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Crítica: ‘Perfect Days’ (Win Wenders, 2023)

En la mente del cinéfilo talludito, Wim Wenders es uno de los directores «modernos», de los Nuevos Directores, por así decirlo. El asunto es que el tiempo pasa, y Wenders no es solo un veterano, sino un veteranísimo que con 78 años estrena Perfect Days. Es común que, al alcanzar cierta edad y rodaje, los cineastas tiendan hacia la sencillez depurada, y a la reflexión sobre la vida, más que sobre la muerte, y así sucede en esta japonesísima película sobre el zen de lo cotidiano.

Si en 2023 se estrenaron films (No One Will Save You, Silent Night) en los que nadie –o casi nadie– hablaba durante la película, que algunos amantes de la narración audiovisual agradecimos, Perfect Days se acerca a esa idea del cine de gente haciendo cosas por delante del cine de gente hablando, sin que los diálogos esté ausentes (es más, hay algún secundario que no se calla ni bajo el agua). El silencioso en cuestión es el fascinante protagonista, Hirayama, interpretado con absoluta maestría por uno de los actores nipones más reconocidos, Koji Yakusho (Shall We Dance?, 13 asesinos, Babel…). Hirayama tiene uno de esos que, por puros prejuicios, la mayoría considera terribles: limpiador de baños públicos. Sin embargo, el protagonista lo desarrolla con maestría y minuciosidad, utilizando todo tipo de herramientas (aunque quizá podría ponerse guantes para recoger los papeles caídos) y sin un ápice de desagrado. Al contrario que otras profesiones como, pongamos, influencer, publicista, político o crítico de cine, Hirayama desempeña una labor útil, y disfruta de cada pequeño momento de felicidad o ayuda que proporciona a los demás.

Wenders muestra la rutina diaria de Hirayama no como un infierno, sino como una balsa de tranquilidad en la que el protagonista se despierta con el sonido de una vecina barriendo, cuida de sus plantas, desayuna una lata de cafeína, viaja en su furgoneta a la sombra de la céntrica torre Skytree de Tokio, desarrolla su labor, hace la pausa del bocata en un templo budista y fotografía a un árbol que tiene de amigo, etc… Su trabajo es el de persona invisible, poco reconocida, y parece preferirlo así.

¿A qué responde esta elección de la soledad y la tranquilidad? Según se desarrolla la película, se dan pequeñas pinceladas de su pasado que ayudan a comprender al personaje, aunque en realidad tampoco es tan importante de dónde viene o a dónde va, sino su presente.

En principio, una película sobre un tipo callado que limpia baños durante algo más de dos horas, rodada «a la japonesa» y sin más música que las viejas canciones de los 60/70 que suenan en el radiocasete (elecciones algo obvias –siempre tienen que ver con lo que sucede–, pero siempre agradables de escuchar), podría acabar siendo un aburrimiento narcótico, pero, de algún modo, Wim Wenders logra que no perdamos la atención en ningún momento, y que nos emocionemos con cosas ínfimas que, en otro film, ni siquiera tendríamos en cuenta.

Escrita por Wenders en colaboración con Takuma Takasaki, Perfect Days no se percibe como una película hecha por un turista fascinado con las peculiaridades de Japón o condescendiente con los japoneses, como suele suceder cuando un cineasta occidental se acerca al archipiélago. Salvo por la fascinación con los modernos retretes de la ciudad (que viene, en cierto modo, de la extraña génesis de la película: la propuesta de realizar unos cortos sobre retretes públicos para Tokyo Toilet Project), Perfect Days es esencialmente un film japonés.

Como dice el tango, el mundo fue y será una porquería, y las cosas siguen igual de mal que siempre, con el añadido de que, en estos tiempos, se aplaude y celebra el ruido, el matonismo y la grosería con supuestas excusas libertarias. Perfect Days funciona como medicamento contra todo eso, recreándose en la parte salvable y útil de la especie, algo que se cultiva todavía en la cinematografía nipona y que remite, inevitablemente, al maestro Ozu, cuya huella está muy presente en esta película, comenzando por el nombre del protagonista: Hirayama, más que un guiño a Otoño tardío.

 

Sinopsis

Hirayama parece totalmente satisfecho con su sencilla vida de limpiador de lavabos públicos en Tokio. Fuera de su estructurada rutina diaria, disfruta de su pasión por la música y los libros. Le encantan los árboles y les hace fotos. Una serie de encuentros inesperados revelan poco a poco más de su pasado.

Perfect Days de Wim Wenders, una de las grandes figuras del cine contemporáneo, es la película seccionada por Japón para representar a su país en la categoría de Mejor Película Internacional en la 96ª edición de los Oscar. Es la primera vez que Japón selecciona a un director no japonés en más de 70 años de participación en los Premios de la Academia.

Perfect Days, película con ecos del maestro Ozu, a quien el director le había rendido su particular homenaje en Tokio–Ga y tal y como el propio Wenders reconoce, “rodar una película en Tokio sin pensar en Ozu es imposible”, está coescrita por el propio Wenders junto a Takuma Takasaki. La película está protagonizada por Kôji Yakusho junto a Tokio Emoto (Tokio Blues), Arisa Nakano y Aoi Yamada, entre otros.

La cinta cuenta con una cuidada selección musical de los años setenta de artistas como The Kinks, Van Morrison, Otis Redding, Patti Smith o el ‘Perfect Day’ de Lou Reed, tema que da título a la película.

Copyright del artículo © Fernando Mircala. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © A Contracorriente Films. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).