La densidad biológica y un aire de paraíso perdido son dos cualidades que caracterizan a la selva. Ambas han pasado a formar parte de la literatura y las leyendas que hablan de ese ecosistema. Pero no vamos a hablar aquí en clave científica, sino fijándonos en la etimología de la propia palabra «jungla».
Dos autores por quienes sentimos mucha simpatía, Henry Yule y Arthur C. Burnell, analizan el asunto en su Hobson-Jobson. The Anglo-Indian Dictionary (1886; reeditado en 1996 por Wordsworth Editions Ltd. a partir de la versión de 1902). A su modo de ver, la voz jungla proviene del sánscrito, jangala. No obstante, aclaran ambos estudiosos que, para los pueblos indostánicos, ese vocablo alude a un terreno baldío, ya inútil para la siembra, cubierto luego por hierbas y árboles que consienten habitar en un lugar semejante.
Las prolijas anotaciones de los viajeros que iban y venían por la Ruta de la Seda indican que la palabra fue usada entre los persas y asimismo entre los pobladores del Turkestán. Con el paso del tiempo, jangala pasó a conformar el dialecto angloindio, en este caso para aludir a las zonas boscosas, pero sin especificar nada acerca de su imposible cultivo.
De ahí en adelante, ingleses y franceses adoptaron el uso de la voz jungle, que también reconoció en versión castiza el Diccionario de la Lengua Española (Barcelona, Ramón Sopena, 1917), de José Alemany y Bolufer. No obstante, la ortografía era bien distinta: «Chungla, que es como debe escribirse en castellano». A ello añadía don José la voz sinónima junglar, indicando que «la j de estas voces se pronuncia como la j catalana o francesa». Sin duda, este es un asunto que ha de interesar a los lingüistas, pero desde un punto de vista exclusivamente histórico.
Con posterioridad, la Real Academia Española, en su Diccionario de la lengua española (Madrid, Espasa-Calpe, 1970) reforzó la etimología (del inglés, jungle, y éste del indio, jangal,‘bosque’), proporcionando la definición que ha llegado hasta nosotros: «En la India y otros países de Asia y América, terreno cubierto de vegetación muy espesa».
Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Esta es una versión expandida de un artículo que escribí, con el seudónimo «Arturo Montenegro», en el Centro Virtual Cervantes, portal en la red creado y mantenido por el Instituto Cervantes para contribuir a la difusión de la lengua española y las culturas hispánicas. Reservados todos los derechos.