Posiblemente recuerden ustedes la adaptación cinematográfica de Hulk que dirigió nada menos que Ang Lee en 2003. A pesar de que tiene sus fans, el film desconcertó y aburrió a la mayoría al tratarse de un drama psicológico sobre problemas paternofiliales (con su poco de Jekyll y Frankenstein), en lugar de un film divertido y ruidoso sobre el más furioso de los superhéroes de cómic.
También puede que recuerden otras películas bastante peores que la de Ang Lee como Steel (1997) o Catwoman (2004), donde no se contaba con repartos excelentes o contenidos profundos como en Hulk. Además de ser filmes realmente malos, sus protagonistas no tenían absolutamente nada que ver con los originales de los cómics (en el caso de Catwoman, ni siquiera contábamos con Selina Kyle). ¿Por qué? Misterios de los ejecutivos de Hollywood.
A medio camino entre el Hulk de Ang Lee y las cochambrosas Steel y Catwoman se encontraría esta nueva adaptación (reboot, los llaman ahora) de los veteranos héroes creados en 1961 por Jack Kirby y Stan Lee.
En primer lugar, que nadie espere ver una película de superhéroes. Salvo en el apresurado y chapucero clímax, apenas verán ustedes a los héroes en acción. Todo gira en torno a la construcción de un aparato de viaje interdimensional por parte de unos jóvenes empollones algo antipáticos, y sus discusiones con los típicos altos cargos maquiavélicos. Luego ocurre el inevitable accidente (algo así como a mitad de película) y todo son caras largas, más discusiones y traumas (mal explorados) con aroma artificial a Cronenberg.
Cuatro Fantásticos tiene más de versión cara y aburrida de aquella morralla de videoclub titulada Xtro 2 (Harry Bromley-Davenport, 1990) que de adaptación de los queridos héroes marvelitas. Hace que las (algo injustamente) vilipendiadas peliculas de Tim Story ‒Los cuatro fantásticos (2004) y Los 4 fantásticos y Silver Surfer (2007)‒parezcan el Superman de Richard Donner en comparación, aunque sólo sea porque los personajes eran reconocibles y agradables.
Los protagonistas de este reboot, simplemente, no tienen ni la edad, ni las características ni la dinámica de grupo de los 4 Fantásticos. No es que tomarse libertades a la hora de adaptar sea algo malo (de hecho, es bueno y necesario), pero aquí, directamente, se nos están presentado a unas personas que nadie va a reconocer y que no nos importan, especialmente si tenemos en cuenta que la historia que se nos cuenta va a la deriva durante toda la película, sin destino aparente.
¿Es culpa del director? No lo creemos. Josh Trank es un joven cineasta que nos sorprendió con la espectacular joyita indie Chronicle (de la cual saqueó no pocas ideas visuales la superproducción El Hombre de Acero), pero que se ha metido en la boca del lobo al ponerse tras la cámara en un film de estudio como este sin estar preparado.
¿Es culpa del reparto? Mucho se discutió sobre la elección del afroamericano Michael B. Jordan para encarnar a La Antorcha Humana, pero ha terminado siendo el único que ha encarnado el papel correctamente. El resto del elenco resulta frío y agrio, pero la culpa no es tanto de los intérpretes como del mal diseño de personajes y de la historia sin pies ni cabeza. Hemos visto a Kate Mara o a Miles Teller hacer buenos trabajos en otras películas y series. No es como si no lo pudieran hacer mejor.
Entonces, ¿la culpa es de los guionistas? No. El guión es penoso, pero está claro que responde a una serie de interminables y contradictorias reuniones de ejecutivos despistados que no saben qué tienen entre las manos, y que no hacen más que echar mano de estudios de mercado, estadísticas, opiniones de blogueros y estupideces similares.
Es fácil imaginar a estos genios del marketing ladrar órdenes del palo de “Hacedlo más serio y realista, más Nolan”, “Meted un toque Crepúsculo, para las chavalas”, “Queremos un final de videojuego, que eso es lo que le mola a la juventud”, “Que no se parezca nada a las pelis anteriores, cambiadlo todo”, “¡Nada de sonrisas!”, etc.
Esta película nació muerta, y al final lo único que siente uno es pena por los palos que le van a caer al director, quien posiblemente no vuelva a dirigir por culpa de juntarse con gente poco recomendable.
Sinopsis
Cuatro fantásticos está interpretada por Miles Teller (Whiplash) en el papel de Reed Richards; Michael B. Jordan (Fruitvale Station y Chronicle) como Johnny Storm; Kate Mara (House of Cards, de Netflix), que da vida a Sue Storm; y Jamie Bell (Billy Elliot (Quiero bailar) que encarna a Ben Grimm.
Los Cuatro Fantásticos ocupa un elogiadísimo puesto en la venerada historia de Marvel Comics. Creados por los legendarios Stan Lee y Jack Kirby, el primer número de «Los Cuatro Fantásticos» llegó a los kioscos en noviembre de 1961. La innovadora creación del primer equipo de superhéroes de Marvel, transmitió humanidad y humor a las historietas y marcó el comienzo de la Era Marvel, precediendo a otros personajes emblemáticos como Spider-Man, El Increíble Hulk y los X-Men. En ese histórico periodo de creatividad de principios de los 60, Lee y Kirby se inspiraron en la amenaza de la bomba atómica que formó parte del espíritu de los tiempos durante la Guerra Fría. Los efectos especulativos de la radiación de estas bombas nucleares se convirtieron en el origen de los superpoderes que poseían muchos de sus emblemáticos personajes.
Los relatos de los Cuatro Fantásticos giran en torno a personajes que no tenían que llevar máscaras y que, en ocasiones, chocaban entre sí. Las historietas estaban ambientadas en el mundo real a fin de que los lectores pudieran identificarse todavía más con los Cuatro.
Una actualización contemporánea, Ultimate Fantastic Four, una serie de 60 números que salió a la venta en 2004, reinventó los orígenes de los Cuatro. Junto con varias historias y temas de los cómics originales de los Cuatro Fantásticos, la línea Ultimate inspiró la línea argumental de la nueva película Cuatro Fantásticos.
Antes de la era de Internet de banda muy ancha, numerosos jóvenes realizadores en ciernes se iniciaron con los vídeos musicales y los anuncios. Pero en época más reciente han sido descubiertos a través de la nueva escuela de vídeos cortos «Do It Yourself» («Hágalo Usted Mismo») (DIY) en canales como YouTube y Vine.
En 2007, un joven de Los Ángeles, aspirante a realizador, Josh Trank, creó un corto de 85 segundos basado en La guerra de las galaxias –Stabbing at Leia’s-, que alcanzó enorme e inmediata popularidad y se convirtió en una sensación de Internet, consiguiendo millones de visualizaciones en sólo unas pocas semanas.
La inteligencia y el realismo del vídeo llamó la atención de los ejecutivos de Twentieth Century Fox. El Estudio no tardó en contratar a Trank para que rodara su primer largometraje, Chronicle, una apasionante historia de tres jóvenes que descubren un misterioso poder subterráneo que les da habilidades que superan su capacidad de comprensión, además de acentuar sus características más siniestras. La película, rodada en formato de material recuperado, se convirtió en un éxito mundial de taquilla y en una sensación entre los críticos. Chronicle tenía un tono y un estilo ajustado a la realidad que posteriormente informarían a Cuatro Fantásticos.
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