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El Pato Donald: del cine a la historieta

Comenzaré por mencionar lo que es de dominio público, y forma eso que llamamos el imaginario colectivo. Me refiero a todo aquello que nos sugiere este personaje gruñón y entrañable: aventuras sin límite, fantasías animadas, tebeos irrepetibles, y en definitiva, recuerdos que se avivan en cuanto vemos de nuevo a este pato inmortal.

Este personaje de los estudios Disney fue creado por los dibujantes Dick LundyArt Babbit y Dick Huemer, quienes lo incluyeron en el cortometraje de dibujos animados, La gallinita sabia (The wise little hen, 9 de junio de 1934). Fue éste el primero de una larga serie de cortos y largometrajes en los que Donald fue suavizando su mal genio inicial.

Cuentan que fue Disney quien encontró una inspiración humana para Donald: el jugador de cricket australiano Donald Bradman. En 1932 Bradman y el resto de la selección de su país jugaron un partido con los New York West Indians. Probablemente fue John Kieran, el periodista deportivo del New York Times, quien escribió que Donald jugaba al cricket con la naturalidad de un pato en el agua. La asociación de ideas que utilizó Disney es fácil de adivinar.

Un doblaje muy característico, obra de Clarence Nash, y su peculiar diseño, con vestido de marinero, hacen de este irascible palmípedo una de las más populares y características figuras de todo el universo disneyano.

En todo caso, ya no sé si lo que le ha hecho más popular es el cine o la historieta. El dibujante Al Taliaferro y el guionista Bob Karp adaptaron al cómic La gallinita sabia el 11 de agosto de 1934. En 1942, el dibujante de historietas Carl Barks tomó el relevo y prosiguió la realización de los cómics de Donald durante décadas. Sería muy largo detallar cuántos autores se han hecho cargo del personaje en las viñetas: baste con decir que en Italia su fama se consolidó gracias a una fabulosa nómina de dibujantes locales, que han dado brío a la trayectoria europea del palmípedo desde hace décadas.

En 1937, Babbit y Huemer crearon a Daisy (Donna Duck), eterna pareja de Donald, una pata llena de temperamento y algo excéntrica. En un principio, los guionistas hicieron de Daisy el cúmulo de los típicos estereotipos femeninos: celosa, coqueta, airada, sentimental y romántica. Sin embargo, con el paso del tiempo, el personaje ha ido perdiendo esas características, convirtiéndose en una fémina moderna, que trabaja como periodista, si bien de manera algo atolondrada.

En su primera etapa, el rasgo distintivo de Daisy era un enorme lazo, prenda que desaparece en el nuevo diseño del personaje, a partir de los años ochenta.

El clan familiar de Donald cuenta con otros icónicos integrantes: sus tres sobrinos, Juanito, Jorgito y Jaimito, y su tío, Gilito, un millonario que viene a ser la máxima encarnación de la riqueza y de la avaricia, como si fuera un trasunto del Scrooge dickensiano.

Para el lector español, revistas como Cuentos de Walt Disney (SEA, Editorial Novaro, 1949-1984), Dumbo (Editorial Fantasía, 1947; Ediciones Recreativas, 1950-1965 / 1965-1978; Montena, 1978-1982) o Don Miki (Edibelsa, Montena, 1976-1989) fueron la introducción en ese mundo disneyano, siempre familiar, lleno de personajes memorables. Leer en Dumbo o en Don Miki las historietas del Pato Donald era como asistir a peripecias portentosas y entrañables, cuya lógica nunca se veía comprometida por el hecho de que los protagonistas fueran animales.

El esquema de esos tebeos tiene mucho que ver con el Hollywood de la edad dorada, y también con ese tipo de literatura popular que asume los géneros –de la comedia al policiaco, sin olvidar el cine de piratas– y nos remite a esos cuentos clásicos que podemos repasar una y otra vez, sin miedo a aburrirnos.

El paso del tiempo y la diversidad de autores que se acercaron a Donald fue enriqueciendo su repertorio, en un constante proceso creativo que no se limita a los Estados Unidos.

Como ya vimos, la biografía de Donald en el cómic comienza con la mencionada tirta La gallinita sabia (1934). A partir de 1936, nuestro pato ya era toda una celebridad en Silly Symphonies, la strip desarrollada por Osborne y Taliaferro, a la que fueron incorporándose personajes secundarios tan indispensables como los tres sobrinos de Donald.

Al año siguiente, el sello italiano Mondadori encomendó a Federico Pedrocchi la realización de un cómic en el que Donald dejase atrás su faceta puramente humorística para transformarse en un aventurero con todas las de la ley (y sin perder su desparpajo, faltaría más).

En lo sucesivo, el linaje editorial del célebre plumífero se va enrevesando.A partir de 1938, el dibujante Semur y el guionista Bob Karp idearon nuevas figuras, como la abuela Elvira o esa novia eterna que es Daisy Duck.

Durante la Segunda Guerra Mundial, esta vez a la sombra de Western Publishing, Carl Barks y Jack Hannah perfilaron definitivamente al personaje. A lo largo de varias décadas, Barks llenó de vida las calles de Patoburgo (Duckburg) y sumó nuevos miembros a la familia Pato. De todos ellos, sin duda el más famoso es el Tío Gilito (Uncle Scrooge McDuck, 1947).

Herederos de Barks como Vic Lockman, Tony Strobl, William van Horn y Don Rosa prolongaron las aventuras de Donald en el cómic norteamericano.

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, Patolandia empezó a adquirir un marcado acento italiano gracias a Guido Martina, Giovan Battista Carpi, Giorgio Cavazzano, Carlo Chendi, Romano Scarpa, Corrado Mastantuono y otros muchos escritores y dibujantes de talento.

A los recién llegados, les recomiendo un volumen que resume buena parte de esta trayectoria: Pato Donald. Antología (Planeta DeAgostini, 2009), repleto de estupendas historietas. Por ejemplo, la encantadora Vaya plan con el planeador (marzo de 1984), con guión de Barks y dibujos de Vicar (el chileno Victor Arriagada Rios), o esa biografía autorizada que viene a ser Del cascarón a la fama (octubre de 1984), escrita y dibujada por Marco Rota.

No es fácil poner unos títulos por delante de otros en una selección tan acertada como ésta, pero arriesgo cinco recomendaciones: la adaptación de Los tres caballeros (1945) llevada a cabo por el creador de Pogo, Walt KellyEl secreto de Hondorica (marzo de 1956), de Carl Barks; Donald y la aventura submarina (agosto de 1972), con guión de Rodolfo Cimino y dibujos de Giorgio CavazzanoEl pato que nunca fue (septiembre de 1994), de Don Rosa; y por último, una atractiva creación de Miquel PujolPasaporte para Lisboa (julio de 1993). Leer cualquiera de estos cómics es el remedio seguro para cualquier melancolía.

Entre las producciones televisivas protagonizadas por Donald, destacan las series Patoaventuras (1987) y Quack Pack (1996). Más adelante, esa presencia catódica se prolonga en espacios como La Casa de Mickey Mouse (2006-2016), que confirman una evidencia: Donald es un valor seguro en el panorama audiovisual, y su vida en ese ámbito se prolongará en las décadas venideras.

Es más: si a alguien le pidieran que dijera qué es la popularidad, lo tendría fácil señalando a Donald. Hasta un asteroide (el 12410) fue llamado con su nombre en 1995. Ya me dirán qué actor de carne y hueso supera esta hazaña.

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Filmografía del pato Donald (1934-1995)

1934: The wise little hen; Orphan’s benefit; The dognapper.

1935: The band concert; Mickey’s service station; Mickey’s fire brigade; On ice; Mickey’s polo team.

1936: Orphan’s picnic; Mickey’s grand opera; Moving day; Alpine climbers; Mickey’s circus; Donald and Pluto.

1937: Don Donald; Magician Mickey; Moose hunters; Mickey’s amateurs; Modern inventions; Hawaiian holiday; Clock cleaners; Donald’s ostrich; Lonesome ghosts.

1938: Self control; Boat builders; Donald better self; Donald’s nephews; Mickey’s trailer; Polar trappers; Good scouts; the fox hunt; The whalers; Donald’s golf game.

1939: Donald’s lucky day; Hockey champ; Donald’s cousins gus; Beach picnic; Sea scouts; Donald’s penguin; the autograph hound; Officer Duck; The Standard Parade.

1940: The riveter; Donald’s dog laundry; Tugboat Mickey; Billposters; Mr. Duck steps out; Put-Put troubles; Donald’s vacation; Window cleaners; Fire chief; The volunteer worker.

1941: Timber; Golden eggs; A good time for a dime; The nifty nineties; Early to bed; Truant officer Donald; Old MacDonald Duck; Orphan’s benefit (versión en color del film homónimo de 1934); Donald’s camera; Chef Donald; Mickey’s birthday party; The reluctant dragon.

1942: The village smithy; Symphony hour; Donald’s snow fight; donald gets drafted; Donald’s garden; Donald’s gold mine; The vanishing private; Sky trooper; Bellboy Donald; The new spirit; Donald’s decision; All together.

1943: Der Fuehrer’s face; Donald’s tire trouble; Flying jalopy; Fall out, fall in; The old army game; Home defense; Saludos amigos; The spirit of ’43.

1944: Trombone trouble; Donald Duck and the gorilla; Contrary condor; Commando Duck; The plastics inventor; Donald’s off day.

1945: The clock watcher; The eyes have it; Donald’s crime; Duck pimples; No sale; Cured Duck; Old sequoia; Los tres caballeros.

1946: Donald’s double trouble; Wet paint; Dumb bell of the Yukon; Lighthouse keeping; Frank Duck brings ‘em back alive.

1947: Straight shooters; Sleepy time Donald; Clown of the jungle; Donald’s dilemma; Crazy with the heat; Bootle beetle; Wide open spaces; Chip ‘n Dale; Fun and fancy free.

1948: Drip dippy Donald; Daddy Duck; Donald’s dream voice; The trial of Donald Duck; Inferior decorator; Soup’s on; Three for breakfast; Tea for two hundred; Melody time.

1949: Donald’s happy birthday; Sea salts; Winter storage; Honey harvester; All in a nutshell; The greener yard; Slide, Donald, slide; Toy tinkers.

1950: Lion around; Crazy over Daisy; Trailer horn; Hook, Lion and Sinker; Bee at the beach; Out on a limb.

1951: Dude Duck; Corn Chips; Test pilot Donald; Lucky number; Out of scale; Bee on guard.

1952: Donald applecore; Let’s stick together; Uncle Donald’s ants; Trick or treat; Pluto’s Christmas tree.

1953: Don’s fountain of youth; The new neighbor; Rugged bear; Working for peanuts; Canvas back Duck.

1954: Spare the rod; Donald’s diary; Dragon around; Grin and bear it; Grand Canyonscope; Flying squirrel.

1955: No hunting; Bearly asleep; Beezy bear; Up a tree.

1956: Chips ahoy; How to have an accident in the home.

1959: Donald en el país de las matemágicas.

1965: Steel and America.

1966: Donald’s fire survival plan.

1983: Mickey’s Christmas carol.

1988: ¿Quién engañó a Roger Rabbit?

1990: Príncipe y mendigo.

1995: A Goofy movie.

Copyright del texto © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos. Incluye citas de varios artículos que escribí para el diario «ABC» y para la «Enciclopedia Universal Multimedia», de Micronet. Asimismo, contiene referencias que publiqué en los libros «Perspectivas de la comunicación audiovisual» (2000) y «La cultura de la imagen» (2006).

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.