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«El enigma del mensaje secreto», de Enid Blyton

Hay un sinfín de recuerdos, muchos de ellos de naturaleza aventurera, que siguen conmoviendo a quienes un día leyeron a Enid Blyton.

Si observamos con atención su inagotable bibliografía ‒acrecentada con pastiches y continuaciones de diferente autoría‒, veremos que sus libros están diseñados para entretener y enganchar a los más jóvenes, llenando su imaginación de amistades ideales, misterios y grandes emociones.

Hay en la actualidad una retromanía que también beneficia a la obra de Blyton, recuperada con nostalgia por una generación ‒la de quien escribe estas líneas‒, ilusionada con la idea de que la siguiente ‒hijos, sobrinos, nietos, alumnos‒ disfrute de los mismos libros y se contagie con esa pasión lectora.

La historia que narra El enigma del mensaje secreto no fue escrita tal y como aparece en esta encantadora versión española que publica la editorial Bruño. Editado en 1961 como The Young Adventurers and the Mystery That Never Was, el libro reunía en la misma peripecia a Nicky Fraser y a sus amigos Ken, Penny y Winnie. Aquella obra no figuró nunca entre las más conocidas de Blyton, entre otras cosas porque no llegó hasta nosotros su texto original, sino la adaptación escrita por su hija Gillian Mary Baverstock (1931-2007), quien realizó con algunos borradores y obras menores de su madre la misma tarea que Christopher Tolkien desempeñó como albacea de su padre, J.R.R. Tolkien.

No se alarmen. Esta es una libertad creativa que, en su época, ya practicaron otros autores con los textos de sus padres. Lo hizo Michel Verne inventándose inéditos de Julio Verne, o el bueno de Omar Salgari reformulando viejas ideas del gran Emilio Salgari.

El caso es que, cuando un hijo escritor quiere prolongar la gloria de su padre o de su madre, entiendo que esta práctica editorial queda justificada por razones sentimentales, sobre todo cuando el público así lo reclama.

Esta versión de Baverstock, editada en inglés como The Riddle That Never Was (1997), luce ilustraciones de Patricia Ludlow y conserva el espíritu de los buenos libros de Blyton, con esos toques costumbristas y esa elevación emocional que fueron su marca de fábrica.

La pasión de Baverstock por el universo de su madre tiene razones biográficas. Cuando Blyton se divorció de Hugh Pollock y contrajo matrimonio con el cirujano Kenneth Fraser Darrell Waters, ella decidió que sus hijas no tuvieran contacto con su padre. Esto, junto a otros asuntos en los que ahora no entraré, explica que la menor de ellas, Imogen, fuera teniendo una relación cada vez peor con su madre, a diferencia de Baverstock, quien la idealizó paulatinamente. De hecho, la relación entre las dos hermanas también se deterioró, como si la experiencia familiar de ambas hubiera sido completamente opuesta.

Cuando uno lee El enigma del mensaje secreto, siente la presencia literaria de Blyton, pero también la sombra amable de su hija, empeñada en que los niños nacidos tras la muerte de la escritora siguieran admirando su inapelable legado (ahí es nada: más de 700 títulos, traducidos a 42 idiomas, con unas ventas globales de 400 millones de ejemplares).

El argumento de la novela reúne los arquetipos que tanto agradaban a la escritora: un grupo de amigos y hermanos con ganas de resolver misterios ‒Nick, Mike, Penny y Katie‒, un adulto que sirve como orientador de la investigación ‒en este caso, el tío Bob, detective privado‒ y villanos o secundarios pintorescos, entre los que podemos citar al cazatesoros Hassan.

La amenidad, para Blyton, era una cuestión genética, y dudo que un pequeño lector pueda asomarse a las páginas de esta obra sin sentir el deseo de prolongar la lectura durante horas.

Sinopsis

Enid Blyton es una de las autoras de literatura infantil y juvenil más populares del siglo XX. Sus novelas han sido traducidas a casi un centenar de idiomas y han vendido cerca de cuatrocientos millones de ejemplares. Es principalmente conocida por series como Los Cinco, Los Siete Secretos y Torres de Malory. Dicen que escribía 10.000 palabras diarias con un dedo de cada mano, publicó 762 obras y sus títulos se han traducido a 40 idiomas. Es considerada por el Index Translationum como el quinto autor más popular del mundo, y aunque es conocida como Enid, también publicó diversas obras con su nombre de casada, Mary Pollock.

Este año se cumplen 50 años de su muerte y en Bruño queremos homenajearla con la publicación de los dos primeros títulos de su serie Enigmas,una colección con muchos puntos en común con Los Cinco.

El tío de Nick y Katie, que es detective privado, ha decidido pasar unos días de descanso con ellos. Para animarle y divertirse, a Nick y a Mike, su vecino y mejor amigo, se les ocurre inventarse un misterio que puedan resolver con él. Así que Mike se inventa un disparatado mensaje en clave que, sorprendentemente, pronto empieza a hacerse realidad. ¿Habrá alguien gastándoles una broma? ¿O es que de verdad sucede algo muy raro? ¡Embárcate en la Serie Enigmas de la mítica Enid Blyton y lo descubrirás!

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.