Hay muchos criminales que han pasado a formar parte del folklore urbano de nuestro tiempo. Edwin Alonzo Boyd (1914-2002) es uno de ellos, y como ahora veremos, sobran las razones para su presencia en el imaginario popular. Esa es la razón por la que este delincuente canadiense es el protagonista de El gangster, de Nathan Morlando, un recomendable drama inspirado en sus andanzas.
En su juventud, Boyd formó parte de la banda de música de la YMCA y se alistó en la primera división del Royal Canadian Regiment para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el destino le iba a alejar de un destino ejemplar.
Sin empleo estable y con una familia a sus espaldas, asaltó el Banco de Montreal en 1949. Eso cambio las cosas para siempre.
Formó una banda a imitación de las que conocía por las películas de Hollywood, y aunque el éxito le sonrió, pronto tuvo tras de sí a toda la policía de Toronto. Fue encarcelado, pero logró escapar.
La caza del hombre alimentó los titulares de la prensa canadiense. Se le nombró, de forma extraoficial, el Enemigo Público Número Uno de Canadá.
Boyd y dos de los miembros de su gang, Steve Suchan y Lennie Jackson, fueron los protagonistas de numerosas portadas. No adelantaré su destino, porque ese es otro de los puntos fuertes de El gangster, una buena película que prolonga una secuela de adaptaciones de la vida de Boyd, en la que figuran dos libros, un musical (Girls in the Gang, de Raymond Storey y Jon Roby) y un documental de la CBC Television.
Nathan Morlando dirige la cinta con soltura y vigor. Para evitar decepciones, conviene tener en cuenta, que no es ésta una aventura de policías y ladrones, sino un drama con todas las de la ley, rebosante de melancolía.
El reparto, encabezado por Scott Speedman, Kelly Reilly, Kevin Durand, Charlotte Sullivan y Joseph Cross, alcanza un buen nivel interpretativo, especialmente en el caso de Durand, que borda su personificación de Lenny Jackson.
Entre las virtudes del film, figura la excelente fotografía de Steve Cosens: fría, realista y contrastada, con una gama de color en la que no entran ni por un segundo los rayos del sol.
Sinopsis
La historia del famoso ladrón de bancos canadiense Edwin Boyd (Scott Speedman), a partir de su regreso del servicio en la Segunda Guerra Mundial. Consternado por la indiferencia popular hacia los veteranos, humillado por su incapacidad para atender a sus hijos ya su esposa Doreen (Kelly Reilly), y viendo la decepción en el rostro de su padre policía (Brian Cox), Eddie se lanza a las actividades ilegales.
Lo que comienza como una serie de pequeños robos bancarios, evoluciona con el tiempo y con la experiencia, dando lugar a una carrera criminal que convertirá a Boyd en el enemigo público número uno de Toronto.
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