Tony Asher era compositor de tonadillas publicitarias cuando le presentaron al líder de los Beach Boys, Brian Wilson. Y recibió el intimidante encargo de aportar letras a las canciones que iban a componer el álbum Pet Sounds (1966), quizá el trabajo más personal de un hombre, Wilson, al que apenas conocía.
Sorprendentemente, aquella asociación resultó ser perfecta. El disco desprende una honestidad casi rayana en la candidez. El propio Asher declaró: “Hay algo en su simplicidad que hace que la gente responda”.
Brian Wilson era un creador atormentado que nada tenia que ver con la imagen de sol, surf y chicas que rodeaba a los Beach Boys. Se ha escrito mucho sobre los demonios que le asediaban, pero baste decir que para cuando compuso los temas de Pet Sounds, se sentía inseguro acerca de su papel en los Beach Boys y su valía como artista. También tenia problemas en la relación con su familia y, en especial, con su esposa, Marilyn Rovell, que en 1961 había formado el trío The Honeys junto a su hermana Diane y su prima Ginger Blake.
“God Only Knows” es una canción de total devoción hacia ella. Asimismo, sugiere la aparente indefensión de Wilson a la hora de enfrentarse a los problemas de la existencia. Es un tema escrito por alguien con miedo a vivir y que, efectivamente, en pocos años se encontraría al borde del abismo.
La suave voz de su hermano Carl Wilson viene acompañada por unos arreglos “celestiales” en los que intervienen campanillas, arpa, violines, chelos, flautas y trompas. La delicada melodía vocal parece descender de los mismos cielos.
Su estilo barroco y su innovación armónica convierten este tema, grabado entre el 10 y el 11 de abril de 1966 en los estudios United Western Recorders y CBS Columbia Square, en una de las cimas del pop. Obsesionado por la calidad del álbum, Brian Wilson lo produjo con un cuidado extremo. Hasta veinte músicos de estudio participaron en el proyecto.
«God Only Knows» salió a la venta como cara B de otra obra maestra, «Wouldn’t It Be Nice», en julio de 1966. Cuando escuchó la cancion, Paul McCartney sintió inmediatamente que tenia que superar aquella maravilla de tres minutos escasos. Se sentó y escribió “Here, There and Everywhere” para los Beatles. Pero, por una vez, no consiguió superar a Wilson. “Quise escribir una canción que duraría para siempre”, dijo Wilson. Y sin duda, lo hizo.
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