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«Un baño de bosque», de Éric Brisbare

A veces tratamos de ayudar, pero al hacerlo quizá causemos un nuevo problema, dando al otro consejos que quizá no nos pidió, y que no están respaldados por la evidencia. Los libros de autoayuda y los foros de la seudomedicina están llenos de este tipo de recomendaciones tan contraproducentes. No es, desde luego, el caso de esta obra. Hoy sabemos que los argumentos de Éric Brisbare son muy fiables y resultan beneficiosos para el conjunto de la población.

¿Y cuál es la base del libro de Brisbare? Bien fácil. El autor describe las cualidades benéficas que ejercen los bosques en nuestra salud, tanto a nivel físico, invitándonos a abandonar el sedentarismo, como a nivel psicológico, como un eficaz antídoto frente al estrés y frente a todas aquellas dolencias que tienen una raíz psicosomática.

En estos tiempos en los que proliferan las seudoterapias, se entiende que muchos lectores desconfíen de quienes defienden las cualidades positivas del contacto con la naturaleza. Por suerte, Brisbare acierta plenamente al despojar a su enfoque de la habitual carga de neomisticismo, centrándose en aquello que cualquier psicólogo clínico o cualquier médico de familia podría defender.

Vivimos en la era de la distracción. A la hora de autoafirmarnos, lo hacemos a traves de una pantalla ‒todo por un clic o por un like‒, y cuando se trata de disfrutar de la vida, optamos por consumir de forma compulsiva ese maravilloso e inagotable catálogo de diversiones que nos ofrecen las plataformas digitales. Nadie pone en duda que la era de Internet nos ha regalado prodigios muy beneficiosos, pero también nos hemos dejado embaucar por quienes nos ofrecen un estilo de vida poco saludable: permanentemente sentados frente al monitor o el smartphone, agitados por las oleadas de ira, frivolidad e indignación de las redes sociales, incapaces de concentrarnos e incluso de distinguir lo auténtico de lo falso.

Cualquier profesional de la salud nos diría que esta fórmula es letal para nuestro bienestar. Como alternativa, Brisbare nos invita a redescubrir la vida silvestre, paseando por esos bosques donde aflora la vida interior y donde nuestro cuerpo refuerza su sistema inmunitario. Se trata de espacios en los que, en definitiva, desarrollamos una actividad tranquila y sana en el más amplio sentido de la expresión.

Más allá de sus indicaciones dentro del ámbito la medicina preventiva, esta práctica (llamada shinrin-yoku en Japón) es, ante todo, una costumbre muy agradable, que nos tonifica y relaja, y que además nos permite meditar, poner en orden las ideas e incluso descubrir la biodiversidad en primera persona.

El libro de Brisbare tiene otra gran ventaja: nos sirve para evitar a ciertos cantamañanas que, en la actualidad, están convirtiendo el «baño de bosque» en lo que no debería ser ‒una medicina alternativa o un animismo naturalista‒. Frente a esos oportunistas que extraen beneficio de las seudoterapias, inventando una especie de shintoismo low-cost, esta obra nos ayuda a aprovecharnos plenamente de esta práctica sin necesidad de un dudoso orientador.

Así, Brisbare defiende todo aquello que la ciencia y el sentido común avalan con respecto a esta práctica. Lo hace, además, con un claro sentido didáctico, sin renunciar a pasajes reflexivos, meditativos o evocadores. Bellamente ilustrado, el libro propone también un recorrido por las especies de árboles más notables, describiendo sus característicias y propiedades de forma muy elocuente y amena.

Sinopsis

En este libro práctico y fácil de leer, Éric Brisbare relata los origines japoneses de esta práctica milenaria y explica paso a paso cómo entrar en contacto de una manera respetuosa y consciente con los bosques de nuestro entorno. El libro se acompaña, además, de un conjunto de ilustraciones a color que sirven de guía al lector para reconocer los árboles más comunes de los bosques mediterráneos, y de una breve guía de algunos de los bosques más representativos de España.

Desde 1982, Éric Brisbare explora el mundo con curiosidad y pasión. Cimas míticas, valles perdidos, especies endémicas, etnias y minorías locales, cultura, experiencias y gastronomía… Guía de montaña y experto en bosques, Éric ayuda a descubrir la potencia de los espacios preservados a un público que busca la vuelta a los orígenes y la reconexión con la naturaleza.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Alianza Editorial. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.

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