En la estación Termini de Roma compré un libro de Dino Buzzati. Buzzati es famoso sobre todo por su libro El desierto de los tártaros, que Borges elogió e incluyó en su colección de obras maestras de la literatura. Desde hace muchos años tengo ganas de leer ese libro, tal vez porque una de mis primeras pasiones fueron los mongoles y pensaba que lo del desierto de los tártaros tendría relación con Gengis Khan y sus sucesores. Pero parece que el libro de Buzzati no trata de eso, sino que lo escribió cuando trabajaba como enviado especial en algún lugar de África en tiempos de Mussolini (supongo que en Abisinia), y el libro trata de nada, de la nada, del desierto, de lo que esta vacío, tal vez de la soledad.
Pensé comprar en Roma ese libro, pero temí que mi italiano no me permitiera entenderlo bien, así que elegí otro libro de Buzzati: Poema a fumetti (1969).
En realidad no es un libro, sino un cómic (fumetti significa cómic en italiano).
En el cómic se cuenta la historia de Orfeo, el músico que bajó a los Infiernos a buscar a su amada Eurídice. Pero Buzzati sitúa la historia en el siglo XX y Orfeo, llamado aquí Orfi, es un músico pop-rock.
La historia y los dibujos me gustaron tanto que decidí plagiar a Buzzati, y en ello estoy, dibujando una actualización en cómic de Pinocho, que es una historia que siempre me ha gustado muchísimo. Tenía tantas ganas de hacerlo que compré allí mismo, en Roma, un Pinocchio. Creo, por ejemplo, que casi lo único bueno de IA, Inteligencia Artificial de Spielberg es lo que está sacado de Pinocho, incluido el guapísimo Jude Law en el papel de zorra o gato tentador.
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