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Crítica: «Wonder Woman» (Patty Jenkins, 2017)

Es difícil no adentrarse en esta película sin recordar inmediatamente esos buenos momentos que nos ha deparado el cine clásico de aventuras, con toda su carga de entusiasmo, encanto y diversión.

En toda relación de un lector con los personajes de cómic (hablo, sobre todo, de nuestra fidelidad a ciertos superhéroes), hallamos algo particular y también colectivo: una especie de conversación entre esa figura de culto y sus seguidores a través del tiempo.

Crecí leyendo los tebeos de DC que a comienzos de los setenta distribuía en España el sello mexicano Novaro. Pertenezco, pues, a esa vetusta generación que aún reconoce a Diana, la princesa de las Amazonas, como la Mujer Maravilla ‒lo de Wonder Woman fue algo tardío‒. Una generación que, a pesar de la nostalgia, guarda un perpetuo afecto por lo que hoy representa esta carismática heroína.

De ahí que, sin proponérmelo, asista a la proyección del film de Patty Jenkins olvidando la regla de oro de cualquier espectador: ignora los referentes, no pienses en las infidelidades y recuerda que el cine es un lenguaje distinto al tebeo o a la literatura. Olvido, pues, esa regla, y cargado de prejuicios, me acomodo en la butaca sintiendo que se abre ante mis ojos una de aquellas historietas de Novaro que lucían el rótulo: Marvila la Mujer Maravilla.

El caso es que, a pesar de este empeño mío en ver la cinta con una mochila repleta de recuerdos, aquí se cumplen los mejores augurios… Es más, el largometraje abarca admirablemente todas las etapas de Wonder Woman: desde su protofeminismo en la era del pulp hasta sus más recientes encarnaciones.

El film es una aventura épica muy bien estructurada, que nunca deja de avanzar en la dirección correcta. Los mundos de Wonder Woman son hiperbólicos, y eso requiere de un realizador que gradúe con honestidad el sentido de la maravilla y los estereotipos. Patty Jenkins lo consigue, y además con bastante acierto.

Más allá de los efectos visuales ‒con algún que otro altibajo‒, del rigor técnico de la realización y de un guión que no pretende inventar la pólvora, hay otra razón para elogiar este espectáculo, y es su sólido reparto. Gal Gadot y Chris Pine se adueñan de sus papeles, arropados por un impecable elenco de secundarios: Robin WrightDanny HustonDavid ThewlisConnie NielsenElena AnayaEwen Bremner y Saïd Taghmaoui.

Acabo con el buen humor que transmite la cinta, avivado por esa esencia de los viejos tebeos de DC, antes de que el existencialismo de MooreMiller y compañía los oscureciera para siempre. Y esto me lleva a pensar que la sonrisa con la que uno sale hoy de la proyección es lo mejor a lo que puede aspirar una película Warner-DC.

Sinopsis

Antes de ser Wonder Woman era Diana, princesa de las Amazonas. Se crió en una recóndita isla paradisíaca, donde se entrenó para ser una guerrera invencible. Pero cuando un piloto estadounidense sufre un accidente frente a la costa de su isla y le habla de un enorme conflicto que sacude el mundo exterior, Diana abandona su hogar, convencida de que puede detener la amenaza. Mientras lucha junto a hombres en la guerra que acabará con todas las guerras, Diana descubrirá todo su potencial y su verdadero destino.

Poder, elegancia, sabiduría y maravilla: inspiradoras cualidades intrínsecas a una de las mejores superheroínas de todos los tiempos, conocida por todo el mundo como Wonder Woman. Durante más de 75 años, este venerado y eterno personaje de DC ha constituido un símbolo mundial de fuerza e igualdad. ¿Cómo y cuándo se convirtió en lo que es? ¿Por qué es tan importante para ella ayudar a la humanidad?

La directora Patty Jenkins cuenta en Wonder Woman el viaje de una heroína majestuosa: la esperada historia de Diana, la única niña de Themyscira, una isla secreta que el mismísimo rey de los dioses, Zeus, regaló a su pueblo. Diana proviene del mundo de las Amazonas y se ha preparado para la guerra durante toda su vida. No obstante, para ser una auténtica guerrera, tendrá que defender con v alentía sus convicciones, un arsenal sin igual, en el campo de batalla más brutal del mundo.

«Es el momento ideal para acercar la historia de Wonder Woman al público», afirma la directora. «Los fans llevan años esperando y creo que el público que no pertenece a este mundo necesita también una película sobre Wonder Woman. Los superhéroes han tenido mucha importancia en la vida millones de personas. Es la fantasía de quien piensa qué pasaría si fuese poderoso e increíble, si se embarcara en un viaje tan emocionante e hiciera cosas épicas. Yo también sueño con ello. Leí Superman por primera vez con siete años y me impresionó mucho porque me sentía Superman. Este personaje encarnaba exactamente todo en lo que yo creía, y aún creo: que una parte del ser humano desea hacer del mundo un lugar mejor».

Wonder Woman llegó después. «Veía la serie de televisión porque era lo que toda chica quería ser: fuerte y buena, fascinante y elegante, poderosa y eficaz, tan valiente como cualquier chico. Es una malota pero también se enamora, perdona y se muestra benévola en un mundo complicado. Para mí es todo un honor hacer una película de una superheroína que representa valores tan importantes».

Allan Heinberg, guionista del filme, escribió el cómic Wonder Woman para DC en 2006 y 2007 y participar en este largometraje fue muy emocionante para él. «Wonder Woman es mi superheroína favorita desde que veía de niño Super Friends todos los sábados por la mañana en Tulsa, Oklahoma», confiesa. «Haber participado en un proyecto cinematográfico sobre ella junto con un equipo creativo que incluye a Patty Jenkins y Geoff Johns es un sueño hecho realidad».

Como su directora, la estrella Gal Gadot, o Wonder Woman, afirma: «Lo que más me atrajo de este personaje es que tiene muchos rasgos, que conviven en ella de forma preciosa. Como es la primera vez que se cuenta su historia en el cine, Patty y yo hemos mantenido largas conversaciones sobre ella. Es la mejor guerrera del mundo del cómic, pero también es vulnerable, sensible y confiada, está confusa… Todo en uno. Jamás esconde su inteligencia ni sus emociones».

Aunque William Moulton Marston, su creador, presentó Wonder Woman a los lectores por primera vez en medio de la Segunda Guerra Mundial, esta película está ambientada en 1918, el final de la Primera Guerra Mundial. «Es muy interesante acercar este potente personaje femenino, que proviene de una raza de mujeres fuertes e independientes, a los primeros días del movimiento sufragista», explica Charles Roven sobre el cambio de época.

«Además, desde una perspectiva visual, los detalles de esa época encarnan mejor el terrible horror de la guerra moderna», añade. «Fue la primera guerra en que la lucha pasó de las distancias cortas y el combate cuerpo a cuerpo a la lucha a distancia. Para disparar al enemigo ya no había que encontrarse cerca de él ni hacerle frente. Se podían bombardear lugares sin haber visto al enemigo ni saber a quién se mataba exactamente. Matar se hizo mucho más sencillo. Queríamos introducir esta nueva dinámica de la guerra en el personaje de Wonder Woman porque está acostumbrada a admirar a los guerreros y en esta guerra no hay héroes, porque es imposible ser un héroe si no sabes contra quién luchas».

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.

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