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«La guerra interminable» (1974), de Joe Haldeman

Es casi imposible resistirse a la tentación de comparar esta novela con Starship Troopers (Tropas del espacio), célebre obra de Robert A. Heilein publicada quince años antes, en 1959. Al fin y al cabo, ambos libros nos narran las aventuras de un soldado en una guerra interestelar contra una extraña raza extraterrestre, tomando como modelo el ejército contemporáneo y elucubrando cómo sería la lucha en el futuro.

Es común, también, caer en la simplificación de decir que La guerra interminable (The Forever War) es la respuesta “progre” a la muy reaccionaria Starship Troopers. No faltan ciertas trazas de verdad en esa afirmación, pero los tiros van por otro lado.

Heinlein fue un tipo con conocimientos de ingeniería, mucha imaginación y una sólida carrera militar en la Marina estadounidense, frustrada por temas de salud, algo que no le sentó nada bien cuando quiso combatir en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

Por su parte, Joe Haldeman tuvo una importante formación científica –física y astronomía–, y pasó en un pestañeo de la graduación universitaria a la jungla vietnamita cuando fue llamado a filas. Durante la guerra, se llevó nada menos que el Corazón Púrpura al ser herido por una mina.

Ambos libros surgen, evidentemente, de las experiencias de los autores y de la época en la que fueron escritas.

Starship Troopers es un canto al soldado y una loa al espíritu militar, desde la perspectiva de una sociedad que ha triunfado frente al enemigo, Japón, y que ha prosperado económicamente gracias a la guerra. Heinlein refleja ese espíritu triunfalista, y va más allá presentando una sociedad utópica en la que el crimen y la inseguridad han desaparecido gracias a la mano dura y a un infalible sistema de gobierno de tintes militaristas. Este autor solía destacar más por su ingenio para la ciencia-ficción que por su humanismo, y en Starship Troopers se decanta por la tecnocracia como arreglo de todos los males del mundo, aunque de una manera tan ingenua que no puede ser tomada en serio.

En La guerra interminable nos encontramos con las memorias recientes de un veterano de Vietnam, relatadas en clave de ciencia-ficción. Al contrario que en la Segunda Guerra Mundial, Vietnam no fue una guerra “popular”. No se trataba de vengarse por el ataque de un enemigo bien definido, sino que tenía un objetivo más difuso. Por otra parte, fue una guerra larga y lejana. Y además, se perdió.

El protagonista de la novela, el soldado Mandella (casi un acrónimo de “Haldeman”), es uno de los primeros participantes en una contienda que dura más de mil años. El enemigo es casi desconocido, unos extraños alienígenas de la constelación Tauro. Para Mandella, objetivamente, la campaña no dura demasiados años, pero por cuestiones de la relatividad, los viajes a la velocidad de la luz y el transporte a través de agujeros de gusano, los siglos pasan vertiginosamente sin que él los experimente.

Más que centrarse en criticar la guerra de Vietnam, Haldeman nos habla de esa sensación de aislamiento del soldado que lucha en tierra extraña, sin saber muy bien lo que está haciendo, mientras que en su hogar la vida sigue, sin tenerle demasiado en cuenta.

A pesar de que en la novela no faltan las naves espaciales, las armas imposibles y los cachivaches marciales más alucinantes –en muchos detalles, se nota que James Cameron leyó este libro antes de escribir el guión de Aliens–, sorprende la escasez de combates en esta historia. Hay acción, pero poca, lo cual, lejos de ser frustrante, sirve para ilustrar la paradoja de Mandella: es un veterano, un héroe, un tipo al que se asciende en la escala de mando sin que realmente haya tenido demasiada experiencia en combate. Sí, son siglos en la guerra, pero para él no han sido más que meses, un par de refriegas y varios sustos importantes.

La guerra interminable nos cuenta la historia de un pacifista que destaca en la contienda. Podría haber sido material para una novela deprimente, pero el tono de Haldeman es ameno, incluso jocoso. El protagonista y narrador se toma toda la situación con esa sorna del que ha sobrevivido para contarlo, y prácticamente entra en los terrenos de la comedia cuando ha de enfrentarse a los cambios sufridos por la sociedad durante sus viajes, entre ellos, toparse con que casi la totalidad de la humanidad es homosexual, y que su heterosexualidad puede ser curada por especialistas, si así lo desea.

Este es un libro subido de tono, con sexo y violencia, sí, pero inteligente, divertido, emotivo y muy agudo a la hora de reírse de las tonterías de nuestra especie.

Sinopsis

La guerra interminable, considerada por la prestigiosa Kirkus Review la mejor obra de Joe Haldeman y galardonada con los premios Nebula, Hugo y Locus de 1974, a menudo se ha interpretado como una réplica a la ideología subyacente en Tropas del espacio, de Robert Heinlen. En ella aborda Haldeman dos de los grandes temas de la literatura de todos los tiempos, la guerra y el amor, enmarcándolos en un conflicto bélico interplanetario de larga duración. Pero es sobre todo por la perfecta creación de personajes y por el tratamiento dado a sus motivaciones por lo que esta novela ha gozado de un sostenido éxito que le ha llevado más allá de los aficionados al género.

Traza la historia personal de un militar y de sus conflictos para relacionarse con sus congéneres. Veterano de Vietnam, no hay duda de que Haldeman nos ofrece en esta aventura en el espacio la más autobiográfica de sus obras, y el protagonista, Mandella, es posiblemente uno de los antihéroes más inolvidables que jamás haya creado este autor. Si bien situada en el espacio, en una guerra de larguísima duración entre la Tierra y los taurinos, esta obra es un duro alegato contra la consideración de los soldados como mera carne de cañón.

La historia del soldado Mandella, que gradualmente va ascendiendo en el escalafón militar, es la de un hombre, que por el hecho de viajar a la velocidad de la luz, cada vez que regresa a la Tierra la encuentra más cambiada e irreconocible, lo que provoca una situación de desencuentro e incompresión entre él y sus familiares y amigos.

En el prólogo, el propio autor cuenta cómo su primera novela pasó de ser rechazada reiteradamente a convertirse en un extraordinario éxito que le permitió dedicarse profesionalmente a la literatura.

Joe Haldeman (n.1943). Es uno de los escritores de ciencia ficción con un estilo más personal y reconocible, y saltó a la fama a raíz de los capítulos que escribió de Star Trek. Tras graduarse en física y astronomía en Maryland, obtuvo un máster en literatura en la Universidad de Iowa. Durante la guerra de Vietnam, en la que fue gravemente herido por una mina, fue condecorado con el Corazón Púrpura.

Entre su obra, en la que se ha detectado la huella de autores como John Dos Passos o Ernst Hemingway, junto a las de HeinleinClarke y Asimov, destacan, además de La guerra interminable (1975) y su continuación, La libertad interminable (1999), Puente mental (1976), Recuerdo todos mis pecados (1977), Sueños infinitos (1978) y la más reciente Compradores de tiempo (1989).

Ha obtenido, entre otros, tres premios Nebula y tres Hugo, además del Rhysling, que se otorga al mejor poema de ciencia ficción, en varias ocasiones. Actualmente alterna la narrativa con la docencia en el Instituto Tecnológico de Massachussets.

Imagen superior: portada del cómic «The Forever War» (1988), de Marvano.

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

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Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).