Cualia.es

Crítica: ‘Cazafantasmas: Imperio helado’ (2024)

Inofensiva. Esta película es inofensiva, que es un adjetivo terrible en la mayoría de los casos, muy cercano a «inane». El colmo del cine comercial de usar y tirar, por lo general. Pero, pongámonos en perspectiva y preguntémonos qué puede ofrecer una película sobre los Cazafantasmas en 2024 y si esta cumple con lo esperado (spoiler: más bien sí). Y es que ya hace 40 años de la primera entrega, quizá la única que realmente creó un impacto en la cultura popular, seguida de una algo tardía secuela ‒un lustro después‒ que no llegó a cuajar (aunque con los años a muchos nos ha ido gustando cada vez más). La franquicia permaneció prácticamente muerta durante varias décadas, hasta que un erróneo y mal recibido reboot en 2016 funcionó como furiosa chispa para resucitarla, pero de una manera inesperada.

Cazafantasmas: Más allá funcionó principalmente como homenaje a Harold Ramis, haciéndonos llorar a los fans veteranos de la franquicia (y del propio Ramis), mientras que trataba de captar al nuevo público con unos personajes adolescentes y pre-adolescentes en una aventurilla influida por el éxito de Stranger Things. No era una película muy vistosa y presentaba algunos problemas, pero en general resultó satisfactoria, quizá por alejarse de lo que cabría esperar de una película de la saga, flirteando con el drama familiar y apostando por una comedia menos gamberra y más para todos los públicos, aunque eficiente.

Así pues, el espectador avisado (y no los puede haber de otra clase en este caso), sabrá que Cazafantasmas: Imperio helado se desarrollará en el mismo tono de película familiar, con sus referencias y personajes lanzados a nosotros, los decrépitos niños de los 80, pero contando con un protagonismo de las nuevas incorporaciones, en especial de la heroína principal dentro de un elenco con quizá demasiados personajes a los que no les da tiempo a hacer nada relevante en las dos horas escasas de metraje: Phoebe, la nieta de Egon, interpretada por la talentosa Mckenna Grace.

Phoebe, por desgracia, pierde gran parte de su retranca Spengler, de su dry wit, que dirían en aquella tierra, al transformarse en una adolescente enfurruñada y taciturna porque, aún siendo la más válida de los nuevos Cazafantasmas, no la dejan ejercer por ser menor. Aquí es cuando entra en juego el personaje más sabroso de la película, el siempre entusiasta Ray, encarnado por un Dan Aykroyd que apenas se diferencia del personaje que él mismo creó junto a Harold Ramis. Aykroyd, recordemos, ha seguido apoyando todo tipo de proyectos relacionados con la franquicia en todos estos años, por motivos económicos ‒claro está‒, pero también por tratarse de una creación en la que mucho tienen que ver sus actividades como estudioso de lo paranormal, parte importante dentro de sus mil inquietudes: música, paleontología, geología, vodka…

Ray encarna la parte más estimulante de las aventuras de los Cazafantasmas, la de la pseudociencia más pulp, que aquí nos lleva a descubrir a un nuevo dios espectral de tiempos ancestrales. Patton Oswalt, cómico y actor empeñado en ejecutar cameos y secundarios en todas las franquicias «frikis» que existen, lleva a Ray, Phoebe y Podcast (Logan Kim, también desaprovechado por el poco tiempo de aparición) a las entrañas de la Biblioteca Pública de Nueva York en la Quinta Avenida para narrar la historia del terrorífico Garraka, y para ello echa mano de viejos libros y antiguos rollos de fonógrafo, y ahí es donde la película capta la atención y la simpatía del espectador aficionado a la fantasía terrorífica.

Precisamente en la secuencia de la biblioteca, y en algunos elementos relativos al nuevo I+D de los Cazafantasmas, se reflejan algunas ideas que aparecían en el estupendo videojuego de 2009, del mismo modo que la historia en sí, pese al exceso de personajes, no deja de ser el clásico argumento de un episodio de la también estupenda serie de animación Los auténticos Cazafantasmas, con pequeña ayuda de Moquete incluida.

Esta es una de esas películas que nunca sería la favorita de nadie, pero que luego se acaba viendo en más de una ocasión cuando apetece aislarse del mundo y entregarse a un divertimento inocuo pero reconfortante.

Ningún problema por aquí si deciden rodar una quinta entrega.

Sinopsis

En Cazafantasmas: Imperio Helado, la familia Spengler regresa al lugar donde empezó todo -el icónico parque de bomberos de Nueva York- para formar equipo con los Cazafantasmas originales, que han desarrollado un laboratorio de investigación ultra secreto para llevar la caza de fantasmas al siguiente nivel. Pero cuando el descubrimiento de un antiguo artefacto desata una fuerza maligna, los nuevos y los viejos Cazafantasmas deben unir sus fuerzas para proteger su hogar y salvar al mundo de una segunda Edad de Hielo.

Copyright del artículo © Fernando Mircala. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágines y sinopsis © Columbia Pictures, Bron Studios, Ghostcorps, Right of Way Films, Sony Pictures. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).