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Crítica: ‘Jurado Nº 2’ (2014), el testamento ético de Clint Eastwood

‘Thriller’ intenso, emocional, sobrio y sin manierismos, el filme de Eastwood traerá a la mente del espectador títulos como ‘Ejecución inminente’, ‘Doce hombres sin piedad’ o ‘Yo confieso’

Entras a ver la última de Clint Eastwood (en sentido cronológico, y posiblemente biográfico), se apagan las luces, y en la pantalla se estampa un sello de calidad: Malpaso Productions. Una garantía como la de esos restaurantes en los que sabes que vas a comer bien; nada de franquicias ni nouvelle cuisine: cocina tradicional en horno de leña.

Es probable que Jurado Nº 2 no vaya a ocupar uno de los primeros puestos del ranquin en la cinematografía del director californiano. Pero no va a ser por falta de méritos ni buen hacer, ni mucho menos, sino por la alta calidad a la que no malacostumbró a lo largo de su dilatada y brillante trayectoria como director.

Justin (Nicholas Hoult), un joven reportero que va a ser padre primerizo, es convocado como jurado en un caso de asesinato. Enseguida, ante la exposición de las pruebas que pesan sobre el acusado (Gabriel Basso) del asesinato de su novia tras una pelea en un bar de carretera, Justin empieza a considerar que él mismo pueda estar involucrado de algún modo, por lo que empiezan a asaltarle algo más que simples «dudas razonables».

La fiscal (Toni Collette), volcada en su carrera política, pondrá toda su experiencia al servicio de lograr la condena del acusado. Pero resultará ser una mujer de principios y de Ley, y no se va a conformar con que la Justicia dicte con los ojos tapados. Caminar a ciegas no es aquí sinónimo de equidad, y levantarle la venda a la diosa Iustitia se hace necesario.

Esta es la premisa en la que se fundamenta la historia. Sobra decir, sin revelar nada sustancial, que a partir de este momento el joven se verá inmerso en un complejo dilema moral para el que no hay atajos, y en el que cada solución puede resultar tan dramáticamente terrible como la contraria.

Un desafío moral lleno de incógnitas

Thriller intenso, emocional, sobrio y sin manierismos. El espectador empatizará fácilmente con el protagonista, pero no podrá eludir el conjunto y la gravedad de las circunstancias, y sentirá en carne propia, con enojo, el mismo desasosiego que ofusca al desdichado muchacho a la espera de un milagro.

Pero esta no es una película de milagros, y el guionista se resiste a inventar soluciones mágicas que nos hagan abandonar la sala con una sonrisa y la conciencia en paz. Aquí hay mucha tela que cortar, y trabajo para llevarse a casa.

La historia nos plantea un desafío, enfrentándonos a ese dilema moral que se nos muestra como un espejo, y que nos obliga a hacernos preguntas cuyas respuestas íntimas resultan acaso verdaderamente incómodas.

Clasicismo del siglo XXI

La cinta lleva el marchamo de «clásico», al igual que el resto de las grandes producciones de su autor; y no me refiero estrictamente al clasicismo cinematográfico, sino al de esa sublime atemporalidad que podemos encontrar en la tragedia griega, en la shakespeariana, o en un standard de John Coltrane.

Eastwood se afana en mostrarnos la cara más severa de sus propios principios, y su parecer respecto de la justicia, la búsqueda de la verdad, y la asunción de la responsabilidad ante los actos individuales. Lo viene haciendo a lo largo de su trayectoria, se diría que es su gran argumento troncal: el que la hace la paga, sin perdón.

En su cine, la ambigüedad moral no existe, aunque sí los matices, que sirven para reforzar la complejidad intelectual del drama, pero sin esgrimir excusas y siempre dictando sentencia.

Y en esta ocasión, casi como si barruntara que no tendrá muchas más para hacerlo, exhibe su visión más amarga y cruda, dando la sensación de que hay en ello un intento de redención personal, y de que trata de ponerse a bien con el Creador por si lo hubiere, y especialmente con su propia conciencia.

Perdones, condenas y escepticismo

El filme traerá a la mente del espectador referencias del propio cine de Eastwood, como Ejecución inminente, por su temática; pero también -y a medida que avanza y se desarrolla la trama-, surgen inevitables paralelismos con Doce hombres sin piedad, o Yo confieso, inmensos clásicos en los que la moral, la justicia y los prejuicios, son puestos a prueba, retratan a sus personajes, y componen historias humanas de una enorme y profunda belleza.

Eastwood se mostró siempre escéptico con esa justicia ciega en manos de los hombres, que administra perdones y condenas no siempre acertadas, no siempre compensadas con el daño causado; y escribió historias protagonizadas por héroes anónimos, arquetipos justicieros como ángeles de la guarda que enmiendan aquello en que lo humano yerra.

Escéptico con el inquisitorial “yo te creo”, eslogan-prejuicio por antonomasia, que lejos de buscar la verdad, la entierra. Escéptico con términos grandilocuentes como “igualdad”, a sabiendas de que las condiciones individuales suponen etiquetas que nos marcan y condenan a competir en desventaja frente al privilegiado. Un gran escéptico, en definitiva, que es la única corriente filosófica que merece la pena seguir en estos tiempos de verdades prediseñadas e impuestas a golpe de ideología.

Son muchas las películas que apetece atesorar, pero pocos los directores cuya obra completa sea deseable acumular en la videoteca personal. Entre esos pocos, Akira Kurosawa y Alfred Hitchcock destacan en mi colección, junto con las protagonizadas y dirigidas por el maestro artesano de San Francisco. A ese nivel le considero, y en el mismo Olimpo le sitúo.

Si Jurado Nº 2 resultase ser la última obra de Clint Eastwood, habrá sido un dignísimo epílogo a su carrera, un broche de oro, y un testamento ético imperecedero.

Definitivamente, Harry el sucio siempre jugó limpio. Gracias por alegrarnos el día, Clint, y la vida entera.

Sinopsis

De la mano del legendario realizador Clint Eastwood llega Jurado Nº 2, una película de Warner Bros. Pictures.

La película está protagonizada por Nicholas Hoult (próximo estreno Superman, El menú), la nominada al Oscar Toni Collette (próximo estreno Mickey 17, El sexto sentido), el ganador del Oscar J.K. Simmons (Whiplash), Chris Messina (Air, Basado en una historia real), Gabriel Basso (El agente nocturno), Zoey Deutch (The Politician, Zombieland: Mata y remata), Cedric Yarbrough (Sin edulcorar), Leslie Bibb (Palm Royale, Tag) y Kiefer Sutherland (Sucesor designado, 24). La cinta también cuenta con Amy Aquino (Bosch) y Adrienne C. Moore (Orange Is the New Black).

Jurado nº 2 cuenta la historia de Justin Kemp (Hoult), un hombre de familia que, como miembro del jurado en un juicio por asesinato de gran relevancia, se enfrenta a un grave dilema moral… un dilema que podría utilizar para influir en el veredicto del jurado y, en última instancia, para condenar -o liberar- al acusado de asesinato.

Eastwood, ganador del Premio de la Academia Eastwood dirige la película a partir de un guion de Jonathan Abrams (Plan de escape). La película está producida por Eastwood, Tim Moore, Jessica Meier, Adam Goodman y Matt Skiena y sus productores ejecutivos son David M. Bernstein, Ellen Goldsmith-Vena y Jeremy Bell.

El equipo creativo de Eastwood está formado por sus colaboradores habituales como el director de fotografía Yves Bélanger, el diseñador de producción Ron Reiss, el montador ganador del Oscar Joel Cox (Sin perdón), el montador David Cox y la diseñadora de vestuario nominada al BAFTA Deborah Hopper (El intercambio). Mark Mancina han creado la música original.

Copyright del artículo © Fernando Mircala. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Warner Bros. Pictures. Reservados todos los derechos.

Fernando Mircala

Artista, escritor, traductor y fotógrafo. Premio Lazarillo en el año 2000. Entre otros libros, es autor de 'Ciudad Monstrualia' (2001), 'El acertijo de Varpul' (2002), 'Eclipse en Malasaña. Una zarzuela negra' (2010), 'Lóbrego romance, pálido fantasma' (2010), 'Compostela iconográfica' (2012), 'Pentagonía' (2012), 'En un lugar de Malvadia' (2016; ilustrado por Perrilla), 'Pánico en el Bosque de los Corazones Marchitos' (2019), 'Versos para musas y cuatro cuentos de Edgar Allan Poe' (2019) y 'Concéntrico' (2022).