Cualia.es

Crítica: «Turbo Kid» (François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell, 2015)

La ola nostálgica de los 80 no parece detenerse, e incluso empieza a cansar un poco, incluso a un fetichista de aquella época como quien escribe estas líneas.

Ya son numerosas las películas que utilizan, en mayor o menor medida, rasgos del cine o la cultura pop de aquella chisposa década. Drive tomaba algo de inspiración en el thriller de prestigio ochentero, mientras que en Super 8 se homenajeaba a las películas Amblin de Spieberg y compañía.

El cine de presupuesto más humilde también ha celebrado aquellos tiempos, combinando la estética, las música y la iconografía de la cultura del videojuego, las películas de videoclub o los videoclips de los años 80. Son ejemplos de ello el mediometraje Kung Fury y films como Hobo with a Shotgun o este Turbo Kid.

De este tipo de películas (que algunos denominarían “frikis”, término detestable como pocos), Hobo with a Shotgun es sin duda la mejor, por ser una cinta muy bien hecha que utiliza cada moneda de su limitado presupuesto para adquirir un buen aspecto y llenarse de emoción, a pesar de ser un mero entretenimiento barato.

Turbo Kid, más o menos, se intenta situar en el mismo cajón que Hobo with a Shotgun, echando mano al gore más extravagante y absurdo, a la caricatura y a los guiños nostálgicos.

El film homenajea al cine de explotación post-Mad Max y a la ciencia-ficción juvenil de los 80, y remite, en cierto modo, a aquel casi olvidado film de 1986 titulado en España Los Guerreros del Sol (SolarbabiesAlan Johnson).

Todos los personajes utilizan viejas bicicletas como transporte, y aparecen los típicos bandidos y guerreros postapocalípticos. El chaval protagonista usa un walkman y un guante-consola de juegos como arma poderosa. Hay una chica robot, un cowboycyborgs y el villano es Michael Ironside. Contado así, suena a diversión sin límite, pero la ejecución es algo torpe, y al final Turbo Kid termina convirtiéndose en buen material para un tráiler, pero como película es más bien aburrida.

El film avanza sin ningún ritmo ni demasiada fuerza visual o narrativa, pese a las evidentes buenas intenciones de los tres (!) directores. Situaciones reiterativas y de aspecto pobretón se suceden sin crear demasiada tensión, si bien la historia de amistad-amor entre el chaval protagonista y la chica cibernética resulta tierna y encantadora. Esto se debe principalmente a la animada interpretación de la actriz Laurence Leboueuf, cuyo peculiar look y contagiosa simpatía son lo mejor de Turbo Kid.

En suma, Turbo Kid no es un desastre, resulta entrañable y cuenta con algunos detalles llamativos, pero carece de ese espíritu que sí tenía el cine al que pretende homenajear.

Sinopsis

Es el año 1997. Es el futuro. La tierra ha sido devastada por la lluvia de ácido y el agua se ha convertido en un bien escaso. The Kid, un chico que deambula por este paisaje desértico con su BMX, tendrá que luchar contra el poderoso Zeus para rescatar a su amiga Apple, que ha sido secuestrada.

Turbo Kid es una carta de amor al cine de los ochenta, con una estética próxima a Mad Max y con una banda sonora creada a golpe de sintetizador.

El trío quebequés formado por Anouk WhissellFrançois Simard y Yoann-Karl Whissell tiene su base en Montreal, y es conocido como Roadkill Superstars (RSS). Lleva una veintena de cortos dirigidos. Presentó Turbo Kid en Sundance y en el SXSW, donde se alzó con el premio del público.

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © EMA Films, Timpson Films, Epic Pictures Group. Cortesía de A Contracorriente Films y Sitges – Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).