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Crítica: «Hulk» (Ang Lee, 2003)

Aunque espectadores con criterio han considerado muy decepcionante la película de Ang Lee, lo cierto es que se adivina en ella un interés por acercarse con seriedad a un personaje que, en otras manos, sería un simple resorte para la acción y el espectáculo.

Quizá este sea el problema de una película. Acaso la personalidad del director no sea la más conveniente para un superhéroe (a veces antihéroe) que pide a gritos algún guiño humorístico y una ligereza que Lee no termina de asumir. Y es algo que no se entiende, sobre todo después de ver un producto tan fluido como Tigre y Dragón.

Por otro lado, no sé qué nos deparará el futuro digital, pero en las fechas de este lanzamiento, uno siente que la animación por ordenador aún debe dar más de sí para que resulte creíble el Goliat verde.

A diferencia del Spiderman reinventado por Sam Raimi, a La Masa cinematográfica le faltan el encanto y el sentido de la maravilla que uno busca en un tebeo de superhéroes. Apartarnos de la realidad mediante el pretexto de la fantasía mutante es algo que conviene hacer con un estilo que Ang Lee no domina, ni siquiera cuando acude a recursos como la multipantalla, intentando imitar el efecto secuencial de las viñetas.

Sin embargo, y a pesar de la desilusión que aflora durante la proyección, es inevitable reconocer que Ang Lee es un magnífico narrador. En los momentos de drama familiar y en los más íntimos es donde obtiene sus mayores aciertos. Y esa singularidad de la película será lo que, con el paso del tiempo, quizá redima a este insólito y desigual largometraje.

En todo caso, entiendo que una cinta protagonizada por un superhéroe ha de ser más coherente: una virtud de la que carece el libreto de este film, que fue pasando por las manos de guionistas tan distintos como James Schamus, J.J. Abrams, Jonathan Hensleigh, Michael France, Michael Tolkin y Zak Penn.

Sinopsis

El científico Bruce Banner (Eric Bana) tiene, por decirlo suavemente, un temperamento fuerte. Tras su brillante historial de investigador en el campo de la tecnología genética se oculta un pasado doloroso y casi olvidado. Su ex novia, la también brillante investigadora Betty Ross (Jennifer Connelly), se ha cansado de esperar a que Bruce rompa su bloqueo emocional, resignándose a convertirse en una observadora interesada de la discreta vida del científico.

Desde su posición de observadora, Betty asiste a un accidentado episodio de la revolucionaria investigación de Banner. Se produce una explosión y Bruce toma una de-cisión heroica que le lleva a salvar una vida… y a permanecer intacto en apariencia pese a que su cuerpo ha absorbido una dosis letal de rayos gamma.

Y sin embargo los efectos se hacen notar pronto. Difusos síntomas un día después. Desvanecimientos. Banner comienza a sentir una presencia en su interior, un ente extraño que le resulta familiar a pesar de todo, un ser peligroso pero oscuramente atractivo.

Mientras tanto, una enorme criatura, salvaje e increíblemente fuerte, que acaba recibiendo el nombre de Hulk, empieza a hacer apariciones de forma esporádica, dejando tras de sí un reguero de destrucción. Betty es la única que parece comprender el vínculo que existe entre Bruce y Hulk; pero sus intentos de detener a la maquinaria militar que se ha puesto en marcha para atrapar al monstruo pueden llegar demasiado tarde para salvar tanto al hombre como a la criatura.

El personaje de Hulk surgió en 1962 en una serie de seis comics Marvel, bajo la firma conjunta del escritor Stan Lee y el artista Jack Kirby.

Dos años después apareció junto a Giant Man en el número 59 de “Tales to Astonish” y después se ganó un apartado con una historieta propia en dicho comic. En 1968 pasó a dominar todo el comic, que fue rebautizado “The Incredible Hulk” y alcanzó la cifra de 474 números, hasta que cesó su publicación en 1999. Luego fue rápidamente resucitado en una nueva serie, llamada primero “Hulk” y después, a partir del número 12, “The Incredible Hulk”, que sigue publicándose actualmente: en el mundo de los héroes, es difícil batir al gran hombre verde.

La gran popularidad del personaje propició también una serie de la CBS (1977-1982), protagonizada por Bill Bixby en el papel de Banner y el atleta Lou Ferrigno en el papel de Hulk. Al cancelarse la serie la insistencia de los fans del desdichado científico y su airado alter ego convenció a la NBC para producir tres nuevos telefilmes que se emitieron a finales de los años 80. Una cuarta entrega quedó abortada por la muerte de Bill Bixby, causada por un cáncer, en 1993.

En su encarnación como personaje de comic, Hulk sufrió diversos cambios: en un principio era una criatura de color gris, no verde, y tenía hábitos nocturnos. Pero siempre permaneció ligado a su otro yo, el científico Bruce Banner, en una relación tan constante como inestable. Fue dicha relación la que mantuvo el interés de los fans y es precisamente esa dinámica de yin y yang lo que hace que sea un personaje tan cinematográfico.

Comenta Stan Lee, uno de los dos creadores del personaje de Hulk y productor ejecutivo de la película: “Cuando era joven me encantaban películas como Frankenstein, con Boris Karloff en el papel del monstruo, o El Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Un día me dije, “Sería estupendo combinar esas dos películas y obtener un personaje que pasa de ser un hombre normal a convertirse en un monstruo. Siempre he pensado que en la historia de Frankenstein el monstruo era bueno en realidad: no quería hacerle daño a nadie pero siempre le andaban persiguiendo esos idiotas que corrían por las colinas con una antorcha en la mano… Decidí crear un monstruo positivo, que fuera al mismo tiempo un ser humano que cambia en una u otra dirección. Y así Hulk se convirtió en el primer superhéroe que es al mismo tiempo un ser monstruoso”.

Comenta el productor y guionista James Schamus, viejo colaborador de Ang Lee: “A diferencia de otros héroes, Hulk es un super héroe, un monstruo y una persona. Los comics de Hulk hablan de muchas cosas: describen un drama familiar generacional, la búsqueda de sus orígenes, cómo llego a convertirse en lo que es, el misterio de su identidad…”

La productora Gale Anne Hurd también se sintió atraída por el conflicto interior del personaje y por el potencial dramático que contenía: “La historia de Hulk tiene elementos de tragedia shakespeariana que están llenos de posibilidades cinematográficas. Es todo un drama elemental de la condición humana. Lo que más me gusta de Hulk es que es un super héroe diferente a los demás personajes de la Marvel que combaten el crimen. El conflicto que vive, a lo Jekyll y Hyde, siempre me ha intrigado. La moraleja de la historia es doble: nos dice que debemos asumir nuestros demonios interiores pero también nos alerta sobre los posibles efectos de una tecnología capaz de crear una criatura como Hulk. El comic original tenía como trasfondo la guerra fría pero nosotros hemos actualizado la trama y ahora la historia resulta aún más relevante”.

Hurd tiene en su haber grandes éxitos de taquilla como las dos entregas de TerminatorAliensAbyss y Armageddon. Por ello comprende muy bien la idea de utilizar imágenes generadas por ordenador (CGI) para desarrollar los personajes y la trama de una película. Hurd señala: “Este proyecto ha tardado doce años en llegar a la pantalla, lo cual ha sido positivo porque en ese período la tecnología se ha desarrollado lo suficiente para permitirnos plasmar mejor nuestra pasión por la historia y los requerimientos especiales del personaje. Ahora podemos recrear a Hulk como es debido, gracias a las técnicas de CGI desarrolladas por Industrial Light & Magic. Hemos podido sobrepasar lo que se hizo en la serie de televisión pero también lo que se hubiera podido hacer en cine anteriormente: antes de ahora hubiera sido imposible llevar a la pantalla el Hulk imaginado por Stan Lee y Jack Kirby”.

Avi Arad, productor de la película y presidente de Marvel Studios, dice que la compañía es muy selectiva a la hora de ceder sus personajes para su adaptación al cine: “En la Marvel consideramos a nuestros personajes como hijos nuestros y buscamos siempre para ellos unos padres adoptivos adecuados, es decir, cineastas que vayan a aportar algo especial al proyecto. Cuando se trata de un comic hay gente que siempre piensa en un puño y en un bocadillo con una expresión tipo ¡Paff! Pero los cómics hablan en realidad de personajes muy interesantes, con un don o una maldición, y con una vida muy complicada. Las películas Marvel deben hacerlas buenos actores y genuinos cineastas porque es muy difícil recrear ese tipo de personajes”.

La productora Hurd comenta: “Siempre tuvimos a Ang Lee en nuestra lista de posibles directores para el proyecto. Cuando Universal nos lo propuso, Avi y yo pensamos que Ang aceptaría el reto porque no hay personaje más complejo que el de Banner/Hulk. Es un caso perfecto de personalidad dividida, dos individuos que deben aprender a convivir a toda costa. Están vinculados genéticamente pero cada uno quiere destruir al otro, y a sí mismo a la vez. Repasando la obra de Ang Lee, percibí su interés por el mundo interior, su sentido del humor, cómo trata la dinámica familiar y las relaciones entre padres e hijos, y su inventiva forma de plantearse las escenas de acción en Tigre y dragón… En resumen, como director tenía todos los rasgos adecuados para conseguir una gran película”.

Arad añade: “Ang nos parece un director my interesante porque nunca se repite a sí mismo. Practica todos los géneros y existen pocos cineastas tan versátiles como él. El personaje de Bruce Banner y su alter ego Hulk forman una combinación muy dramática, así que necesitábamos un buen director de actores. Su película Tigre y dragón demuestra que Ang es capaz de hacer un film épico y lustroso pero apoyado en unos personajes que realmente importan al espectador”.

El guionista James Schamus añade que la historia de Hulk no le resulta ajena a Lee: “Modificamos el guión de forma que Ang pudiera explorar ciertas ideas que le interesan: los conflictos familiares, la búsqueda que hace Banner de su pasado, el origen de Hulk. Creo que Ang comprende el lado emocional, positivo, de Hulk, lo que es muy importante: no se trata de un simple monstruo que está ahí para darnos miedo. Todos tenemos algo de Hulk dentro de nosotros; y experimentar esa “hulkanización” puede ser incluso algo placentero y dinamizante. Así que Ang se mostró muy interesado en la faceta de “entretenimiento”, por así decirlo, de Hulk. Quería que fuera una experiencia muy placentera”.

Dice Eric Bana: “Nunca había trabajado en una película con CGI, y con efectos creados por ILM y por el equipo de Dennis Muren, nada menos. Fue algo así como trabajar en dos películas diferentes a la vez, lo que me resultó muy interesante. Rodaba una escena intensa que me hacía pensar que estaba haciendo una película dramática y luego tenía dos días libres y cuando volvía al rodaje me preguntaba, ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué pasó con aquel intenso drama personal que estaba rodando?… Veía a todo el equipo que se afanaba en derrumbar paredes y destrozar todos los decorados… Era algo fascinante”.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © 2003 Universal Pictures, Good Machine, Marvel Entertainment, Pacific Western y Valhalla Motion Pictures. Cortesía de UIP. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.