Guzmán Urrero
Un relato histórico del cristianismo implica la revisión de sus vicisitudes a lo largo de los siglos, y en particular, de las relaciones que sus discípulos e intérpretes tuvieron con el Jesús que aparece en el Nuevo Testamento. El filósofo Jesús Mosterín afronta esta formidable labor con inteligencia, claridad y amplitud de referencias.
Los lectores de Mosterín ya están acostumbrados a su estilo vibrante y a su enfoque transversal. En este volumen, el filósofo calibra el enorme peso del cristianismo en el pensamiento occidental, desgranando las claves de esa influencia y detallando la evolución de cada concepto involucrado en su doctrina.
Desde el punto de vista histórico, el lector accede a los grandes personajes que desarrollaron el orden espiritual, político y cultural de esta religión: Pablo de Tarso, Constantino, Agustín de Hipona, Martín Lutero… De este modo, la dimensión inabarcable de varios siglos de cristiandad queda reflejada ordenadamente, al resumir el autor el significado de cada acontecimiento, cada impulso y cada reforma.
A lo largo del volumen, Mosterín sitúa bajo la lupa aquello que podemos considerar específico de los cristianos. En este sentido, es interesante hallar a un Jesús que no se aleja tanto como hoy creemos del judaísmo, y a un Pablo que formula esa ruptura con esos detalles teológicos e ideológicos que configuran lo que viene a ser el cristianismo actual.
Esa poderosa aportación paulina se anticipa a otras muy influyentes, como las generadas a partir de las tesis de San Agustín o del propio Lutero. Todo ello, obviamente, nos induce a examinar esta religión como una obra de pensamiento ‒en el sentido más profundo del término‒ que crece y prospera con el tiempo, por más que una serie de dogmas se atribuyan directamente al Mesías.
El ensayo de Mosterín, soberbio en su desarrollo literario e intelectual, aborda asimismo el expediente cristiano del poder, su implantación social y su vínculo con las instituciones, en una realidad histórica contaminada por los intereses predominantes en el balance de poderes de cada etapa.
Aunque los lectores más fervientes pueden sentirse puntualmente incómodos ante ciertas evidencias que ya ningún especialista cristiano niega ‒las contradicciones en los textos neotestamentarios, la escasez de evidencias del Jesús histórico, etc.‒, lo cierto es que esta es una obra importante, densa y accesible, que nos ayuda a comprender con un gran cúmulo de información el fenómeno del cristianismo y de los cristianos en la historia del pensamiento.
Sinopsis
La «Historia del pensamiento» de Jesús Mosterín está integrada por libros monográficos autónomos, que se caracterizan por la frescura de la mirada, el enfoque interdisciplinar, la relevancia actual, la lucidez del análisis y la claridad de la exposición. En su conjunto, la serie ofrece una panorámica única y completa de la evolución de las ideas filosóficas, religiosas, científicas y políticas, situadas en su contexto social.
El volumen dedicado a Los cristianos que puede leerse con provecho junto con los dedicados en esta misma serie a Los judíos y a El islam aporta al lector curioso y al estudiante una visión global, actual, objetiva y crítica del desarrollo del cristianismo, movimiento insoslayable que ha marcado con su impronta la cultura y el pensamiento occidentales de los dos últimos milenios.
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