Vicente Díaz
Geoff Johns es el guionista de esta saga publicada originalmente en 2003, de marcado tono «post 11-S» pero con la acción, sorpresas y personajes carismáticos propios de un cómic de Los Vengadores de toda la vida. El drama y la política se alternan con los mamporros y el humor al más puro estilo Marvel.
Zona roja (Avengers, vol. 3, nº 61-70, febrero-octubre de 2003) cuenta con el arte profesional de Gary Frank e Ivan Reis, aunque la parte central de la saga está dibujada por Olivier Coipel, quien más tarde ha sido el encargado de ilustrar el aclamado evento marveliano Dinastía de M (House of M, junio-noviembre de 2005), de Brian Michael Bendis.
Tanto el guión de Johns como las viñetas de los dibujantes mencionados coinciden en una puesta en escena de ritmo cinematográfico, con hincapié en el suspense desesperado de la historia que se cuenta, una crisis causada por una nube tóxica que se genera en el Monte Rushmore y que parece imparable.
El número de víctimas inocentes en este cómic es bastante alto, y terrible teniendo en cuenta la manera en la que perecen los afectados.
Zona Roja, pese a la presencia de hombres voladores, se acerca en sus planteamientos a thrillers catastrofistas como Estallido, y los héroes trabajan contrarreloj, y con expectativas prácticamente nulas de éxito, como los protagonistas de la serie 24.
Con la acumulación de personajes que se puede esperar en uno de estos cómics corales, en Zona Roja se alternan diversas subtramas, incluyendo las discusiones entre el capitalista Iron Man y el reticente Pantera Negra, quien intenta salvar la situación, pero también mantener los enormes recursos tecnológicos de su país al margen del resto del mundo, en especial de Estados Unidos.
Los deslices de los USA también afectan al máximo defensor del Sistema, el Capitán América, quien se muestra muy afectado cuando descubre que el arma biológica que afecta a su país ha sido desarrollada en unos laboratorios estatales. Claro que el culpable final de la catástrofe no es otro que uno de sus enemigos más íntimos, así que en esta Zona Roja tenemos a un Capi agobiado como pocas veces lo había estado desde su creación en 1941 por parte de Jack Kirby y Joe Simon.
Al comienzo de este cómic, Los Vengadores han conseguido que la ONU reconozca su base de operaciones como terreno soberano, gozando de todos los privilegios diplomáticos.
En realidad, están vigilados de cerca por la CIA y colaboran hombro con hombro con el ejército estadounidense, especialmente en el caso de Ms. Marvel / Pájaro de Guerra, en lo que es una delicada relación siempre a punto de desequilibrarse.
Entre los personajes algo más secundarios del universo Marvel que aparecen en esta saga, cobran especial importancia las inseguridades de Jack Hart, Sota de Corazones (creado en 1976 por Bill Mantlo y Keith Giffen), quien no termina de encontrar su lugar ni en el mundo de los superhéroes ni en el mundo en general.
Otro secundario de lujo es Halcón, el alado villano redimido que vio la luz en las páginas de Capitán América en 1969, fruto de de la fantasía de Stan Lee y Gene Colan. En Zona Roja, Halcón ejerce de vigilante de los vigilantes, una delicada tarea.
Los Vengadores: Zona Roja es una saga llena de tensión que agradará a los seguidores de este variopinto supergrupo.
Sinopsis
Cráneo Rojo, el peor enemigo del Capitán América, ha logrado lo imposible: infiltrarse en el gobierno de Estados Unidos. Desde su posición como Secretario de Defensa, el veterano criminal nazi autoriza la utilización de armas biológicas en los alrededores del monte Rushmore.
Sólo Los Vengadores pueden contener el peligro… ¡Y todavía tendrán luego que enfrentarse con Cráneo Rojo! Para misiones como ésta, nacieron Los Héroes Más Poderosos de la Tierra.
Ficha editorial
Coleccionable Marvel Héroes 7 – Los Vengadores: Zona Roja
Edición original: Avengers vol. 3, 61, 62, 64-70 USA
Guión de Geoff Johns
Dibujo de Gary Frank, Ivan Reis, Olivier Coipel
Copyright del texto © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.
Copyright de imágenes y sinopsis © Marvel Comics. Cortesía de Panini. Reservados todos los derechos.
Guzmán Urrero
