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Crítica: «Operación U.N.C.L.E.» (Guy Ritchie, 2015)

Guy Ritchie se ocupa de esta versión cinematográfica de una muy popular serie de los 60 (El agente de C.I.P.O.L.) que muy pocos de los nacidos después de esa época han visto, aunque la conozcan de oídas, en el mejor de los casos.

No pasa nada. Al fin y al cabo, lo mismo sucedió cuando Brian De Palma estrenó sus estupendas películas basadas en Los Intocables de Elliott Ness (1959-1963) y en Misión: Imposible (1966-1973)

Claro que Guy Ritchie no es Brian De Palma.

Este inglés consiguió no pocos fans a finales de los 90 apuntándose a la moda del tarantinismo, combinado astutamente con la estética del videoclip. Del mismo modo que no es Brian De Palma, tampoco es Quentin Tarantino, pero a pesar de todo ello, hay un montón de admiradores de sus primeros éxitos ‒Lock & Stock (1998) y Snatch (2000)‒, por lo que un servidor no va a decir nada en contra del realizador británico.

También hay que reconocerle a Guy Ritchie que fuera capaz de sobrevivir al matrimonio real y artístico con Madonna, y en especial al estrepitoso fracaso de Barridos por la marea (2002), último intento de protagonismo cinematográfico de la artista en una carrera plagada de aberraciones. Madonna siempre fue estupenda en el escenario y tras el micrófono, pero jamás logró aprender a actuar o a seleccionar guiones.

Barridos por la marea acabó definitivamente con la Madonna de la pantalla grande, pero Ritchie logró salir a flote con RocknRolla (2008) y con dos películas basadas en el universo literario de Sherlock Holmes, que mucho dieron que discutir, pero que no fueron mal en taquilla.

Habrán comprobado que hay mucha introducción en este comentario sobre Operación U.N.C.L.E., pero es que se trata de una comedia de acción y suspense en la que, tras un prólogo resultón, todo es aburrimiento.

Ni siquiera estamos ante una película especialmente mala, de las que provocan risas o enfurecimiento, no. Simplemente, aburre.

Aburre verla y aburre más escribir sobre ella.

Los actores son todos muy guapos y les queda muy bien la ropa, y la banda sonora es excelente, en una apuesta por recuperar el estilo sofisticado y algo excéntrico de la ficción de espionaje de los 60. Una apuesta fallida, como casi siempre que se intenta hacer algo así hoy en día. Es como intentar recrear a una especie extinta partiendo de ADN fosilizado.

Las cintas de Misión: Imposible han dado con la clave para nivelar el absurdo, el suspense, la acción, el drama y la comedia a través de unos personajes que son casi sobrehumanos, pero mantienen el mínimo punto de vulnerabilidad y simpatía como para que nos importe lo que les pasa.

Por el contrario, en Operación U.N.C.L.E. todo es pose posmoderna, sátira mal llevada en la que los protagonistas no tienen mayor entidad que Pedro Bello, Penélope Glamour o cualquiera de los corredores de Los Autos Locos. Son meras estampas, y uno termina por desconectar de su insípida aventura.

Lo bueno de esta producción es que despierta en el espectador el interés por ver la serie original. El interés por los clásicos de la televisión siempre es algo bueno. Y es que, maldita sea, si Guy Ritchie no es Brian De PalmaHenry Cavill tampoco es que sea Robert Vaughn.

Sinopsis

Henry Cavill (El hombre de acero) interpreta a Napoleón Solo, junto a Armie Hammer (La red social) en el papel de Illya Kuryakin, en la película de acción del director Guy RitchieOperación U.N.C.L.E., un remozada aproximación a la popular serie de televisión de los 60.

Situada a principios de la década de los 60, en pleno apogeo de la Guerra Fría, Operación U.N.C.L.E. se centra en Solo, agente de la CIA, y Kuryakin, agente de la KGB. Obligados a dejar de lado sus tradicionales hostilidades, ambos se unen para realizar una misión conjunta que tiene por objetivo poner fin a una misteriosa organización criminal internacional, decidida a romper el frágil equilibrio de fuerzas mediante la proliferación de armamento y tecnología nuclear. La única pista del dúo es la hija de un científico alemán desaparecido, que es clave para infiltrarse en la organización. Tienen que trabajar contrarreloj para dar con ese científico y evitar una catástrofe mundial.

En Operación U.N.C.L.E. también actúan Alicia Vikander (Ex machina) y Elizabeth Debicki (El gran Gatsby), además de Jared Harris (Sherlock Holmes: Juego de Sombras) y Hugh Grant, en el papel de Waverly.

«La forma en que los hombres interactúan entre sí es una situación que me parece fascinante», afirma Ritchie, director, productor y uno de los autores del guión de Operación U.N.C.L.E., basada en la popular serie de televisión de los 60′, El agente de CIPOL. «Incluso al echar la vista atrás a Lock & Stock, me veo inmerso a esta dinámica tío–tío como si fuera un género en sí mismo».

«Dinámica» es la palabra que mejor se ajusta a la situación entre los dos agentes, ya que la primera vez que Solo, el agente de élite de la CIA, se encuentra con su formidable contrincante de la KGB, Kuryakin, ambos intentan matarse mutuamente. A ambos se les ha encomendado sacar del otro lado del Muro de Berlín el mismo activo alemán vital en pleno apogeo de la Guerra Fría, y lograr llevarse el gato al agua no va a ser más que la guinda del pastel.

Días después, tras informarles sus respectivas centrales que van a tener que trabajar juntos en este caso, tienen que aparcar (al menos de forma temporal) la idea de matar al otro, quedando su enconada rivalidad nacional y profesional en una especie de lucha descarnada, in crescendo y de tanteo con la intención de dejar claro que puede que estén trabajando en un mismo caso pero eso no va a hacer que se caigan bien.

Por eso, en cierta forma, es una película de tíos… salvo por el hecho de que, como dice Henry Cavill, quien interpreta a Solo, el afable e interesado agente estadounidense: «En cuanto se ven se dan una paliza descomunal».

Encarnando el papel de Kuryakin, Armie Hammer ofrece el punto de vista típico ruso, mucho más volátil: «Kuryakin es el soldado perfecto; siempre listo y dando todo de sí. Luego se ve inmerso en una situación que detesta pero ante la que no puede hacer nada. El tipo con el que tiene que trabajar, Napoleon Solo, es de todo menos un agente habitual: pasa de las reglas e incluso parecer no ser consciente de que hay unas reglas que seguir».

En palabras de Ritchie: «Con dos agentes tan diferentes entre sí nos resultó irresistible obligarles a estar juntos. Empiezan intentando matarse mutuamente pero terminan trabajando en equipo, incluso a pesar de no llegar a confiar ninguno de los dos del todo en el otro. A grandes rasgos, la historia trata de la evolución de su colaboración. La columna vertebral de la historia viene dada por el hecho de que uno represente al capitalista EE.UU., y el otro a la comunista Rusia, y que estas dos súper potencias tengan que trabajar juntas para acabar con una amenazada de consecuencias mundiales. Esta base da mucho juego para lograr una película con un buen toque de humor».

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Ritchie/Wigram Productions, Davis Entertainment, Warner Bros. Pictures. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).

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