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Crítica: «Ira de Titanes» (Jonathan Liebesman, 2012)

Jonathan Liebesman dirige esta aventura mitológica en la que seguimos las aventuras terrenales y sobrenaturales de Perseo (Sam Worthington). Sin ocultar sus homenajes a la serie B, la película es irregular, pero adquiere cierto peso con una grata imaginería visual y con un magnífico reparto, en el que destacan Rosamund Pike, Bill Nighy, Édgar Ramírez, Toby Kebbell, Danny Huston, Ralph Fiennes y Liam Neeson.

Los más suspicaces me dirán: ¿Es posible recomendar la secuela de un remake que no era nada del otro mundo? Depende. Digamos que Ira de titanes corrige ciertos defectos de su antecesora, Furia de titanes, estrenada hace un par de años.

Aquella película de 2010 fue denostada por varias razones. Su conversión al formato 3D hizo que muchos convirtiesen las irregularidades de dicho proceso en un argumento definitivo contra ella. No discuto las inconveniencias técnicas del asunto, y tampoco la decepción de quienes pagaron el sobreprecio que el 3D impone a los espectadores. En todo caso, me llama la atención que ciertos opinadores a quienes no les importa el infecto granulado y la torpeza fotográfica de ciertas producciones indie, encendiesen una hoguera en la que la Warner debía arder por un doble pecado: producir un remake –¡como si no llevásemos viendo remakes desde los años treinta!– y defraudar a la audiencia a la hora de introducirle de mala manera en ese «burdo ardid» de la tercera dimensión.

En aquella ocasión casi nadie habló de la película y de sus méritos (aunque no fueran demasiados). En realidad, el film llevaba las de perder. Desde antes de su estreno, casi todo el mundo quiso situarlo muy por debajo de su referente, Furia de titanes (1981), de Desmond Davis: un peplum pésimamente interpretado a pesar de sus estrellas, y con una estética kitsch que ya denuncio la crítica en su momento. (Por suerte para Davis, la genialidad de Ray Harryhausen hizo que la primera Furia de Titanes dejase en nuestra memoria un puñado de tesoros visuales que redimen el escaso interés de la cinta. Sin duda, los efectos stop-motion de Harryhausen conservan su magia, pero eso no debiera impedirnos reconocer que la película era un producto de segunda.)

Ira de titanes plantea una peripecia de parecida sencillez. Mejor que la segunda Furia de titanes e infinitamente superior a Immortals, la película de Jonathan Liebesman es un cuidado espectáculo que recompensa a su público objetivo como es debido: el 3D no está mal, los decorados lucen a lo grande, tiene detalles de humor y emplea vistosos efectos. ¿El problema? Sus secuencias de acción son tan mareantes como las de Furia de titanes.

No hay en la película nada importante ni original. Sin embargo, demuestra de lo que es capaz Hollywood cuando quiere atraer a ese público familiar que abarca a los chavales y a sus padres, a los nostálgicos del cine de los ochenta y a los recién llegados que no necesitan saber quién fue Harryhausen.

En fin, un producto digerible y fácil de olvidar.

Sinopsis

Sam Worthington, Ralph Fiennes y Liam Neeson vuelven a convertirse en dioses para Ira de Titanes , bajo las órdenes de Jonathan Liebesman.Una década después de la heroica derrota del monstruoso Kraken, Perseo (Worthington), un semidios hijo de Zeus (Neeson), intenta disfrutar de una vida más apacible como pescador de una aldea y padre soltero de su hijo de 10 años, Helio.

Mientras tanto, se está desarrollando una dura lucha por la supremacía entre los dioses y los Titanes. Los dioses, peligrosamente debilitados por la falta de devoción de la humanidad, comienzan a perder el control sobre los Titanes encerrados y sobre su feroz líder, Cronos, padre de los hermanos Zeus, Hades (Fiennes) y Poseidón (Danny Huston), que llevan mucho tiempo en el poder. El triunvirato había derrocado a su poderoso padre mucho tiempo atrás, abandonándole a su suerte hasta pudrirse en el lúgubre abismo de Tártaro, un calabozo situado en las profundidades de los infiernos.

Perseo no puede ignorar su verdadera vocación cuando Hades se alía con Ares (Edgar Ramírez), hijo divino de Zeus, para cambiar de bando y hacer un trato con Cronos para capturar a Zeus. La fuerza de los Titanes aumenta a medida que los poderes divinos de Zeus disminuyen, y el infierno se desata en la tierra.

Con la ayuda de la Reina guerrera Andrómeda (Rosamund Pike), del semidios hijo de Zeus Agenor (Toby Kebbell), y del dios derrocado Hefesto (Bill Nighy), Perseo se adentra en una valiente y peligrosa búsqueda en los infiernos para rescatar a Zeus, derrotar a los Titanes y salvar a la humanidad.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de la sinopsis e imágenes (Fotografías de Jay Maidment) © Legendary Pictures. Cortesía de Warner Bros. Pictures. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.