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Klemperer en Londres

Durante un medio siglo, el público londinense recibió a Klemperer con sus mejores orquestas, que algunos consideran las mejores del mundo. En sus conciertos aparecieron las obras emblemáticas del director: la Heroica de Beethoven y éstas que ofrece el disco recomendado de hoy: el doble compacto publicado hace años por Testament.

Es interesante reunirlas porque tensan la cuerda desde el rococó mozartiano hasta el tardío romanticismo de Mahler, o sea dos siglos de música occidental. Y más interesante resulta aún la Segunda mahleriana, obra que el joven Klemperer ya ejecutó, como director subalterno entre cajas, en presencia del autor, en el Berlín de 1905. Entre tomas en vivo y de estudio, hay ocho grabaciones de esta sinfonía dirigida por Klemperer. La presente fue realizada en el Royal Festival Hall el 19 de diciembre de 1963 para ser difundida por radio y cuenta con dos solistas vocales que trabajaron largamente con el maestro, lo cual significa no sólo alta estima profesional sino asimismo paciencia personal, virtud que aparecía con intermitencia en don Otto. Es de pensar que la lectura de Klemperer se aproxima a la de Mahler y tiene las velocidades imaginadas por el autor, así como los suaves contrastes y el decantado monumentalismo final que huyen de toda solución patética y de oposiciones abruptas y duros arranques de humor (sobre todo en el primer movimiento). La solvencia con que Klemperer acaricia los detalles y hace andar el complejo artefacto muestran que se sabía la faena de memoria y que amaba esta música de modo especial, aparte de su historia amistosa con Mahler, que fue su valedor al comienzo de su carrera.

El Mozart de Klemperer, de cierta solemnidad suntuosa que evoca un siglo XVIII ceremonioso y cortesano, ahuyentará a los puristas, partidarios de sonoridades escuetas, expresiones prescindentes y frugales cantilenas. Por Klemperer ha pasado el siglo XIX y la sensibilidad tocada por el romanticismo no puede ser la supuesta original. El origen es lo que se pierde en el tiempo, a favor del devenir. Desde luego, nada de estas distancias juega en su Bruckner. El ejercicio de imponencia orquestal está impuesto desde la partitura escrita. Bruckner es árido y pomposo. Su única preocupación es arquitectónica y le hacen falta buenos aparejadores. Klemperer es más: un sólido ingeniero de obras. No siempre el público y la crítica aprobaron la elección y Klemperer debió insistir para situar a Bruckner en el gusto canónico.

Nuestro director tuvo fama de mandón, intemperante, con un punto de arbitrario y alocado. Su revés resulta evidente: fue un trabajador infatigable, exigente hasta el fanatismo, y que amó a sus artistas como se ama en la vida real, o sea con decisión señorial, puñetazo en la mesa y latigazo de batuta en el pupitre. No era sensato como Walter o Busch, ni tuvo la bonhomía de Kleiber, ni el seductor hipnotismo de Furtwängler, ni la didascalia de Schuricht o Scherchen. Si le corresponde una analogía es la del rigor toscaniniano. Pero Toscanini, latino, buscaba la luz. Klemperer, germánico, prefirió la compacta intimidad del Norte. Vaya tropa la de aquellos años.

Discos recomendados: Otto Klemperer dirige Bruckner: Sinfonia nº 6 & Te Deum / Heather Harper, soprano. Janet Baker, mezzo. Richard Lewis, tenor. Marian Nowakowski, bajo. BBC Symp.Orch & Chorus. Dir.: O.Klemperer (1961) / Testament / Ref.: SBT 1354 (1 CD)

Otto Klemperer dirige Mozart: Sinfonía nº 29 en la mayor K.201; Mahler: Sinfonía nº 2 en do menor «Resurrección» / Heather Harper, soprano. Janet Baker, mezzo. Philharmonia Orchestra & Chorus. Dir.: Otto Klemperer (1963) / Testament / Ref.: SBT 1348 (2 CD)

Imagen superior: Otto Klemperer (1885-1973), junto a miembros de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Colonia, en 1954.

Copyright del artículo © Blas Matamoro. Este artículo se publica en Cualia por cortesía del autor y de Diverdi. Reservados todos los derechos.

Blas Matamoro

Ensayista, crítico literario y musical, traductor y novelista. Nació en Buenos Aires y reside en Madrid desde 1976. Ha sido corresponsal de "La Opinión" y "La Razón" (Buenos Aires), "Cuadernos Noventa" (Barcelona) y "Vuelta" (México, bajo la dirección de Octavio Paz). Dirigió la revista "Cuadernos Hispanoamericanos" entre 1996 y 2007, y entre otros muchos libros, es autor de "La ciudad del tango; tango histórico y sociedad" (1969), "Genio y figura de Victoria Ocampo" (1986), "Por el camino de Proust" (1988), "Puesto fronterizo" (2003), Novela familiar: el universo privado del escritor (Premio Málaga de Ensayo, 2010) y Cuerpo y poder. Variaciones sobre las imposturas reales (2012)
En 2010 recibió el Premio ABC Cultural & Ámbito Cultural. En 2018 fue galardonado con el Premio Literario de la Academia Argentina de Letras a la Mejor Obra de Ensayo del trienio 2015-2017, por "Con ritmo de tango. Un diccionario personal de la Argentina". (Fotografía publicada por cortesía de "Scherzo")