sensación de estar condenado, pero también de redención. El arte, de cualquier forma que sea definido, si es que es definible, no tiene significado si no es transformador. Por supuesto, al mismo tiempo, debe hacer a cualquier persona mejor, o peor. Si no es así, no es arte. Aviva es retratada por dos mujeres, cuatro chicas de 13 a 14 años, un chico de 12 y una niña de 6 años. Es la primera película para todos ellos».

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).