Guzmán Urrero
El árbol genealógico que prospera a partir del Lázaro de la Biblia incluye a sus tres hijos, Abraham Skybourne, Thomas Skybourne y Grace Skybourne, genéticamente superpoderosos y bendecidos con dos cualidades: una piel impenetrable y una biología inmortal.
A esa deriva bíblica se le suma aquí un elemento legendario: la tradición artúrica, y en concreto, la espada Excálibur, que figura como el primer elemento llamativo en esta historia en la que hay ciencia-ficción, objetos místicos, dragones y otras criaturas mágicas.
Este es un cómic de Frank Cho. Ya sé, no hace falta que me lo digan. A Cho le encanta participar en obras en las que su arte se basta para narrar la historia, como si pudiera prescindir de los textos. Súmenle a ello una perfeccion de trazo que aprovecha, a la menor oportunidad, para mostrar la sensualidad femenina. También le distingue un gusto por la pirotecnia visual que, a decir verdad, siempre es muy disfrutable.
Skybourne, como podrán comprobar, es una obra destinada a quienes admiran las ilustraciones y las portadas de Cho ‒tengan en mente su antología Apes and Babes (2009)‒. No obstante, la trama evoluciona con cierta sofisticación, y aunque lo que realmente importa es ver a los héroes luchando con bestias fabulosas, o enfrentándose en combates sangrientos, parece que el artista se ha tomado en serio el proyecto de reactualizar, desde un ángulo fantacientífico y con ciertos ingredientes propios de la saga Bond, los mitos del Rey Arturo.
Aun reconociendo que en alguno de sus tramos este cóctel puede parecer excesivo, los trucos ópticos de Cho ‒para empezar, su acierto en la composición de las páginas y el minimalismo en los fondos, enfatizando a los personajes‒ logran engañar a nuestros sentidos. Con ello, el dibujante logra que la estructura secuencial sea tan fluida como si asistiéramos a una proyección de cine.
El relato, por añadidura, tiene la parte agresiva que corresponde a unos inmortales luchando. Esos episodios sangrientos funcionan precisamente por eso: porque el autor no tiene inconveniente en mostrar cómo una espada hace su afilado trabajo en el cuerpo humano.
En todo caso, al margen de las cualidades de su guión, el punto fuerte de Skybourne es el elegante trazo de Cho, que en este caso cuenta con un colaborador eficacísimo e inspirado: el colorista Marcio Menyz.
Sinopsis
Tras su milagrosa resurrección, Lázaro tuvo tres hijos: Abraham, Thomas y Grace. Todos fueron bendecidos con fuerza sobrehumana, piel impenetrable e inmortalidad. Todos ellos en el presente. Frank Cho (Salvaje Lobezno) ha decidido contar su historia.
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Manuel Rodríguez Yagüe
