«Spiderman. El rastro de la araña» (2009), de Marc Guggenheim y John Romita Jr.

Me encanta el tira y afloja entre el Hombre Araña y sus sucesivos adversarios. Spidey, desde sus orígenes, requiere un público al que le interese su vida privada ‒puro costumbrismo‒ y al que le importen sus enemigos, desde los más amenazantes a los más pintorescos.

De los muchos y brillantes artistas que se han aproximado al vecindario del trepamuros, uno de los más acertados y entrañables es John Romita Jr. Y siempre que Romita Jr. aparece en el equipo de creadores de un tebeo, la mitad del trayecto ya está recorrido. Este es el caso: Romita realiza, una vez más, un excelente trabajo en el arco argumental El rastro de la araña (enero-marzo de 2009), guionizado en su mayor parte por Marc Guggenheim. La elección de este último, como ahora veremos, no es casual, dado que el tomo en cuestión sirve para completar tramas que se habían ido desarrollando en anteriores entregas.

Aunque Guggenheim acumula experiencia en el ámbito de la historieta, su punto fuerte es el guión televisivo. Su nombre aparece en los créditos de teleseries como Ley y Orden (2001–2004), CSI: Miami (2005), Eli Stone (2008–2009), Arrow (2012), Vixen (2015), Legends of Tomorrow (2016) y Trollhunters (2016). Y aunque, obviamente, cada medio tiene sus peculiaridades, Guggenheim ha adquirido en la pequeña pantalla ese oficio que demuestra a la hora de estructurar y rematar este volumen.

Con Marcos Martin a los lápices, la trama comienza con un juicio, y de ahí en adelante, esta vez con Romita Jr. a cargo del grafismo, despliega el argumento en varias direcciones, todas ellas de parecido interés.

Sin embargo, la figura que justifica los vaivenes de esta aventura es Lily Holister. Como bien saben los lectores de El Asombroso Spiderman, Lily, creada por J. Michael Straczynski y Joe Quesada (The Amazing Spider-Man nº 545, enero de 2008) tiene un siniestro álter-ego, Amenaza, ideado en su momento por Guggenheim junto a Salvador Larroca (The Amazing Spider-Man nº 550).

Amenaza no es otra cosa que una mutación originada por una variante del Suero del Duende Verde, y como sucedía con su antecesor, tiene dos objetivos en la vida: el crimen y destrozar la vida de Peter Parker.

Tramas bien forjadas, revelaciones, mucha acción, misterio… Se me ocurren pocas cosas que le falten a este cómic de Spiderman. Y a estas alturas en las que parece que todo está contado una y mil veces, encontrarse con un tebeo con estas cualidades es todo un regalo.

Sinopsis

Contiene The Amazing Spider-Man 584-588, Spider-Man Brand New Day Extra!! 1 y 3 USA

El rastro de la araña es la saga que cerrará multitud de tramas y despejará gran parte de las incógnitas abiertas desde el arranque de Un nuevo día. ¿Quién ha estado aterrorizando Nueva York bajo la identidad de Amenaza? ¿Quién está detrás de los asesinatos de las rastreadoras arácnidas? ¿Quién será el nuevo alcalde de Nueva York?

«En los meses iniciales de Un nuevo día ‒escribe Julián Clemente‒, los guionistas y editores que conformaban la Oficina Arácnida plantearon una gran cantidad de subargumentos llamados a desarrollarse como trasfondo de muchos meses de cómics. Los dos misterios más importantes que lanzaba el nuevo landscape del trepamuros giraban alrededor de la identidad de Amenaza, una villana heredera de algunas de las características de El Duende Verde, y de la aparición de multitud de cadáveres con una rastreadora arácnida. En paralelo, se desarrollaba la campaña electoral destinada a elegir nuevo alcalde de Nueva York y el asunto venía impactando en el día a día del trepamuros. Cuando se cumplía un año del arranque de la etapa, El rastro de la araña arrojó luz sobre esos grandes misterios, mientras daba la vuelta al mundo de Spiderman. Numerosas salidas cada mes, equipos de guionistas y dibujantes rotantes, una intensa coordinación por parte del editor, reuniones interminables para estructurar al detalle cada argumento, de manera que el público disfrutase de un resultado con la consistencia que hubiera tenido de estar realizado por un único escritor… el sistema de trabajo de Un nuevo día era lo más parecido que ha habido jamás en el mundo del cómic a la writer’s room de una teleserie. Tanto que llegó a incorporar un elemento tan característico de éstas como pueda serlo la season finale: un gran episodio en el que culminen las más importantes tramas que se han desarrollado a lo largo de la temporada».

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